INVESTIGADORES
GIMENEZ Mario Ernesto
congresos y reuniones científicas
Título:
ESTRUCTURACIÓN CENOZOICA DE LOS ANDES NORPATAGÓNICOS (40°-43° S)
Autor/es:
ORTS, DARIO; FOLGUERA, ANDRES; GIMENEZ, MARIO E; RUÍZ, FANCISCO; ROJAS VERA, EMILIO; LINCE KLINGER, FEDERICO
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; XIX Congreso Geológico Argentino; 2014
Institución organizadora:
Asociación Geológica Argentina
Resumen:
La evolución oligocena a cuaternaria de los Andes Norpatagónicos entre los 40 y los 43°S es analizada integrando información geológica y geofísica con el objetivo de caracterizar los procesos deformacionales que actuaron en ese periodo y establecer su relación con la formación de cuencas. Esta región está caracterizada por una faja plegada y corrida dominada por estructuras de piel gruesa, cuya principal estructuración se habría producido entre los ~18 y 11 Ma. El progresivo avance de la cuña orogénica durante el Mioceno habría dado lugar al desarrollo de la cuenca de antepaís de Ñirihuau-Collón Curá. Previamente a esta fase compresiva el área fue afectada por una fase de extensión durante el Oligoceno a Mioceno temprano involucrando extensas fajas volcaniclásticas dentro del segmento, así como también han sido desarrolladas en amplios sectores a los largo los Andes Centrales (Jordan et al. 2001). Evidencias de campo y subsuelo sobre el control de estructuras extensionales indican que el relleno inicial de la cuenca estaría regido por esta fase extensional. Por medio de perfiles sísmicos de reflexión se pudo reconocer la estructura somera de la región del retroarco. Allí se pudieron reconocer una serie de hemigrábenes parcialmente invertidos correspondientes a la etapa del Oligoceno a Mioceno temprano relacionada a la ocurrencia de la faja magmática de El Maitén (Rapela et al. 1988) y a las sedimentitas de la sección inferior de la Formación Ñirihuau (Cazau et al. 1989) (Fig. 1). Este volcanismo correspondiente a la Formación Ventana ha sido relacionado a procesos sinextensionales en base a su geoquímica (Rapela et al. 1988, Aragón et al. 2011). Las estructuras extensionales fueron invertidas y cubiertas progresivamente por las sucesiones del Mioceno inferior a superior interpretadas como depósitos sinorogénicos que conformarían una cuenca de antepaís a estas latitudes (Cazau et al., 989, Giacosa et al. 2005, Paredes et al. 2009). Equivalentes marinos en la sub-cuenca El Bolsón, han presentado a partir de dataciones U/Pb en circones detríticos edades máximas de sedimentación entre 21-17 Ma (Encinas et al. 2011). Particularmente, en el área del cerro Plataforma (18,3 Ma) se han reconocido discordancias progresivas que son interpretadas como el inicio de la deformación compresiva. Hacia la región de antepaís la Formación Collón Curá (16-11 Ma) sobreyace de manera discordante a la Formación Ñirihuau (Mazzoni y Benvenuto 1990, Bechis y Cristallini 2006, Bilmes et al. 2012). Su depocentro máximo se encuentra desplazado hacia el este con respecto al depocentro mioceno inferior a medio de la Formación Ñirihuau (Giacosa et al. 2005, Orts et al. 2012). En el ámbito de la cuenca frontal y el antepaís fragmentado estas unidades se encuentran asociadas a discordancias progresivas (Ramos et al. 2011, García Morabito y Ramos 2012, Bilmes et al. 2012), indicando la progresión oriental de la deformación de la faja plegada y corrida andina a estas latitudes. A partir de la construcción de cinco secciones estructurales balanceadas y restituidas, se observa un gradiente de acortamiento a lo largo del rumbo andino. Un acortamiento máximo de 18,7 km (15,34%) fue determinado a los 41º30?S. En torno a esta latitud se puede destacar que en esta zona se han elevado de manera diferencial bloques de basamento en el retropaís y el sector precordillerano aledaño al frente orogénico. En el sector cordillerano se destaca la mayor presencia de afloramientos de rocas metamórficas del Complejo Colohuincul (Dalla Salda et al. 1991) y rocas ígneas correspondientes al Batolito Subcordillerano (Gordon y Ort 1993). Hacia el este, en el frente orogénico de este sector se encuentran las acumulaciones sinorogénicas más potentes y que a su vez conforman el sector con mayor amplitud oriental de la cuenca de antepaís. Adicionalmente, en este sector a partir de la recopilación de datos existentes en el área de estudio se observa una distribución oriental anómala de las rocas relacionadas al arco mioceno, con respecto a los sectores inmediatamente aledaños a este segmento. Está configuración sería indicativa de un cambio en los parámetros de subducción para aquél momento coetáneo con el desarrollo de la faja plegada y corrida. Adicionalmente, fue evaluada la estructura cortical profunda a través de la inversión de modelos de gravedad que permiten inferir zonas atenuadas en el Moho. Estas zonas coinciden espacialmente con la ocurrencia de unidades volcánicas de intraplaca de menos de 5 Ma. A su vez coinciden con las anomalías sugeridas por la somerización de las isotermas de Curie calculadas a partir de datos magnéticos. Finalmente, el análisis de la estructura litosférica, derivado de cálculos de espesor elástico y su comparación con tomografías sísmicas y modelos de densidad publicados recientemente (Ta?árová 2007) sugieren la existencia de raíces litosféricas relativamente profundas por debajo del Macizo Norpatagónico. Cambios en la convergencia de placas durante el Neógeno, en conjunto con estas heterogeneidades de la placa superior, podrían haber inducido el desarrollo de un régimen de subducción somera en el Mioceno, de manera similar a propuestas derivadas de modelos numéricos para otros segmentos Andinos. Este régimen hipotético justificaría las expansiones de arco coetáneas a la fragmentación del área del antepaís y la consecuente carga orogénica con la formación de una cuenca de antepaís frontal.