INVESTIGADORES
CARMAN Maria
congresos y reuniones científicas
Título:
ntre el arte de vanguardia y los sectores fuera de mapa. La experiencia de Estudio Abierto en el barrio del Abasto de Buenos Aires
Autor/es:
CARMAN, MARÍA
Reunión:
Congreso; Primer Congreso Internacional “La cultura de la cultura en el Mercosur; 2004
Institución organizadora:
Casa de la Cultura, Salta, Argentina.
Resumen:
Interesa analizar aquí las repercusiones de la muestra multidisciplinaria Estudio Abierto, que tuvo lugar en el barrio del Abasto de Buenos Aires a lo largo de cuatro fines de semana de junio de 2002. Este evento fue organizado por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, y consistía en una serie de actividades gratuitas: visitas guiadas a ateliers, degustación de comidas típicas de la zona, obras de teatro del off de la avenida Corrientes, etc. Los acontecimientos fuera de lo ordinario, a mi criterio, establecen una determinada jerarquía de los elementos cotidianos de una dinámica local: ¿qué nuevos ordenamientos y oposiciones aparecen en ocasión de una fiesta, o de cierta fecha clave de las efemérides vernáculas? ¿Qué actores participan en la creencia, y cuáles permanecen, por el contrario, fuera de juego? El evento consagró cierta forma de leer e interpretar el espacio, otorgándole visibilidad a sitios ignotos aun para los vecinos, e incluyendo otros no pertenecientes al barrio como parte de él. En este sentido, Estudio Abierto se encargó de legitimar[1] lo que ya venía sucediendo en los años previos a su aparición: el proceso de ennoblecimiento y recualificación cultural del Abasto. El fenómeno de Estudio Abierto puede leerse, por un lado, como un ensanchamiento de las fronteras locales a partir de sucesivos “añadidos” de cultura de barrios próximos: ateliers de Almagro considerados como parte del Abasto, por ejemplo.  Pero al mismo tiempo, este “nuevo” y más abarcador Abasto estrecha sus límites a aquellos cuyo valor cultural no sería, por su carácter de excluidos, más que defecto y denegación. [1] Dicho trabajo de legitimación cobra cabal sentido si tenemos en cuenta –nunca está de más recordarlo- que el Estado detenta el monopolio de la nominación oficial y de la clasificación correcta (Cfr. Bourdieu, 1990: 298 y 1993: 141).