Estimación de heredabilidad de intervalo entre partos en Brangus mediante muestreo de gibbs

CANTET, R. J. C.; BIRCHMEIER, A. N.; MUNILLA, S.; CAPPA, E. P.

Tandil, provincia de Buenos Aires, Argentina

Congreso; 27º Congreso Argentino de Producción Animal; 2004

Asociación Argentina de Producción Animal

Existen caracteres continuos cuya distribución es una normal-sesgada. Un ejemplo de ellos es el intervalo entre partos (IEP), soliendo haber un mayor número de vacas con observaciones inferiores al promedio que las que lo superan. Entonces existirá mayor probabilidad a la derecha de la distribución que a la izquierda, donde la cola cae más suavemente. Este sesgo positivo permite ser modelado por la distribución normal sesgada que posee un parámetro adicional a la media y a la varianza: d o parámetro de sesgo. El IEP es un carácter factible de calcular en la evaluación genética de bovinos empleando todas las fechas de parto de una vaca. La importancia del carácter está en su asociación directa con el objetivo de producir un ternero por año en la cría: vacas con IEP más cortos tienden a ser más fértiles que vacas que alargan sus IEP. Como la heredabilidad estimada ha sido baja, se ha desalentado la selección por IEP. Esto no implica que haya toros cuyas hijas tengan bajos IEP: sólo que encontrarlos es más difícil cuanto menor es la heredabilidad. Se utilizaron los registros de la Asociación Argentina de Brangus para estimar los parámetros de dispersión y eld del IEP, de modo de contar con una evaluación genética para el carácter. La estimación se realizó con 8427 observaciones provenientes de 5413 vacas, en partos ocurridos entre 1978 y 2003, en 17 establecimientos. El total de animales incluidos en el archivo de pedigrí fue de 5762. El número de partos por vaca osciló entre 1 y 10 IEP. El modelo mixto de análisis incluyó los efectos fijos clasificatorios de rodeo-año de parto, orden de parto (primer IEP vs. IEP restantes) y la covariable edad de la vaca al parto (en días). Los efectos aleatorios fueron los valores de cría de los animales y el efecto individual ambiental de la vaca. La matriz de covarianzas de éste último efecto fue diagonal en bloques por vaca. La estructura de esta matriz consideró la disminución de la correlación entre registros de una misma hembra, de modo tal que observaciones más cercanas en el tiempo estuvieran más correlacionadas que IEP más distantes. El ‘error’ del modelo se separó en una variable con distribución medio-normal positiva multiplicada por d, más el error puro normal independiente e idénticamente distribuido. Los parámetros fueron estimados mediante un método Bayesiano conjugado empleando muestreo de Gibbs. Las distribuciones a priori fueron normales para: 1) los efectos fijos (asumiendo un valor muy elevado para sus hipervarianzas, de modo tal que la distribución posterior integre a uno); 2) los valores de cría y 3) los efectos ambientales individuales dentro de vaca. Las varianzas aditiva, individual ambiental y del error siguieron distribuciones a priori chi-cuadrado invertida, y para el parámetro de sesgo se asumió una distribución normal. Empleando una única cadena de Gibbs, se realizaron 50000 muestreos de todos los parámetros del modelo, mediante un programa escrito especialmente en lenguaje FORTRAN. Las distintas distribuciones posteriores se ajustaron a las réplicas por métodos de estimación del núcleo de la densidad. La media posterior de la heredabilidad fue 0,0143, su varianza 0,000037 y el desvío estándar posterior 0,0058. La media posterior estimada de la varianza individual ambiental entre vacas fue 2815 días2 y la de d fue igual a 3,92, en concordancia con sesgo hacia la derecha. El rango de valores de cría predichos para IEP fue de 17 días, mientras que los valores de exactitud fueron entre 0,01 a 0,60. Estos resultados posibilitan el desarrollo de la evaluación genética para IEP en el Brangus argentino, permitiendo la inclusión de un carácter asociado con la fertilidad en el objetivo de selección.