INVESTIGADORES
VENTURIELLO Maria Pia
congresos y reuniones científicas
Título:
Padres de hoy, varones de antes: decisiones reproductivas, familia y trabajo en varones de estratos medios de la Ciudad de Buenos Aires
Autor/es:
LILIANA FINDLING, ELSA LÓPEZ, MARÍA PAULA LEHNER, MARISA PONCE, MARÍA PÍA VENTURIELLO, SILVIA MARIO, LAURA CHAMPALBERT
Lugar:
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Reunión:
Taller; VI Taller de Investigaciones Sociales en Salud Reproductiva y Sexualidad, en el marco de las transformaciones en la familia; 2010
Institución organizadora:
Asociación Argentina de Estudios de Población-Centro de Estudios de Población-Centro de Estudios de Estado y Sociedad-Instituto de Investigaciones Gino Germani
Resumen:
El moderado crecimiento demográfico de la Argentina es el producto de tasas relativamente bajas de natalidad y mortalidad y de un saldo neto migratorio casi nulo desde hace más de medio siglo. Ese proceso se ha visto acompañado del aumento de la esperanza de vida en las personas más grandes, que dio lugar a un creciente envejecimiento de la población, especialmente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en la que el porcentaje de personas de 65 años o más constituye el 16% de la población (19% de mujeres y 13% de hombres) (Recchini de Lattes, 2000). La disminución de la fecundidad en el país fue muy heterogénea, manifestada en la mayor descendencia de las mujeres más pobres y las que vivían en las provincias de menor desarrollo relativo. Las diferencias de fecundidad han tendido a converger en las últimas décadas, a pesar de lo cual aún predominan dos modelos de reproducción humana que responden, a grandes rasgos, a profundas desigualdades sociales, expresadas en niveles de ingresos, educación y salud. El primer modelo de reproducción es el predominante en los estratos socioeconómicos bajos, de fecundidad temprana y mayor que el promedio nacional; el segundo, característico de la población más favorecida, es menos prolífico y de inicio de la reproducción más tardío. En Argentina y América Latina existen numerosos trabajos sobre sectores populares, en los que se analizan los niveles de la fecundidad, el inequitativo acceso a la práctica anticonceptiva, la valoración de la maternidad y de las familias numerosas y sus relaciones con niveles educativos, inserciones laborales y condiciones del hábitat más precarios, relaciones de género más tradicionales, baja cobertura de salud y mortalidad infantil y materna más elevada. El segundo modelo, de fecundidad más baja y tardía, menos estudiado que el primero y propio de los sectores medios escolarizados, adopta rasgos similares a los de las sociedades más desarrolladas. Las causas de la baja fecundidad en la Ciudad de Buenos Aires y en los estratos medios más escolarizados del país son múltiples y, en lo que se refiere a las mujeres, en numerosos trabajos se ha estudiado la intersección de aspectos familiares, maternales y laborales, los conflictos surgidos entre la decisión de tener hijos y la de proseguir la carrera laboral y las estrategias que emanan de esa interacción. En el análisis del segundo modelo se han considerado los importantes cambios de los últimos 50 años en las trayectorias de vida de las mujeres: su creciente incorporación y sostenimiento de la actividad en el mercado de trabajo, la mayor exigencia de calificaciones educativas para desempeñarse en él, las dificultades para acceder a viviendas propias y los roles de género que hombres y mujeres desempeñan en el trabajo doméstico y la crianza de los hijos. El papel de los varones en los procesos de formación de familias y descendencias ha sido menos estudiado. ¿Cómo perciben el cambio de paradigma en las relaciones de pareja, en la distribución de las tareas domésticas y en la crianza de los hijos? ¿Cómo es para ellos la relación entre el trabajo y la familia? ¿Existe una nueva paternidad? ¿Cuáles son sus atributos? Estos interrogantes constituyen algunas de las cuestiones del proyecto financiado por UBACYT “Salud, trabajo y estrategias reproductivas: claves para entender las desigualdades” que llevan a cabo las autoras de este resumen. El Objetivo general es explorar las opiniones de los varones con hijos que viven en parejas de doble ingreso en relación a la paternidad y las decisiones reproductivas, profundizando en el significado del trabajo de ambos cónyuges, la organización familiar y los roles de género. Los objetivos específicos son: 1. Describir las características sociodemográficas de los varones en pareja con hijos de la Ciudad de Buenos Aires 2. Indagar las opiniones de los varones con hijos que viven en parejas de doble ingreso con respecto a la valoración del trabajo, el cuidado de los hijos y la organización de la vida doméstica. Metodología El objetivo específico 1 se cumplirá con el análisis de la información de la Encuesta Anual de Hogares de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de 2006. El objetivo específico 2 se responderá mediante un estudio cualitativo destinado a captar opiniones, expectativas y prácticas de varones de 28 a 40 años de estratos socioeconómicos medios (definido por estudios secundarios completos, ocupación calificada y barrio de residencia). Tipo de muestra: no probabilística, intencional, por cuotas de edad. Cantidad de casos: 20 entrevistas.  Unidad de análisis: hombres de 28 a 40 años que residen en la ciudad de Buenos Aires. La participación de los varones en la organización de la vida familiar es más frecuente en las tareas relacionadas con el cuidado de los hijos y más escasa cuando se trata de las tareas domésticas. Al comparar su modelo actual de paternidad con el de sus padres, se pone de manifiesto un mayor compromiso en los quehaceres domésticos y en el  cuidado de los hijos. Los varones trabajan, en general, más horas que sus parejas y ésta es la principal justificación para dedicar menor tiempo a las tareas domésticas y de crianza y asumir, en cambio, mayores cargas horarias en tareas tradicionalmente masculinas, como el cuidado del coche o ciertos arreglos físicos de la vivienda. En relación a la administración de los ingresos del hogar, los varones destinan más frecuentemente los suyos a gastos de vivienda y/o vehículos (manutención y arreglos) mientras que las mujeres lo hacen en alimentos para el hogar y vestimenta para los hijos. La participación de los varones en la organización de la vida familiar es más frecuente en las tareas relacionadas con el cuidado de los hijos y más escasa cuando se trata de las tareas domésticas. Al comparar su modelo actual de paternidad con el de sus padres, se pone de manifiesto un mayor compromiso en los quehaceres domésticos y en el  cuidado de los hijos. Los varones trabajan, en general, más horas que sus parejas y ésta es la principal justificación para dedicar menor tiempo a las tareas domésticas y de crianza y asumir, en cambio, mayores cargas horarias en tareas tradicionalmente masculinas, como el cuidado del coche o ciertos arreglos físicos de la vivienda. En relación a la administración de los ingresos del hogar, los varones destinan más frecuentemente los suyos a gastos de vivienda y/o vehículos (manutención y arreglos) mientras que las mujeres lo hacen en alimentos para el hogar y vestimenta para los hijos. La participación de los varones en la organización de la vida familiar es más frecuente en las tareas relacionadas con el cuidado de los hijos y más escasa cuando se trata de las tareas domésticas. Al comparar su modelo actual de paternidad con el de sus padres, se pone de manifiesto un mayor compromiso en los quehaceres domésticos y en el  cuidado de los hijos. Los varones trabajan, en general, más horas que sus parejas y ésta es la principal justificación para dedicar menor tiempo a las tareas domésticas y de crianza y asumir, en cambio, mayores cargas horarias en tareas tradicionalmente masculinas, como el cuidado del coche o ciertos arreglos físicos de la vivienda. En relación a la administración de los ingresos del hogar, los varones destinan más frecuentemente los suyos a gastos de vivienda y/o vehículos (manutención y arreglos) mientras que las mujeres lo hacen en alimentos para el hogar y vestimenta para los hijos. La participación de los varones en la organización de la vida familiar es más frecuente en las tareas relacionadas con el cuidado de los hijos y más escasa cuando se trata de las tareas domésticas. Al comparar su modelo actual de paternidad con el de sus padres, se pone de manifiesto un mayor compromiso en los quehaceres domésticos y en el  cuidado de los hijos. Los varones trabajan, en general, más horas que sus parejas y ésta es la principal justificación para dedicar menor tiempo a las tareas domésticas y de crianza y asumir, en cambio, mayores cargas horarias en tareas tradicionalmente masculinas, como el cuidado del coche o ciertos arreglos físicos de la vivienda. En relación a la administración de los ingresos del hogar, los varones destinan más frecuentemente los suyos a gastos de vivienda y/o vehículos (manutención y arreglos) mientras que las mujeres lo hacen en alimentos para el hogar y vestimenta para los hijos.