IDIHCS   22126
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Sintaxis del futuro, vestigios de lo porvenir. (El archivo como política de lectura)
Autor/es:
GOLDCHLUK, GRACIELA; STEDILE LUNA, VERÓNICA
Lugar:
Leiden
Reunión:
Congreso; III Congreso Internacional de Literatura Latinoamericana ?La toma de la palabra?; 2012
Institución organizadora:
niversidad de Leiden (Holanda), Universidad de Houston (USA) y Universidad Iberoamericana (México)
Resumen:
¿De qué modo salirse de esa especie de determinismo que implica ser eco de su tiempo y hacerse voz de lo que aún no está siendo pronunciado más que en forma de murmullo, oír, entender y escribir, la lengua del futuro? Nuestra agenda es el archivo. Considerado durante mucho tiempo como un reservorio de datos fehacientes, no podemos dejar de ver en la formulación de nociones como ?anacronismo? una suerte de giro archivístico que recogemos como política de lectura. Desconfiamos entonces de la obra como materialidad estable y establecida y vamos al archivo (esto es: manuscritos, revistas, publicaciones, pero también muebles, imágenes, registros sonoros, localizaciones) para cuestionarlo y leer allí las condiciones de ocurrencia de una obra que no deja de suceder. La noción de archivo, no como un conjunto estable y completo sino como el señalamiento de una falta, de los agujeros internos que van abriéndose a quien se le asoma, implica al menos tres supuestos críticos. En primer lugar rompe una determinación lineal con el tiempo; hay allí un espacio sin lugar donde algo no fue tenido en cuenta, es decir, permanece forcluido. Entonces, el archivo no hablará ya la voz de su tiempo, sino que deja correr un murmullo que corresponde al futuro que habrá sido y también a otro futuro que queda en los huecos del archivo para leerse en una lengua que todavía no ha sido dicha. En segundo lugar, nos arranca del mito del origen silencioso; en el origen no hay silencio ni hay uno, se trata del recomienzo de una multiplicidad susurrante (más que el pavor de la página en blanco, el momento de despejar los ruidos para escuchar a los murmurantes). Por último, en tanto el archivo contiene marcas de sus pugnas internas, la lectura atenta de un contexto que llamaremos interno y que no es posible saturar, encuentra sentidos que habían quedado obturados por la ilusión de estabilidad imperturbable. Hay aquí presencia insistente de vestigios indeterminables, fragmentos que en su afectación desarticulan la noción representacional de contexto, y es ahí donde lo por venir pone a discontinuar el presente.