¿Capitalizar el afecto? El estudio de las organizaciones-bienestar en la protección social en la Argentina

CONSTANZA TABBUSH

Buenos Aires

Jornada; I Jornadas Regionales de Feminismos, Estado y los desafíos de la Praxis Política; 2014

CLACSO, UNSAM, UBA, UNAJ, FLACSO-URUGUAY

En el marco de la agenda regional de protección social de la última década, los estudios sobre género y pobreza se centraron en analizar las políticas públicas en sus interacciones con el mercado y los hogares. En especial, su foco estuvo en las transferencias de ingresos que se otorgan a mujeres de sectores populares para incentivar su consumo, más que su inserción en el mercado. Esta ponencia argumenta que este período histórico, a su vez, se caracteriza por una segunda arquitectura de protección que, sin embargo, ha sido poco explorada por esta literatura centrada en el Estado. Esta segunda arquitectura, que aquí denominamos organización-bienestar, se ancla en la esfera de la comunidad y la sociedad civil, y emerge del seno de movimientos y organizaciones sociales de sectores populares. Pudiendo observarse variados ejemplos en la región -desde organizaciones religiosas a movimientos sociales- en esta ponencia me centro en el estudio de caso de la Organización Barrial Tupac Amaru en la provincia de Jujuy, Argentina. Al analizar esta arquitectura de protección social desde una perspectiva de análisis centrada en los afectos, en tanto relaciones sociales y materiales, subrayo algunos aportes y preguntas para el campo de investigación sobre género y pobreza. Primero, la noción de organización-bienestar se distancia de las ya conocidas redes de supervivencia y reproducción material y social puestas en marcha en momentos de crisis. El análisis de este caso de estudio muestra que, por medio de la utilización de recursos federales y su resignificación de políticas sociales, esta organización disputa, a partir del 2004, las definiciones del bienestar de las políticas sociales y su organización de la afectividad, el género y la sexualidad. Esta noción de organización-bienestar se caracteriza por los siguientes rasgos: un anclaje territorial; proveer una red de bienes, servicios y derechos para sus miembros; un sentido de pertenencia colectivo por medio de retóricas religiosas, movimentistas, y/o otras.-; y un proyecto de futuro. Más aún, el ejemplo de la Tupac vuelve porosos los límites entre las categorías de movimiento, mercado, Estado, hogar y partido político. Segundo, este análisis identifica que en el funcionamiento de esta arquitectura son fundamentales tres dimensiones afectivas de la organización: el trabajo afectivo que actúa como puente de ingreso a la organización y acceso a su red de protección social; sus formas de organizar las relaciones de género y la sexualidad de sus miembros; y la circulación de pasiones -amores y odios- que se adhieren a las mujeres dirigentes. Este caso abre ciertos desafíos para el campo de estudios sobre género y pobreza: presenta nuevas problemáticas para la obtención de evidencia empírica; y reaviva el estudio de los intermediarios entre el Estado y los hogares, entendidos no tanto como generadores de ineficiencias y distorsiones de implementación, sino también como agentes que tensan las nociones y la organización de la intimidad presente en las políticas públicas.