IDIHCS   22126
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
El colapso de la dicotomía hecho-valor desde el pragmatismo de C.I. Lewis
Autor/es:
SÁNCHEZ GARCÍA VICTORIA PAZ
Lugar:
Salvador de Bahia
Reunión:
Congreso; XVII Congreso Interamericano de Filosofía: "Ciencia y Sociedad"; 2013
Institución organizadora:
Sociedad Interamericana de Filosofía (SIF), Asociación Nacional de Posgrado en Filosofía, Universidad Nacional de Bahía y Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas de la UFBA
Resumen:
La idea de ciencia libre de valores ha sido uno de los pilares más importantes de la concepción moderna de ciencia predominante incluso hasta nuestros días, aunque con diversos matices. Desde dicha perspectiva, se considera que la ciencia es objetiva y racional, y que describe el mundo tal como es; la verdad o falsedad de sus afirmaciones depende sólo de la evidencia empírica y de la correcta aplicación de ciertas reglas inferenciales, independientemente del sujeto que lleve a cabo la contrastación y de su perspectiva moral y política. La ciencia versa sobre los hechos; las cuestiones morales, políticas y valorativas en general, son independientes y pertenecen a otro dominio. Este otro dominio, por su parte, es concebido como subjetivo y no susceptible de argumentación racional. Ambos son independientes y autónomos, de modo que ciencia y valores no se confunden. Varios han sido los ataques y desafíos a esta idea de ciencia, la mayoría orientados a disolver la dicotomía hecho-valor (aunque no así la distinción misma), mostrando los puntos en que ambos dominios se vinculan, relacionan o, incluso, se interpenetran. En el presente trabajo, nos proponemos analizar los argumentos que presenta el filósofo pragmatista C.I. Lewis en contra de dicha dicotomía. Consideramos que es posible reconocer en el pragmatismo conceptualista lewisiano -particularmente en sus obras tardías-, dos líneas argumentativas centrales en contra de la dicotomía hecho-valor y a favor de la tesis de que ambos términos se encuentran estrechamente vinculados. O, en palabras de Hilary Putnam, se encuentran entangled. Una de estas líneas de argumentación consiste en señalar la dimensión valorativa ineludible en toda consideración de carácter fáctico, es decir, señalar la presencia y el rol que juegan los valores a la hora de reconocer y considerar un hecho como tal. La tesis principal de Lewis al respecto afirma que el valor es el aspecto o característica más importante y fundamental de las cosas, objetos y situaciones porque es la piedra de toque a partir de la cual nos relacionamos con el entorno, ordenamos y otorgamos significatividad a nuestra experiencia, y caracterizamos y constituimos los objetos como tales. Dicha tesis encuentra sus fundamentos claves en la máxima pragmática tal como la formulara Ch. S. Peirce y en la teoría del significado pragmatista, pilares que retoma y comparte C.I. Lewis al desarrollar su argumentación. Desde esta perspectiva, qué sea un hecho es una cuestión que se encuentra, desde el comienzo, atravesada y constituida por una valoración determinada, al punto que la propia distinción hecho-valor es una que supone e involucra una clasificación que responde, en cierta manera, a criterios pragmáticos y no a una distinción metafísica impuesta por la realidad misma. La segunda línea argumentativa señala, de modo inverso, la dimensión fáctica inherente a toda consideración de carácter valorativo. La tesis central de Lewis al respecto establece a los valores como hechos, a los juicios de valor como juicios de hecho y a la teoría de la valoración como una forma de conocimiento empírico. En efecto, el valor es una cualidad de un objeto, una propiedad residente en su naturaleza en virtud de la cual produce, o es capaz de producir, ciertos efectos que inciden en la calidad del vivir humano; al igual que otras propiedades, el valor se descubre empíricamente, es aprendido mediante observación y experimento, y es formulado como una generalización inductiva. Del mismo modo, los juicios de valor son juicios empíricos y lo que determina su verdad o falsedad y la validez de su justificación no difiere esencialmente de aquellos juicios que atribuyen propiedades sensibles. Desde esta perspectiva, según Lewis, no existe tal dicotomía entre hechos y valores en la medida en que el valor es un hecho empírico tan objetivo como cualquier otra cualidad sensible. Partiendo, entonces, del desarrollo de las líneas de argumentación aludidas, pretenderemos mostrar que la propuesta filosófica de Lewis proporciona elementos teóricos que permiten: reconfigurar la relación entre hecho y valor de tal modo que todavía resulta posible sostener una distinción significativa ?y no una dicotomía- entre ciencia y valores; avanzar hacia una reflexión más integral de la práctica científica; y habilitar una discusión responsable acerca de la racionalidad y la objetividad tanto en ciencia como en ética.