INVESTIGADORES
MUÑOZ MEDINA Ceferino Pablo Daniel
congresos y reuniones científicas
Título:
Cayetano y el problema de la inmortalidad del alma
Autor/es:
CEFERINO P.D. MUÑOZ
Lugar:
Rosario
Reunión:
Jornada; IV Jornadas de Filosofía Patrística y Medieval ?La identidad propia del pensamiento patrístico y medieval: ¿identidad y pluralidad??; 2011
Institución organizadora:
?STUDIUM? CENTRO DE ESTUDIO E INVESTIGACIÓN EN FILOSOFÍA PATRÍSTICA Y MEDIEVAL. U.N.ROSARIO
Resumen:
No deja de sorprender y desconcertar a propios y extraños que Cayetano, el comentador clásico de Santo Tomás, al final de su vida haya llegado a la conclusión de que no es racionalmente posible demostrar la inmortalidad del alma humana, y que de la cuestión sólo se puedan dar rationibus probabilibus1. Con ánimo de intentar comprender los motivos de tal postura, el presente trabajo se dividirá, básicamente, en dos partes. En la primera se intentará reseñar las diferentes posiciones de Tomás de Vio en torno a este tema. Al respecto, hay un acuerdo generalizado entre los estudiosos en dividir la evolución del pensamiento cayetanista en tres etapas. En la primera hay una fidelidad al pensamiento de Santo Tomás; en la segunda Cayetano sostiene la demostración racional de la inmortalidad del alma, pero niega, contra el Aquinate, que Aristóteles admita esa inmortalidad; y en la tercera el de Gaeta afirma que sólo por la fe es demostrable tal inmortalidad. En la segundo apartado de esta ponencia se pretenderá indagar en las posibles causas que llevaron al Cardenal de San Sixto a disentir y hasta contradecir la postura de su maestro Tomás de Aquino. Para ello se traerán las respuestas de diferentes estudiosos que intentaron contestar la pregunta de por qué el ilustre discípulo llegó a negar que se pueda alcanzar racionalmente la demostración de la inmortalidad del alma. Finalmente, se analizarán esas posibles respuestas y se intentará una síntesis que, se espera, pueda convertirse en un modesto aporte para iluminar semejante dificultad, a fin de contribuir a poner en tela de juicio la supuesta unidad doctrinal entre el Angélico y su comentador más reconocido, por lo menos en este importantísimo tema de la inmortalidad del alma.