INVESTIGADORES
CORICA Agustina Maria
congresos y reuniones científicas
Título:
Marginalidad Urbana, Subjetividad Adolescente y Discurso Político Hegemónico. Abordaje interdisciplinario en torno a la Organización Autogestiva de Fútbol de Villa Zagala
Autor/es:
LIC. AGUSTINA CÓRICA. LIC. GRACIELA DESTUET Y LIC. NATALIA RODRÍGUEZ
Lugar:
Guatemala
Reunión:
Congreso; XXIII Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología; 2001
Institución organizadora:
Asociación Latinoamericana de Sociología
Resumen:
El cambio parece ser el denominador común en las últimas décadas. En la Argentina como en el mundo, en la política como en la economía, en la tecnología como en las ideas y la vida cotidiana, en las comunicaciones como en la educación, rápidos y significativos cambios han transformado la vida de gran parte de los hombres. Particularmente, el continente Latinoamericano ha sido víctima de transformaciones fundamentales desde la década de los ´80. Tanto los realineamientos de la política internacional y la creciente influencia los organismos financieros internacionales en las estrategias particulares de los estados nacionales, así como la consecuente  evolución de la deuda externa y la intensificación de los procesos de “ajuste”, han provocado fuertes procesos sociales de marginación estructural y severos estados de vulnerabilidad colectiva. En este particular marco contextual “macro” que envuelve y condiciona a todos y cada uno de los sujetos que en él habitan[1], nuestro foco de interés ha sido puesto en aquellos adolescentes que viven en situación de marginalidad. Tanto por su fuerza numérica como por el papel transformador que debería cumplir en el proceso de desarrollo económico, ideológico y social, consideramos que la adolescencia asume un lugar central en la preocupación de todo cientista social que pretenda hacer un aporte enriquecedor no sólo en el nivel de lo conceptual; sino también el plano de lo fáctico-cotidiano. Asimismo, decidimos profundizar nuestra investigación en lo que respecta, particularmente, a aquellos adolescentes  que –viviendo en una situación de marginalidad- se convierten en los depositarios de una marginación social doble: la primera  que aludiría a una marginalidad constitutiva[2] y sobre la cual se imprime y potencia la segunda: una marginalidad sufrida en relación a una promesa cierta de inclusión en la sociedad[3] en tanto proyecto. Tengamos en cuenta que toda marginalidad se constituye, se produce y se reproduce en base a fuertes lineamientos socio-culturales y discursivos que se imprimen y cristalizan en prácticas cotidianas que se naturalizan y que dejan, por tanto, de ser cuestionadas. Por ello, abordamos el análisis de la subjetividad de los  adolescentes en situación de marginalidad partiendo de un concepto teórico que tomamos como básico: Discurso Político Hegemónico[4]. El objetivo del presente trabajo se centra pues , principalmente, en visualizar hasta qué punto la paralización de una acción contestataria por parte de estos adolescentes podría tener que ver con una cristalización del Discurso Político Hegemónico y en qué medida el mismo les es transmitido a partir de una práctica política villera paternalista-clientelista en el ámbito de una Organización Autogestiva[5].  Es decir: ¿qué función cumplen las prácticas villeras paternalistas y clientelistas en tanto reproductoras y transmisoras del Discurso Político Hegemónico? ¿en qué prácticas cotidianas y percepciones subjetivas de la realidad de los adolescentes que viven en situación de marginalidad podemos observar la cristalización de este discurso? ¿en  qué medida esta cristalización se convierte en paralizadora de prácticas alternativas, contestatarias? A través de diversas metodologías (entrevistas estructuradas, semiestructuradas, en profundidad y observación participante) intentamos hacer un  cuidadoso recorrido por las distintas esferas que atañen el mundo cotidiano de los adolescentes en cuestión. Nuestras reflexiones no apuntan a cuantificar o describir la magnitud de la pobreza en general ni de la adolescencia en situación de marginalidad en particular.  Pretendimos construir no un simple ejercicio académico, sino un ejercicio de comprensión, de entendimiento, de descripción y de “desnaturalización” de la realidad que viven estos adolescentes, para poder establecer las bases sobre las que se pueda generar una acción colectiva de carácter transformador. Por ello, si bien hicimos uso tanto de técnicas cuali como cuantitativas a la hora tanto de recolectar como de procesar la información, nuestro acceso a la realidad en este estudio puso énfasis en la utilización de una metodología cualitativa. Consideramos que esta vía de acceso al campo de estudio nos facilitaría la comprensión de los sujetos desde sus propias vivencias, valorizando la perspectiva de los individuos estudiados y permitiendo una mayor  posibilidad de profundización en el análisis del discurso y en la percepción de subjetividades. Pues, creemos que la metodología cualitativa es relevante cuando interesa captar la realidad con la mayor riqueza posible, permitiendo el interjuego de las categorías teóricas con la realidad y evitando lo máximo posible la “contaminación” de la información por esquemas propios y preexistentes de abordaje. Esto implicó, para nosotros, el compromiso de sumergirnos en la realidad “con los poros bien abiertos”, con el aparato teórico dentro nuestro pero dejándonos llevar por la interrelación de las variables y la riqueza misma de la realidad social en estudio. [1] Creemos que la identidad de los sujetos se define objetivamente como ubicación en un mundo determinado y que puede asumírsela subjetivamente sólo en ese mundo. Toda identidad, pues, se constituye dentro de horizontes que implican un mundo social específico. [2] En tanto el adolescente se encuentra “al margen de” o “por fuera de” una niñez perdida (con todos los duelos que ello implica)  y de una adultez a la que aún no se arriba. [3] producción, educación, trabajo, medios económicos, salud, etc... [4] discurso que legitima y justifica las prácticas e intereses sociales particulares dominantes, pero en nombre del ficticio “bienestar general”.  Encuentra su escenario encubierto de acción e la subjetividad tomada, invadida, vaciada de su historicidad. Ataca a la historicidad del sujeto para transformar el mundo desde el proyecto y la utopía. [5] En este punto nos preguntamos si la “autogestión” no se constituye como una nueva práctica política que, desarrollándose tanto en los espacios urbanos integrados como en los marginales, legitima las transformaciones recientes del Estado, en la medida que lo deslindan de ciertas responsabilidades a través de la organización de grupos sociales que comienzan a trabajar “voluntariamente” por ello. Las mismas parecieran constituir nuevas modalidades de poder hegemónico donde se reafirman los ideales socio-políticos neoliberales, más que el germen potencial de nuevos espacios de democratización y generadores de un discurso contrahegemónico.