Razón, cuerpo, mundo de la vida: aspectos del arraigo de la razón en la vida según Husserl"

LUIS ROMÁN RABANAQUE

Segovia

Congreso; OPO IV Conferencia Mundial de Fenomenología; 2011

Organization of Phenomenological Organizations (OPO)-Sociedad Española de Fenomenología (SEFE)

En contraste con concepciones reduccionistas de la razón ampliamente difundidas, los análisis de Husserl enfatizan su variedad de maneras de darse, o sea, su multidimensionalidad, y su entretejimiento con la vida, de modo tal que la razón está arraigada en la vida y la vida es desde el comienzo racional. La multidimensionalidad da cuenta de los aspectos teoréticos, prácticos y afectivo-valorativos que pueden distinguirse en la razón, mientras que el arraigo se refiere al anclaje de dichos aspectos en la experiencia "anónima" que es "anterior" al pensamiento. Ello quiere decir que la experiencia es racional en la medida que exhibe una estructura constitutiva interna organizada como un sistema de niveles y estratos mediante los cuales se dirige a la racionalidad activa. Siguiendo los lineamientos de una triple articulación de la reflexión fenomenológica en los niveles estático, genético y mundovital, este trabajo procura mostrar que, junto con este dirigirse hacia una teleología implícita, que exige una continuidad entre la vida y la razón, tales análisis desvelan asimismo el papel necesario que el cuerpo viviente juega en este arraigo. La razón está arraigada en la vida mediante la experiencia corporal en virtud de la función de "puente" que cumple el cuerpo viviente como cosa material y como el "órgano" estratificado del sentir y el moverse del ego. De esta manera, la razón teórica se vincula con los estratos de sensibilidad y cinestesia, la razón práctica se vincula con los estratos cinestésico y volitivo, y la razón axiológica se vincula con el doble estrato de afección y sentimiento que subyacen y motivan a la valoración. Esta constitución adquiere nuevas formas en el tránsito de la egología a la intersubjetividad y a la experiencia mundovital plena, al tiempo que el arraigo puede ser ilustrado por medio del caso de la Tierra en cuanto suelo de toda experiencia corpórea. In contrast with widespread reductionistic conceptions of reason, Husserl’s analyses stress both its multifarious manners of givenness, i.e. its multidimensionality, and its intertwining with life, such that reason is rooted in life and life is from the outset rational. Multidimensionality accounts for distinguishable theoretical, practical and affective-valuing aspects of reason, while rootedness refers to the anchoring of these aspects in ‘anonymous’ experience ‘prior’ to thinking. This means that experience is rational insofar as it displays an inner constitutive structure organized as a system of levels and strata, by means of which it points to active rationality. Following the lines of a threefold articulation of phenomenological reflection in static, genetic and life-wordly levels, this paper aims to show that, together with this pointing to an implicit teleology, which calls for a continuity between life and reason, such analyses also unveil the necessary role played by the Body in this rootedness. Reason is rooted in life by means of Bodily experience, in virtue of the ‘bridging’ function of the Body as a material thing and as the stratified ‘organ’ of  the Ego’s sensing and moving. Thus theoretical reason is related to the strata of sensibility and kinaesthesia, practical reason is related to the kinaesthetical and volitional strata, and axiological reason is related to the twofold strata of affection and feeling, which underlie and motivate valuation. This constitution takes on new forms in the transit from egology to intersubjectivity and to the full-fledged life-worldy experience, whereas rootedness can be further illustrated with the case of the Earth as basis-place for Bodily experience.