IDIHCS   22126
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
EL PROBLEMA DEL CUERPO EN LA TERCERA DIMENSIÓN FOUCUALTIANA
Autor/es:
RODRÍGUEZ NORMA BEATRIZ; PICH SANTIAGO
Lugar:
La Plata
Reunión:
Jornada; VII Jornadas de Sociología de la UNLP ?Argentina en el escenario latinoamericano actual: debates desde las ciencias sociales? La Plata, 5, 6 y 7 de diciembre de 2012; 2012
Institución organizadora:
Universidad Nacional de La Plata
Resumen:
La obra foucoltiana ha sido fuertemente criticada por su carácter estructuralista, siendo el cuerpo un espacio que simplemente ?sufre? la intervención del poder, sin que sea posible vislumbrar posibilidades de resistencia. El poder sobre la vida adquiere, así, una forma unidireccional, negligenciando el cuerpo vivido. (ver ORTEGA, 2010). Sin embargo, en la tercera dimensión de la obra de Michel Foucault (DELEUZE, 1992) vemos un desplazamiento de la postura del pensador francés con relación a la constitución de la subjetividad que permite la apertura para pensar la vida humana como una obra de arte y que abre nuevas posibilidades para pensar la relación entre el cuerpo, el sujeto y el poder. Ese período de la producción foucotiana se extiende desde los tres volúmenes de la ?Historia de Sexualidad?, y es compuesto por los cursos dictados por Foucault en el Collège de France en la década de 80: desde ?El Gobierno de los Vivos?, pasando por ?Subjetividad y Verdad? , ?La Hermenéutica del Sujeto?, ?El Gobierno de los Vivos?, concluyendo con ?El Coraje de la Verdad?. En ese momento de su obra Foucault recupera su comprensión acerca del lugar ontológico del cuerpo en la constitución del sujeto, reconoce que la relación del sujeto de sí para consigo se da de manera activa y tiene su centro en las prácticas, y reelabora la dualidad constitutiva del sujeto. Para comprender esa dimensión de la obra foucotiana nos valemos de algunos conceptos centrales: el cuidado de sí, las ascesis, la paraskeué, la parrhesía y la etopoiética, a los cuales los entendemos como una constelación conceptual, o sea, como conceptos cuya relevancia es potencializada por las mutuas implicaciones. Por otro lado, observamos que a lo largo del período discutido se observan desplazamientos en el lugar del cuerpo en la constitución y creación de la subjetividad. En un primer momento, y aquí nos referimos a la ?Historia de la Sexualidad?, el cuerpo es el lugar de la vivencia racionalizada de los placeres. En el segundo momento, en el que el cuidado de sí es el concepto central, el pensador francés reconoce que el mismo debe ser realizado tanto en relación al cuerpo, cuanto al alma, teniendo, sin embargo, el cuerpo un lugar secundario. Ya en el último curso, en el que Foucault se dedica con más intensidad al estudio de los cínicos y de la ?cultura cínica? en el occidente antiguo y medieval y en el que la ?vida escandalosa? asume protagonismo, el cuerpo es el lugar en el que la subjetividad se realiza. Así, vemos que el problema del cuerpo en la tercera dimensión foucotiana es un terreno fértil para tener un acceso a otro concepto de subjetividad en el que el lugar del cuerpo adquiere una nueva configuración por la relación activa para con él que el sujeto debe guardar, terreno que se encuentra todavía abierto a la exploración.