CIIPME   05517
CENTRO INTERDISCIPLINARIO DE INVESTIGACIONES EN PSICOLOGIA MATEMATICA Y EXPERIMENTAL DR. HORACIO J.A RIMOLDI
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Cómo los estresores asociados a la pobreza extrema pueden afectar el desarrollo emocional,cognitivo y social de los niños y cómo estos pueden revertirse
Autor/es:
RICHAUD, M.C.
Lugar:
Medellín
Reunión:
Congreso; XXXIII Congreso Interamericano de Psicología; 2011
Resumen:
Dominguez (1996) sostiene que la situación de vulnerabilidad es predominantemente social y consiste en el grado de riesgo al que está expuesto el niño por ser desatendido en sus necesidades sociales básicas (seguridad afectiva, económica, protección, educación y tiempo de dedicación), como así también por las necesidades básicas insatisfechas (vivienda, comida, agua potable, educación y salud) que lo colocan frente a las instancias de riesgo físico y psíquico. La situación de la niñez en contextos de pobreza está determinada por la estructura socioeconómica y cultural del país y, en particular, por las condiciones concretas de existencia de las familias con las que viven. El estudio del impacto del ESE sobre el desarrollo cognitivo del niño, no se debe limitar al contexto familiar, sino analizar conjuntamente la influencia de otros contextos en los que crece el niño y las relaciones que se establecen entre ellos.  En este contexto, son los cambios configurativos familiares, escolares y barriales unidos a procesos de estigmatización, discriminación social y a la escasa disponibilidad de bienes y recursos que la propia población tiene a su alcance para la satisfacción de su necesidades básicas, los factores que se deben tener en cuenta por su incidencia en los procesos de maduración y desarrollo de los niños. La pobreza en la niñez se asocia con un conjunto de problemas que incluyen: bajo peso al nacer, mortalidad infantil, enfermedades contagiosas, lesiones y muerte (Klerman, 1991). Además, crecen en barrios con altas tasas de desempleo y sin los mínimos cuidados para un desarrollo saludable. Entre otros problemas, predomina la ruptura familiar, la conducta antisocial, las redes sociales restringidas a los límites del entorno marginal y la falta de control social informal sobre las conductas y actividades de niños y adultos en el barrio (Wilson, 1996). Existen diversos factores ambientales, más allá de la desnutrición,  que pueden afectar los procesos del desarrollo cerebral, pero uno de los más relevantes es el producido por el estrés ambiental, que  impacta fuertemente la biología del cerebro. Los niños que no han podido desarrollar apego saludable con sus cuidadores y cuyas experiencias emocionales tempranas no han proporcionado la base para un desarrollo emocional sano, pueden tener una capacidad limitada para la empatía, que es el proceso socio-emocional que le permite sentirse conectado con otros seres humanos (Perry, 1997). Para aprender e incorporar nueva información, ya sea en una clase en la escuela como en una experiencia social nueva, el cerebro del niño debe estar en un estado de “calma atenta”, estado que un niño traumatizado raramente alcanza. En la presente exposición se presentarán resultados acerca del desarrollo afectivo, cognitivo y social de niños en situación de vulnerabilidad social, así como de trabajos longitudinales de varios años utilizando diferentes estrategias y actividades con maestros, padres y niños que han demostrado su eficacia para el fortalecimiento de recursos socioafectivos y cognitivos.