INVESTIGADORES
FRACCHIA Sebastian
congresos y reuniones científicas
Título:
Inoculantes fúngicos para el sistema de producción de plántulas de olivo
Autor/es:
FRACCHIA
Lugar:
La Rioja
Reunión:
Jornada; Jornadas de Vinculación y Transferencia Científica y Tecnológica; 2011
Institución organizadora:
Gobernación de La Rioja
Resumen:
La inclusión de bioinoculantes a los distintos sistemas de producción agrícola se ha incrementando exponencialmente en los últimos años a nivel mundial. Factores del mercado y un creciente predominio de una cultura de la sustentabilidad en el desarrollo económico son los dos principales fenómenos que impulsan la producción y el consumo de estos inoculantes en el mundo. Un caso paradigmático es la soja, donde actualmente más del 95% de su cultivo se siembra inoculando las semillas con cepas bacterianas (Rhizobium) que permiten la fijación de nitrógeno atmosférico para la nutrición del vegetal. Entre los bioinoculantes se encuentran los biofertilizantes, hongos y bacterias que promueven el crecimiento vegetal además de aportar otros beneficios como mayor resistencia a condiciones de estrés biótico y/o abiótico. Además, el reemplazo parcial de los agroquímicos (fertilizantes, plaguicidas, etc.) por microorganismos benéficos permite mayores ventajas desde un punto de vista de la calidad del producto, el cual posee en estas condiciones de cultivo muy bajos o nulos valores residuales de agroquímicos. Por otro lado se evitan factores de riesgo ambiental como la contaminación de napas y efectos colaterales de toxicidad para la población en el ciclado de nutrientes del medio ambiente adyacente a las zonas de cultivo. Los hongos micorrízico-arbusculares (hongos MA) se enmarcan dentro del grupo de biofertilizantes fúngicos; tienen la capacidad de formar una simbiosis de tipo mutualista con numerosas especies de interés agronómico, entre ellas el olivo (Olea europaea). Se ha demostrado en numerosas publicaciones científicas el efecto benéfico de estos hongos sobre el estado nutricional y fitosanitario de variedades de olivo. En España e Italia se comenzaron a aplicar masivamente estos hongos desde hace 15 años en la producción de plantines (ver bibliografía). En algunos casos, cepas seleccionadas y variedades específicas de olivo, han permitido la reducción del tiempo de crecimiento de plantas para su comercialización hasta en un 25%. El Crilar cuenta desde fines de 2007 con un laboratorio de investigaciones en Micología. La línea de investigación principal está dirigida al aislamiento y caracterización de hongos endófitos radicales, entre éstos a los hongos MA, para su aplicación en sistemas de producción agrícola de la zona precordillerana. El Banco de Glomeromycota In vitro (BGI), un cepario de estos microorganismos en el laboratorio de Microbiología del Suelo de la Universidad de Buenos Aires, posee más de 60 cepas autóctonas caracterizadas taxonómicamente y de acuerdo a su eficiencia como promotor del crecimiento vegetal. El BGI es único en Latinoamérica por sus características y el Crilar tiene libre acceso al mismo ya que el curador del banco es el actual director del laboratorio de Micología.