INVESTIGADORES
ZAMORA Romina Noemi
congresos y reuniones científicas
Título:
Orden y desorden en la consolidación de la ciudad. La plebe urbana en San Miguel de Tucumán a fines de la colonia
Autor/es:
ZAMORA, ROMINA
Lugar:
Rosario
Reunión:
Jornada; VIII Encuentro de Historia Regional Comparada; 2006
Institución organizadora:
UNR
Resumen:
Nadie duda de la importancia de la ciudad en el proceso colonizador colonial y menos aun el papel fundamental que le cupo como espacio político en la construcción de los estados nacionales decimonónicos. Por esto es que la ciudad se vuelve un espacio clave para observar la construcción de identidades sociales o, dicho con más propiedad, la territorialización de la identificaciones de la comunidad. Dentro de dicho proceso, nuestro objetivo es observar la composición de la plebe urbana y su relación con el orden social de Antiguo Régimen colonial hispanoamericano y con su crisis. Al centrar el estudio en la dinámica urbana es necesario realzar una serie de desplazamientos: En primer lugar, se vuelven centrales los estudios locales y regionales de los diferentes espacios tardocoloniales y de las redes sociales de la corporación de vecinos. Esto es importante tanto para los procesos políticos como para los económicos y sociales, que tuvieron su episodio más visible en torno al proceso revolucionario.. Las ciudades tardocoloniales, como cuerpos, tenían un importante grado de autonomía, tanto en las decisiones que debían tomar como, incluso, en la creación de derecho. Considerar esto obliga a repensar la centralidad de las periferias como espacios políticos legítimos. Recién cuando la ciudad, en tanto comunidad, creció y fue adquiriendo características de urbe, pudo observarse un grupo urbano emergente, novedoso por su volumen. Desde mediados de siglo y sobre todo en el último tercio, hubo en la ciudad un “vulgo” cada vez más numeroso, que no estaba incluido en la corporación de vecinos ni bajo su autoridad directa. Este grupo no fue definido en sí mismo por las autoridades coloniales, sino en oposición: era la gente plebe, distinta y opuesta a la gente de mérito de la ciudad. Era un colectivo difuso y de límites permeables, que tenía como principal característica el no estar incluido ni en dependencia directa de las familias principales. Las casas de estas familias eran el espacio del orden de Antiguo Régimen por antonomasia. El modelo de la casa de familia y su gobierno es el que se proyectó en la organización urbana y la pertenencia a la casa poblada era lo que otorgaba status a las personas, como inscriptas en un cuerpo. Para ser reconocido como vecino en las ciudades coloniales  de Antiguo Régimen hispanoamericanas era condición tener casa poblada, por lo menos en los primeros tiempos de colonización. Pero “Tener casa poblada” no equivalía a habitar una casa en la ciudad sino, efectivamente, significaba tener muchos criados. Por otra parte no era un patrón de ocupación ni nuevo ni exclusivamente americano, sino que respondía a propósitos colonizadores medievales muy relacionados con las tierras de frontera. El concepto de la casa no se limita al grupo de personas que ocupa la casa como unidad de residencia, sino que hace alusión simultáneamente al linaje, a la residencia y a el ejercicio del poder sobre el territorio y su gente. La casa frece un fuerte sentido de identidad y de pertenencia a sujetos de calidades desiguales. Por ejemplo, los dependientes de una casa [como unidad de residencia] llevaban el mismo apellido que la familia principal, lo que le daba mayor presencia a la casa [en tanto linaje], dentro del ámbito de la ciudad. Los apellidos representaron la pertenencia a una casa. Los negros y los indios que se incorporaron a una casa como esclavos o servidumbre fueron conocidos con el apellido de los dueños de casa. A cabo de pocos años, los hijos mestizos y mulatos son conocidos con el mismo apellido. Así, hay sujetos Aráoz, Alurraldes, Villafañes, Bazán, registrados como españoles, indios, negros, mulatos y mestizos. También esa presencia de la casa se proyectaba en el espacio, asimilando el elemento material de orden espacial al sistema de relaciones de parentesco. El solar grande de las primeras mercedes y de las tempranas compraventas, se subdividió entre los hijos, creándose un racimo de unidades habitacionales espacialmente cercanas y vincularmente emparentadas. Muchas familias que en los censos podrían aparecer como nucleares, pertenecían en realidad a esta casa grande sin llegar a estar realmente separadas entre sí. La servidumbre de estas casas pobladas no formaban parte de la plebe. Más del 50% de la población no española de la ciudad vivía en estas casas en calidad de dependientes: Los esclavos, los mitayos, los sirvientes, los criados. Desarrollaron patrones de comportamiento diferentes a los de la plebe, ya que sobre ellos funcionaban todos los mecanismos de subordinación y de compulsión, y. Los criados y los esclavos tenían un status en el interior de la familia aunque fuese en el escalón inferior. La servidumbre de una casa no era en lo absoluto libre. Precisamente por eso, en el conjunto social eran parte cabal del sistema colonial y eran parte del orden social, de la familia, aunque sea en su calidad de dependientes y subordinados. Los dependientes de una casa reproducían en sus pautas de comportamiento, los principios del orden social. Los indios tampoco eran parte de la plebe. Pero el indio encomendado y en el pueblo de indios no lo era, sí el indio libre y en la ciudad. La plebe estaba compuesta por castas, blancos pobres, indios urbanos, negros libres. Todas ellas eran categorías anómalas que no tenían un status jurídico definido en sí mismas. La diferencia de calidades sí tenía una existencia social, operativa y degradante pero que no se tradujo en un tipo particular de derecho como para el resto de los grupos sociales. Sus viviendas eran consideradas por las autoridades como espacios de inmoralidad y de desacato. Situadas en los márgenes de la ciudad, muchas veces funcionaban como nexo entre la ciudad y la campaña, como el lugar a donde los migrantes del campo llegaban y donde se quedaban hasta que podían conseguir trabajo, o debían migrar de nuevo. Tenían sus formas particulares de residencia, de familia y de reproducción social. Estaba signado por la precariedad de sus medios de vida y la inestabilidad de la ocupación. Eran los pobres y libres que no tienen arbitrio para mantenerse por sí. Esto representaba a la corporación de vecinos el doble problema de ser pobres y no tener ni medios ni oficio para mantenerse, y de no estar bajo la autoridad directa de un vecino. En este contexto, además, su liberad tenía una carga negativa, porque representaba un problema a la concepción corporativa del orden social. Fue en la ciudad tardocolonial, con sus múltiples colores, sus cercanías de contacto y su crecimiento demográfico, donde las identificaciones tradicionales sobre las personas se volvieron insuficientes hasta quebrarse. Progresivamente, estos individuos fueron desagregados de la clasificación de castas para ser resemantizados en categorías de pobres, definidos fundamentalmente por su lugar social. La referencia de identificación tuvo dos vertientes: por una parte, así como los nombraban las ordenanzas de Buen Gobierno, estuvo referida a su lugar social. La gente del común de la ciudad no era el lumpen que había que aislar, sino los pobres y libres que atacaba desde adentro los principios rectores del orden estamental y corporativo y que era necesario controlar de la manera que se sabía, esto es, poniéndolos bajo la autoridad de un vecino. Por otro lado, la referencia de identificación era la patria: el lugar de origen. Cada vez era más frecuente la expresión “natural de…”o “mozo de…” como única referencia de identidad, más allá de las señas personales. Para los pobres y libres fue necesario crear una legislación, y que fue principalmente el conchabo. Las ordenanzas de conchabo obligatorio eran dictadas ya como órdenes particulares o como disposiciones dentro de los Autos de Buen Gobierno desde 1780. Tenían una forma moderna de ayudar al funcionamiento de la economía que requería mano de obra estacional y a la vez, en concomitancia, una forma tradicional de incorporarlos al orden social. Originalmente, estaba dirigido a los pobres y no a los malos. El conchabo para vagos y malentretenidos fue una relación más tardía y que se desarrolló sobre todo en el siglo XIX. “Que los hombres se conchaben y las criadas busquen señoras”, dice en texto de los bandos. En este caso, las “criadas” no eran mujeres que pertenecían a una casa grande o que habían sido “criadas en casa de”, sino que se utilizó el término como una categoría laboral. Así, la diferencia entre conchabado y criada era que a las mujeres criadas no se les pagaba salario y a los hombres conchabados sí. También la movilización en los cuerpos de milicias fue una forma de incorporarlos al orden. Los jefes de las milicias fueron en general nuevos integrantes de la corporación de vecinos que hasta fines de la colonia tuvieron una posición marginal en el grupo.  Ellos reunían el capital mercantil y la propiedad de la tierra, siendo precisamente la relación que pudieran crear con la fuerza de trabajo, generalmente clientelar, la que determinaba el tipo de movilización que podía llevarse a cabo. La movilización política se hará muchas veces resignificando la misma noción de plebe, vaciándola de su contenido peyorativo y acercándola al concepto, si no directamente de pueblo, sí al de patria como comunidad de pertenencia. La extensión de la ciudadanía como un elemento central en la retórica liberal no significó que la plebe comience de hecho a formar parte del pueblo, de la comunidad de iguales sobre la que retrovertía la soberanía. Pero las diferentes formas de acción política y de incorporación de la plebe a los conflictos armados, sea como milicianos, como montoneros o simples vándalos, así como su participación como desestabilizadores en los conflictos internotabiliares, demuestran por lo menos que si la plebe tenía no una idea perfilada de cuál era el enemigo, sí la tenía de lo que era esperable de los líderes del incipiente Estado.