INVESTIGADORES
KROHLING Daniela Mariel Ines
congresos y reuniones científicas
Título:
Secuencias cuaternarias loess-paleosuelos y arena eólica-paleosuelos de la llanura pampeana: avances en la correlación a escala regional.
Autor/es:
KRÖHLING, DANIELA
Lugar:
San Salvador de Jujuy
Reunión:
Congreso; XVII Congreso Geológico Argentino; 2008
Institución organizadora:
AGA- Asociación Geológica Argentina
Resumen:
Esta contribución pretende avanzar en la reconstrucción de los escenarios ambientales ocurridos en el Sistema Eólico Pampeano (SEP; Iriondo y Kröhling, 1996) durante el Cuaternario, a través de la integración de datos propios con resultados recientes producidos por otros autores en la región. La investigación se centró en numerosos datos geomorfológicos, estratigráficos y paleopedológicos propios de campo, complementados con resultados granulométricos, mineralógicos y cronológicos, distribuidos ampliamente en la región que abarca el noreste del Subsistema Mar de Arena Pampeano (MAP) y prácticamente la totalidad del Subsistema Faja Periférica Loéssica (FPL) del SEP. La información de campo fue obtenida a partir del relevamiento y del estudio detallado de numerosas secuencias aflorantes en perfiles naturales y artificiales de la región (Cuaternario Superior). En los últimos años se ha extendido la investigación a gran parte de la columna cuaternaria pampeana, a partir de la ejecución de perforaciones de investigación con extracción de testigos indisturbados y la realización de detallados análisis sedimentológicos (cabe citar como perforación representativa en la FPL al Pozo San Guillermo, 30º15´S y 61º50´O, con 101.50 m perforados; en el noreste del MAP los pozos más importantes se realizaron en: Teodelina, 34º11´S y 61º31´O; 12.15 m bbp y en Diego de Alvear, 34º23´S y 62º 08´O; 15.15 m bbp). La reciente participación de especialistas extranjeros en el estudio pedoestratigráfico de secuencias loéssicas aflorantes en la llanura Pampeana permitió especialmente lograr avances en la cronología cuaternaria. Sin embargo, parte de dichos estudios no han sido correctamente integrados en una escala regional debido a que en general los paleosuelos o los materiales parentales analizados en afloramientos fueron diferenciados en sitios aislados, algunas veces presentando marcada influencia de condiciones locales. Incluso algunos de los trabajos recientes intentan una reconstrucción paleoclimática o paleoambiental de la gran llanura argentina, sin estar basados en un esquema estratigráfico coherente y/o en un correcto análisis geomorfológico. En una primera aproximación del análisis que se presenta, grandes ambientes geomorfológicos son discriminados en la Pampa: el piedemonte de las Sierras Pampeanas, las grandes fajas fluviales y la llanura interior. Diferencias significativas registradas entre secuencias loess-arena eólica-paleosuelos son explicadas por su posición geomorfológica dentro de los grandes ambientes caracterizados. Resulta más difícil discriminar influencias microclimáticas para paleosuelos desarrollados en valles fluviales, depresiones cerradas, etc. Un resultado importante deducido de la comparación de los grandes ambientes geomorfológicos de la región es la existencia de dos fuertes períodos formadores de suelos en el último ciclo glacial - interglacial, que desarrollaron suelos extensivos de distribución regional. Dichos suelos tienen gran significado paleoclimático al indicar la existencia de períodos de relativa estabilidad del paisaje bajo condiciones climáticas más benignas, si son comparadas con las fases áridas o semiáridas caracterizadas en la región por eventos de acumulación eólica y/o fases erosivas. El suelo desarrollado durante el Optimum Climaticum del Holoceno (Alfisol) es un distintivo marcador pedoestratigráfico, identificado en las principales unidades geomorfológicas definidas en la FPL y en el NE del MAP y aun en áreas vecinas de la llanura Pampeana. En una unidad geomorfológica de menor representatividad areal (paleovalles fluviales generados muy probablemente en el EIO3 ?Pleistoceno Superior-) el suelo enterrado holoceno forma un pedocomplejo acrecionario compuesto por horizontes argílicos separados por capas loéssicas o por lentes de ceniza volcánica, esta última concentrada por procesos coluviales y aluviales. El paleosuelo correlacionado con parte del EIO5 (Frechen et al., 2003; Kemp et al., 2006) tuvo mayor grado de desarrollo en la región, tomando como base los rasgos pedológicos observados in situ, aunque su nivel de preservación fue menor comparado con el del suelo holoceno. El período EIO3 muestra una señal pedogénica más débil que los anteriores, aunque fue regionalmente importante.