INVESTIGADORES
SILVA Maria Guadalupe
congresos y reuniones científicas
Título:
“Una lectura ‘patriótica’ del Quijote. Meditaciones de Ortega y Gasset”
Autor/es:
MARÍA GUADALUPE SILVA
Lugar:
San Carlos de Bariloche
Reunión:
Congreso; V CONGRESO INTERNACIONAL “LETRAS DEL SIGLO DE ORO”; 2003
Institución organizadora:
Universidad Nacional del Comahue
Resumen:
En 1914 José Ortega y Gasset publica su primer libro, Meditaciones del Quijote. Este trabajo consiste, según anuncia su autor en la primera línea, en una serie de «ensayos de varia lección». Y en efecto, el carácter misceláneo sugerido por esta advertencia parece verificarse en las páginas que siguen. A pesar de lo que sugiere el título, en rigor Meditaciones se concentra poco en el texto del Quijote y en cambio abunda en reflexiones generales de orden filosófico, histórico o cultural. Si bien es cierto que el proyecto original de publicar un segundo volumen quedó trunco y esto podría explicar el exiguo espacio dedicado al análisis de la novela, este moroso rondar el texto cervantino se presenta desde el prólogo como un deliberado método de asedio: «Una obra del rango del Quijote tiene que ser tomada como Jericó», dice Ortega, «en amplios giros», en «anchos círculos de atención que traza el pensamiento –sin prisa, sin inminencia-, fatalmente atraídos por la obra inmortal».             Sin embargo, más allá de esta justificación metodológica, existe una razón que puede dar cuenta de la aparente dispersión de estas meditaciones: la «preocupación patriótica» que sostiene la lectura orteguiana del Quijote. Para Ortega, la «obra inmortal» de Cervantes constituye un hito no sólo por su valor literario, sino ante todo por encarnar «la plenitud española». Ortega se acerca al texto más prestigioso de la literatura nacional con un propósito que rebasa el de la crítica literaria. En el texto de Cervantes el filósofo «concentra» su «magna pregunta»: «Dios mío, ¿qué es España?»             En este trabajo intentaremos analizar esta particular lectura «patriótica» del Quijote, tomando como punto de partida la distinción propuesta por Umberto Eco entre «interpretación» y «uso» de los textos. Creemos que Meditaciones se inscribe en esta segunda línea. En este sentido, la novela de Cervantes estaría ubicada no en el centro sino en un sitio subsidiario de la «meditación» orteguiana, como ilustración ejemplar de una «plenitud española» que se pretende elucidar.