IDIHCS   22126
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Política, arrendamientos, cuestión social y corporaciones durante el gobierno peronista
Autor/es:
SILVIA LÁZZARO
Lugar:
Rosario, Santa Fe.
Reunión:
Jornada; Tierra y movimientos sociales en la Argentina. A cien años del Grito de Alcorta; 2012
Institución organizadora:
Instituto de Investigaciones de la Fac. de Humanidades y Artes (UNR) y el equipo de investigación del PIP/CONICET, IdIHCS/UNLP/CONICET, "Actores sociales, Estado y Política en el agro pampeano, 1930-2008
Resumen:
El propósito es  la investigación, de las políticas agrarias del peronismo, especialmente las relacionadas con el factor productivo tierra, tratando de indagar si las mismas responden a reivindicaciones y demandas de las diferentes organizaciones rurales; a iniciativas del Estado, tendientes a potenciar el rol regulatorio de la actividad económica, en tanto reasignador de recursos a favor de la industria; o a una precisa estrategia electoral  en los primeros años de gobierno, y al empeño por neutralizar la conflictividad social y asegurar la estabilidad y legitimidad del orden político en los años posteriores.   Durante el período surgido de la revolución de 1943, se concretan algunas iniciativas orientadas al sector rural que apuntan a tratar de amortiguar la situación de crisis generada en el ámbito agrícola. Perón debía dar respuestas a las reivindicaciones del sector de asalariados rurales, pero también debe cubrir las expectativas de todos aquellos productores no propietarios (arrendatarios, medieros, ocupantes de tierras fiscales, minifundistas), refrendando la política del gobierno de la Revolución de 1943, principalmente a través de la legislación que se relaciona con los arrendamientos rurales y el proceso de colonización. Cuando Perón accede al gobierno en 1946 se producen significativas modificaciones en la política agraria, proceso específico que nos interesa investigar, en tanto ya el propósito no se limitaría a las reivindicaciones socioeconómicas, sino que ha de responder también a una minimización del conflicto social, que permita la estabilidad política necesaria para mantener el poder a los nuevos sectores que habían accedido a las esferas del Estado: exigencias planteadas por el muevo eje de acumulación, por las necesidades de estabilidad y legitimidad del poder político, serían ahora las prioridades.