CIGEOBIO   24054
CENTRO DE INVESTIGACIONES DE LA GEOSFERA Y BIOSFERA
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
ESTRUCTURAS OBLICUAS AL ORÓGENO ANDINO Y SU RELACIÓN CON EL EMPLAZAMIENTO DEL MAGMATISMO MIOCENO EN LA REGIÓN DE HUALILÁN (PRECORDILLERA DE SAN JUAN)
Autor/es:
ORIOLO, SEBASTIAN; JAPAS, SILVIA; CRISTALLINI, ERNESTO; GIMENEZ, MARIO E
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; XIX Congreso Geológico Argentino; 2014
Institución organizadora:
Asociación Geológica Argentina
Resumen:
En la región de los Andes Centrales ubicada entre los 27° y los 33° S se localiza la zona de flat?slab pampeana, la cual se encuentra vinculada al proceso de subducción subhorizontal producto de la colisión y posterior subducción de la dorsal de Juan Fernández. Este proceso habría comenzado en el Mioceno, dando lugar así a la progresiva migración hacia el antepaís del magmatismo de arco y la deformación (Ramos et al. 2002). Si bien numerosos autores han caracterizado la estructura del antepaís andino, particularmente en el área precordillerana (Allmendinger et al. 1990, Cristallini y Ramos 2001, entre otros), las referencias a estructuras oblicuas al orógeno en dicho sector son mucho más escasas. En este contexto, sobresalen las contribuciones de Baldis y Vaca (1985), Japas (1998), Ré et al. (2000, 2001), Japas et al. (2002a, b) y Ré y Japas (2004), que reportan la presencia de estructuras transtensivas de rumbo ONO y ENE. El área de estudio se ubica en la localidad de Hualilán, en la Precordillera Central de San Juan. La columna estratigráfica incluye rocas sedimentarias ordovícicas (Fm. Sierra de la Invernada y Fm. San Juan), silurodevónicas (Gr. Tucunuco y Gr. Gualilán) y miocenas (Fm. Cuculí), rocas subvolcánicas miocenas, y depósitos cuaternarios aluviales, eólicos y de barreal. Las rocas subvolcánicas comprenden filones, diques y domos subvolcánicos de composición dacítica. En esta región se han reconocido una serie de fallas y lineamientos de rumbo ONO a ENE subverticales que mayormente cortan y desplazan a los corrimientos y estructuras de rumbo NNE a NNO (Oriolo 2012). Los indicadores cinemáticos obtenidos en zonas de cizalla frágil-dúctiles desarrolladas en las rocas subvolcánicas reflejan desplazamiento de rumbo dominante para las estructuras ONO a ENE, si bien también presentan una componente de inclinación subordinada de tipo normal (Oriolo et al. 2013). También se encuentran vetas mineralizadas asociadas al magmatismo mioceno con orientaciones ~E-O (Pelichotti 1976), situación que confirma la presencia de una componente de extensión. A partir del procesamiento de la información aeromagnetométrica de la base de datos del SEGEMAR, se obtuvieron las cartas de campo magnético reducido al polo, primera derivada vertical y horizontal y SPI (Source Parameter Imaging). La reducción al polo ha permitido definir dos dominios litomagnéticos contrastantes de acuerdo a variaciones significativas en los parámetros del campo magnético. Estos resultados pueden explicarse satisfactoriamente como el resultado del fuerte contraste de propiedades magnéticas entre las rocas ígneas miocenas y su roca de caja sedimentaria. Por otra parte, se definieron lineamientos magnéticos sobre las cartas de primera derivada vertical y horizontal. La interpretación de estos datos muestra la presencia de lineamientos de rumbo NNE a NNO y ONO a ENE. Estos últimos se encuentran espacialmente asociados a los dominios litomagnéticos interpretados como rocas subvolcánicas, los cuales afloran en la sierra de la Mina y tendrían continuidad bajo los depósitos modernos de barreal. Finalmente, la carta de SPI muestra segmentación de los lineamientos submeridionales en aquellos sectores donde se ubican los lineamientos oblicuos. Asimismo, los resultados obtenidos por este método sugieren estructuras cuyas profundidades son generalmente menores a 5 km. Si bien no existe información geocronológica disponible, las relaciones de campo muestran que las dacitas intruyen a las rocas de la Fm. Cuculí, cuyo techo tendría una edad acotada entre 10,8 y 10,4 Ma (Jordan y Damanti 1990, Jordan et al. 1990). Asimismo, las edades radimétricas obtenidas en otras rocas volcánicas y subvolcánicas de la Precordillera se ubican entre los 9 y los 6 Ma (Kay y Mpodozis 2002), lo cual permite sugerir que las dacitas tendrían una edad inferior a 10 Ma, probablemente dentro del rango mencionado. Por otra parte, las relaciones de corte revelan que la actividad tectónica de las estructuras de rumbo ONO y ENE posdatan los principales pulsos de actividad de los corrimientos andinos localizados en el área de estudio (Pelichotti 1976, Oriolo 2012). Dichos pulsos se encontrarían aproximadamente comprendidos en el período 21- 9 Ma de acuerdo a los datos presentados por Jordan et al. (1993, 2001) y Zapata y Allmendinger (1996) a los 30° S. Por lo tanto, la principal actividad tectónica de las estructuras oblicuas se habría desarrollado con posterioridad a los 9 Ma. La información de campo obtenida sugiere una relación espacial entre el magmatismo mioceno y las estructuras de rumbo ONO y ENE, lo cual se ratifica mediante información geofísica. Dichas estructuras, cuyas profundidades indicarían que se encuentran desarrolladas en un basamento pre?mioceno, serían el principal control estructural en el emplazamiento del magmatismo. Si bien estas estructuras presentan deformación por desplazamiento de rumbo dominante, la componente de desplazamiento normal permitiría la extensión local necesaria para el ascenso y emplazamiento del magmatismo (Acocella y Funiciello 2010). Asimismo, la similitud en las edades estimadas para las dacitas y su mineralización asociada y la actividad de las estructuras oblicuas refuerzan la hipótesis de dicho control estructural. Resultados similares fueron propuestos por Chernicoff y Nash (2002) a los ~29°45´ S, donde también se verifica que los principales pulsos de estructuración de la faja plegada y corrida de la Precordillera preceden la actividad ígnea y de las estructuras oblicuas. En su conjunto, esto refleja una relación temporal inversa a la propuesta por Kay y Abbruzzi (1996), quienes sugieren que el magmatismo favorece en la Precordillera la estructuración de la faja plegada y corrida por efecto térmico, de forma similar a lo propuesto para las Sierras Pampeanas (Ramos et al. 2002). Esta diferencia podría explicarse de acuerdo al comportamiento reológico contrastante de ambas unidades morfoestructurales, ya que las secuencias de piel fina que constituyen la Precordillera son más fácilmente deformables que los bloques de basamento de las Sierras Pampeanas, por lo cual podrían haber prescindido del efecto térmico para su deformación y estructuración.