IDIHCS   22126
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
C. I. Lewis: ¿Un pragmatismo fundacionalista?
Autor/es:
SÁNCHEZ GARCÍA VICTORIA PAZ
Lugar:
Bogotá
Reunión:
Congreso; II Congreso Colombiano de Lógica, Epistemología y Filosofía de la Ciencia; 2012
Institución organizadora:
Depto. de Filosofía, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de los Andes y por la Escuela de Ciencias Humanas, Universidad del Rosario
Resumen:
Resumen.
Varios pensadores1, han asociado la teoría del conocimiento de C.I. Lewis a una
posición fundacionalista que basa el conocimiento en los datos sensibles. Dicha
interpretación encuentra justificación en diferentes escritos del autor donde se hace
particular hincapié en la noción de lo dado. En el presente trabajo, sin embargo,
intentaremos mostrar que el rol que juega lo dado en la teoría del conocimiento
lewisiana es, por lo menos, problemático.
Si bien es cierto que para Lewis el conocimiento tiene una base empírica que es
indispensable para dar cuenta de la verdad o falsedad de nuestras interpretaciones, esta
afirmación supone sólo el reconocimiento de un elemento independiente e inalterable
que se pone en juego en la construcción de conocimiento. En efecto, la noción de lo
dado en la epistemología lewisiana nos remite al carácter sensible de aquello que se nos
presenta aquí y ahora en la experiencia, pero esta afirmación parece reducirse solo al
reconocimiento de la ocurrencia de las aprehensiones sensibles, al reconocimiento de
una factualidad, de un límite que pone la realidad independiente al abanico de
posibilidades de interpretación que de hecho pueden aplicársele. Esta certeza que
guarda la afirmación de lo dado y que Lewis denomina certeza práctica o
pragmática-, ha sido considerada la piedra de toque fundacional para la construcción
inferencial del conocimiento empírico. No obstante, consideramos que es posible
mostrar que, si bien lo dado cumple un rol en la validación de las creencias acerca del
mundo, no pareciera funcionar como un elemento determinante en la teoría de la
justificación lewisiana, la cual está marcada por fuertes rasgos coherentistas al interior
de un marco conceptual que estructura un sistema mayor de creencias. En otras
1 Roderick Firth, Jonathan Dancy, Laurence Bonjour, Hans Reichenbach, entre otros.
palabras, consideramos posible sostener que dicho elemento compromete a Lewis con
un supuesto realista de corte metafísico, pero no necesariamente con una teoría de la
justificación de corte fundacionalista fuerte, tal como se lo ha interpretado usualmente.
Intentaremos dar cuenta, entonces, de por qué lo dado no podría abonar un
fundacionalismo fuerte en el marco de la epistemología lewisiana. Dos tesis serán los
pilares de la argumentación:
1) el principio de inmanencia pragmatista: la imposibilidad de distinguir lo dado de lo
interpretado al interior de la experiencia. En la epistemología de Lewis la experiencia
supone una mezcla temporalmente inseparable de lo dado y la interpretación
conceptual. A diferencia de las propuestas empiristas tradicionales, Lewis afirma que no
es a partir del dato sensible inmediatamente aprehendido que inferimos inductivamente
ciertas regularidades y construimos conocimiento, sino que es a partir del grueso de
experiencia acumulada que interpretamos lo que se nos presenta sensiblemente aquí y
ahora tornándolo inteligible y significativo en función de ciertas líneas de acción. En
este sentido, lo dado no constituye un dato bruto susceptible de ser aprehendido en una
suerte de estesis pura, sino, más bien, en palabras de Sandra Rosenthal, un dado
relativo que supone siempre la mediación de una estructura conceptual interpretativa
puesta por el sujeto epistémico. Siendo, entonces, que no es posible el conocimiento sin
conceptos, un fundacionalismo del tipo empirista quedaría, al parecer, excluido.
2) el rol determinante que juega el sistema conceptual en la justificación del
conocimiento. Los sistemas conceptuales constituyen principios interpretativos rectores
que operan como definiciones, categorías, significados y criterios de realidad
conformando una suerte de red conceptual que organiza la experiencia tornándola
significativa. Si bien surgen inductivamente como generalizaciones a partir de la
experiencia acumulada, constituyen un elemento verdadero -dado su carácter analítico y
definicional en el marco de una concepción del significado intensional, holista y
pragmática-, que se aplican a priori a toda instancia particular de experiencia, sentando
las bases para una determinada interpretación del mundo. Dicha aplicación es, no
obstante, siempre probable y falible, siendo dichos esquemas susceptibles de
modificación, abandono o sustitución, cuestión que se encuentra determinada por
criterios pragmáticos, es decir, por el éxito que tengan al ordenar nuestra experiencia en
función de los intereses y fines que guían la investigación.
Desde esta perspectiva, las conclusiones estarán orientadas a señalar que, si se
trata de encontrar rasgos fundacionalistas en la teoría del conocimiento lewisiana,
entonces no sólo deberíamos atender al tipo de certeza que se encuentra implicada en la
noción de lo dado y a sus consecuencias específicas para una teoría de la justificación,
sino también al rol de los sistemas conceptuales en la constitución y validación del
conocimiento. En efecto, ambos elementos -lo dado y el a priori-, conllevan, según
Lewis, un tipo específico -aunque diferente- de certeza: una certeza práctica que deriva
del reconocimiento de una factualidad, por un lado; y una certeza lógica, producto de la
disposición de un concepto o enunciado en tanto analítico, por el otro. Ambos
constituyen condiciones de posibilidad del conocimiento pero no son, por sí mismos y
considerados aisladamente, condiciones suficientes para establecer conocimiento válido.
En este sentido, y teniendo en cuenta asimismo que se trata de elementos
independientes entre sí; que la aplicación del concepto a lo dado es condición de
posibilidad de su inteligibilidad; que dicha aplicación es, no obstante, meramente
hipotética, probable y falible; y que la elección del sistema conceptual con el cual
ordenamos la experiencia no se encuentra determinado por experiencias particulares
sino por criterios pragmáticos; sostenemos que, si es posible hablar de fundacionalismo,
entonces se trataría de un tipo modesto y fuertemente relativizado por consideraciones
pragmáticas.