INVESTIGADORES
MEDINA Matias Eduardo
congresos y reuniones científicas
Título:
Continuidades y Rupturas en la Ocupación del Alero Tala Huasi (935-1676 d.C., Punilla, Córdoba). La Información Zooarqueológica y Arqueobotánica
Autor/es:
PASTOR, S.; MEDINA, M.; LÓPEZ, L.
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Congreso; V Congreso Nacional de Arqueología Histórica Argentina; 2012
Resumen:
En este trabajo se presentan los primeros resultados obtenidos de las excavaciones del sitio multicomponente Tala Huasi, con especial énfasis en los datos zooarqueológicos y arqueobotánicos. El sitio arqueológico Tala Huasi comprende un abrigo rocoso localizado en una quebrada lateral al principal colector de la cuenca, el río San Antonio, en la porción sur del valle de Punilla. Posee un amplio talud con abundantes restos cerámicos y líticos superficiales. Además, sobre rocas planas dispuestas a escasos metros del alero y aún en su interior, se registraron instrumentos de molienda fijos (cuatro morteros y ocho molinos planos). Este instrumental pudo ser utilizado simultáneamente por al menos nueve personas, superando las necesidades de una unidad doméstica.  Desde una perspectiva mas regional, los asentamientos residenciales prehispánicos más cercanos se encontraban entre uno y tres kilómetros de distancia del alero. Por la información que disponemos a escala regional, se trata de sitios residenciales a cielo abierto emplazados en terrenos sedimentarios óptimos para el cultivo. Los mismos presentan evidencias superficiales y estratigráficas de realización de actividades múltiples propias de los espacios domésticos, incluyendo la producción de alimentos. También se registran numerosos sitios compuestos por numerosos instrumentos de molienda fijos sobre rocas planas. La mayoría se concentran junto al rio San Antonio. Se interpreta a estos sitios como sitios de molienda colectiva, con un número de morteros que supera las necesidades de una simple unidad doméstica. Los sitios de este tipo que incluyen depósitos estratificados y han sido objeto de excavaciones aportaron información sustancial sobre el consumo de alimentos, comprendiendo una variedad de recursos silvestres obtenidos en el entorno inmediato de los sitios o trasladados desde considerables distancias (Medina et al. 2011; Pastor 2007). En otros casos sobresalen las expresiones de arte rupestre, con el despliegue de una modalidad estilística y de una temática diferente de aquella que se ponía en juego en los contextos de interacción de escala doméstica (Pastor 2009, 2010; Recalde y Pastor 2012). De acuerdo con la información obtenida hasta el momento, la apropiación, procesamiento y consumo grupal de recursos silvestres jugó un papel importante para la reproducción biológica y social, puesto que permitió fortalecer la integración entre las diferentes unidades sociales, reducir y/o enfrentar conflictos, intercambiar información, incrementar los recursos explotados y resolver las incongruencias espacio-temporales de su distribución (Pastor 2007, 2009).   Sin embargo, este lugar en las márgenes del arroyo Seco también fue elegido en forma repetida por la convergencia del curso de agua, de un pozo que garantizaba una significativa acumulación hídrica, por la protección ofrecida por el alero y por el emplazamiento en una de las cabeceras del valle, con posibilidades de acceso relativamente próximo al microambiente de pastizales de altura y sus recursos. La excavación de 3,5 m2 dentro del área protegida por el alero, con profundidades máximas de 55 cm, permitieron conocer su secuencia ocupacional. Toda la secuencia del depósito está dominada por materiales cerámicos y líticos cuyas características tecnológicas y estilísticas son distintivas del Período Prehispánico Tardío (ca. 1100-300 AP). Sin embargo, el estudio detallado de las discontinuidades estratigráficas, las dataciones radiocarbónicas y los materiales faunísticos asociados permitieron diferenciar dos componentes arqueológicos.  Las ocupaciones iniciales, correspondientes al período prehispánico tardío, fueron identificadas entre los 40 y 55 cm de profundidad (Figura 4). Con una muestra de carbón concentrado, recogida aproximadamente a los 50 cm, se obtuvo una datación de 970 ± 110 AP (LP-2362). Los materiales arqueológicos asociados corresponden a fragmentos de recipientes cerámicos, instrumentos líticos, desechos de talla y restos faunísticos, con características tecnológicas comunes para los contextos regionales de este período (Dantas y Figueroa 2008; Medina 2010; Pastor 1999). Entre los restos faunísticos se destacan los artiodáctilos, incluyendo camélidos (Lama cf. L. guanicoe) y venados de las pampas (Ozotoceros bezoarticus). Estos animales, considerados como carcasas individuales, fueron las principales presas consumidas en el alero. Su captura implicó traslados hacia los pastizales de altura, el hábitat de tales especies. El NISP también sugiere un significativo consumo de pequeños vertebrados, incluyendo armadillos (Chaetophractus sp., Dasypus sp.), roedores (Caviinae, Ctenomys sp.), lagartos (Tupinambis sp.), ranas (Anura) y aves pequeñas como perdices (Tinamidae) y palomas (Zenaida auriculata). Un patrón que distingue al Alero Tala Huasi son las evidencias del consumo de peces, tratándose del único contexto arqueológico de las sierras de Córdoba donde se recuperaron restos de animales de este tipo.3 Se identificaron varias especies a distintos niveles taxonómicos, incluyendo viejas del agua (Loricariidae, Rineloricaria sp. e Hypostomus sp.), tarariras (Hoplias malabaricus), sábalos (Prochilodus lineatus) y dientudos (Oligosarcus jenynsii) (Tabla 1). Muchos de ellos presentaron termoalteraciones en las espinas dorsales. Entre los restos faunísticos más abundantes se encuentran las cáscaras de huevos de ñandú o choique (Rhea spp.), que complementan la información sobre las prácticas recolectoras (Tabla 1). Como ocurre habitualmente en toda la región, no se recuperaron vestigios de vegetales comestibles debido a las limitaciones de conservación arqueológica. El procesamiento y consumo de este tipo de recursos sólo está sugerido indirectamente por los instrumentos de molienda. En forma adicional, los huevos de Rhea spp. constituyen un firme indicador de la estacionalidad de las ocupaciones, ya que sólo estuvieron disponibles en la temporada de postura y anidación, a fines de primavera y durante el verano. Esta expectativa es reafirmada por otros restos como los huesos de lagarto (Tupinambis sp.), pues se trata de un animal que es mayormente activo en esta misma época del año.