INVESTIGADORES
BARRAL Maria Elena
congresos y reuniones científicas
Título:
Alboroto, ritual y poder en los procesos de institucionalización de un área periférica del litoral rioplatense (Gualeguay, fines del siglo XVIII.)”
Autor/es:
BARRAL, MARÍA ELENA
Lugar:
Sucre
Reunión:
Congreso; VIII Congreso de Etnohistoria. La Etnohistoria más allá de las etnias,; 2011
Institución organizadora:
Coordinadora de Historia, Archivo de La Paz y Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia
Resumen:
Fernando Quiroga y Taboada llegó como párroco a Gualeguay en noviembre de 1781. Era español y había servido en Santa Ana, Alto Perú. El párroco estuvo tan solo tres años en la zona. Pese al corto tiempo de su gestión, sus acciones quedaron registradas en un número considerable de expedientes judiciales. Durante este período Quiroga y Taboada destituyó al alcalde, modificó el lugar de emplazamiento de las capillas, intentó cambiar el santo patrón de la parroquia, entre otras decisiones que tomó. Los tres años que duró su gestión parroquial serían también los años de la instalación de las villas que debe encuadrarse en un proceso de institucionalización en clave borbónica y de intensa disputa por los recursos. Entre los recursos disponibles se encontraban las tierras y las nuevas funciones y espacios para el ejercicio del poder institucional que la monarquía borbónica se encontraba diseñando e implementando. Esta parroquia había sido creada, junto a otras del suroriente entrerriano –Gualeguaychú y Concepción del Uruguay- y de la diócesis, luego de la visita del obispo Sebastián Malvar y Pinto de 1779. Las tres creaciones se iniciaron con fuertes conflictos entre grupos locales –liderados por autoridades institucionales, aunque con amarres locales y referentes supralocales- en torno a dos ejes: el lugar y el nombre. San Sebastián –el santo del nombre del obispo Malvar, propulsor de las parroquias- lideró las candidaturas y también las perdió sistemáticamente. En el contexto de un intenso enfrentamiento entre facciones locales se buscaba la primacía en la fundación con el nombre y el sitio. En esta ponencia analizamos en profundidad un episodio dentro de lo que las autoridades denominaron alboroto: la destitución que lleva a cabo el cura del alcalde local. Aquí hacemos foco en algunos de los procedimientos y argumentos que utilizó el párroco: el escenario de las fiestas patronales, la oración en común, la procesión y las velas encendidas. También el Santísimo Sacramento y la cruz colgados del cuello -que la mayoría de los testimonios describieron como “parapeto sagrado”- y las acusaciones al alcalde de “hereje, ladrón, ebrio y parcial de Tupac Amaru” Se trata de prácticas registradas en otros contextos conflictivos del mundo andino colonial tardío –en el propio Tupac Katari en Chayanta y, en los años previos, en levantamientos paceños- tanto desde los proyectos anticoloniales como desde quienes se resistieron a ellos. El párroco peleaba con armas que conocía: “las armas de la iglesia.” Podemos conjeturar que los rituales que Quiroga dispuso al llevar a cabo la destitución del alcalde buscaban no solamente desarmar a sus contendientes y facilitar la concreción de sus objetivos. También pudieron convertirse en otros recursos puestos en juego en el controvertido proceso de institucionalización que se estaba abriendo y que apelaban a unas prácticas y argumentos provenientes de la tradición católica y conocidas por todos: la campanilla, al Jesús Sacramentado, la oración comunitaria, la fiesta.