INVESTIGADORES
CASTELLO DUBRA Julio Antonio
congresos y reuniones científicas
Título:
La teoría del conocimiento sensible e intelectual en Ibn Sina
Autor/es:
CASTELLO DUBRA, JULIO ANTONIO
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Jornada; Ias Jornadas Nacionales de Filosofía; 2014
Institución organizadora:
Departamento de Filosofía de la Facultad de Filosofía y Letras, UBA
Resumen:
Ibn Sina (Avicena) es autor de una vasta síntesis filosófica entre el aristotelismo y el neoplatonismo, que tendrá una profunda influencia en la escolástica latina de los S. XIII y XIV. La segunda parte de su monumental enciclopedia titulada El libro de la curación contiene la física o filosofía de la naturaleza, en la cual se ubica el que los latinos conocieron como Liber sextus de naturalibus seu de anima. La teoría del conocimiento que allí desarrolla Ibn Sina amplía los desarrollos aristotélicos en el De anima, con aportes provenientes de Galeno -fundamentalmente en lo que hace a la localización de las potencias sensitivas interiores en áreas del cerebro-, pero también con aportes originales de Ibn Sina. El análisis de las facultades cognoscitivas del alma distingue un sentido externo, involucrado en la afectación material de un órgano corporal, y un conjunto de facultades pertenecientes al sentido interno: el sentido común, facultad bastante más amplia que la distinguida por Aristóteles, verdadero organizador de la percepción externa; la imaginación retentiva, que conserva las imágenes sensibles sin necesidad de la presencia del objeto; la imaginación formativa, que puede componer o dividir a su antojo contenidos sensibles retenidos en el alma; y la estimativa, que recibe determinaciones no sensoriales en sí mismas, como las nociones (intentiones) de beneficio o perjuicio, conveniencia o inconveniencia, pero las capta concomitantemente con las determinaciones sensoriales, tal como la oveja percibe la peligrosidad del lobo. A medida que el objeto sensible va a travesando esta serie de facultades se verifica un proceso de "abstracción", en la medida en que el objeto va siendo progresivamente desligado de la materialidad y de las condiciones relacionadas con la materia, básicamente, la singularidad. El tránsito de la sensibilidad al conocimiento intelectual supone el paso a un conocimiento de lo inteligible y universal. Pero lo característico del abordaje de Ibn Sina es que el conocimiento sensible no es, sentido estricto, condición de la captación intelectiva, sino a lo sumo, su mero antecedente. La abstracción de la materia que va realizando la sensibilidad simplemente se limita a "preparar" o "disponer" al intelecto para la recepción directa del contenido inteligible a partir de una fuente extrínseca. Este es el punto en el que una doctrina de la sensibilidad con fuentes aristotélicas y galénicas se conecta con una metafísica neoplatónica de emanación de inteligencias cósmicas a partir del Ser necesario, un locus farabiano retomado por Ibn Sina. Cabe distinguir entre un intelecto material, que se halla en potencia respecto de todas las formas inteligibles; un intelecto habitual, que es aquel que dispone en potencia de los inteligibles primeros, nociones y proposiciones por sí evidentes; un intelecto en acto, que es el que conoce actualmente dichos inteligibles; y un intelecto acomodado, que es surge cuando el intelecto se une con el Intelecto Agente separado y, como resultado de esa unión, se imprimen en él las formas inteligibles.