INVESTIGADORES
CASTELLO DUBRA Julio Antonio
congresos y reuniones científicas
Título:
Algunos aspectos de la crítica de Tomás de Aquino al ocasionalismo musulmán y al neoplatonismo
Autor/es:
CASTELLO DUBRA, JULIO ANTONIO
Lugar:
Rosario
Reunión:
Jornada; Jornadas de Filosofía Patrística y Medieval: “Cuestiones de Antropología y Ética"; 2006
Institución organizadora:
Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario - Instituto Superior Don Bosco
Resumen:
El trabajo desarrolla la polémica de Tómás de Aquino contra el ocasionalismo musulmán y el neoplatonismo sobre la eficiencia de las causas segundas, con especial atención al caso de la voluntad libre, es decir, en el plano de la acción humana. Paradójicamente, para Tomás constituye un problema mayor demostrar la acción propia de los cuerpos naturales, en comparación con la voluntad humana. Concedido que Dios obra en todo lo que obra, el aporte o el margen de acción de la causa segunda se manifiesta con mayor facilidad en el caso de los agentes racionales que tienen dominio de sí. Porque se trata precisamente de agentes que pueden conducirse a sí mismos hacia su propio fin –siempre siendo movidos–, y en un grado mayor que el de los seres que se mueven a sí mismos por un apetito instintivo movido por una representación sensible. El hombre, como ser racional que es, participa, a su modo, del gobierno racional que Dios tiene del universo, alcanzado una captación intelectual de la ratio boni universal, y determinándose a sí mismo al actuar. Desde la perspectiva de Tomás, lo dificultoso resulta, en todo caso, demostrar el accionar propio de la creatura cuando ésta no participa de esa capacidad de conducirse por sí misma hacia su fin, sino que en sentido absoluto es movida por otro. Allí es donde se vuelve necesario todo el despliegue de los principios de la física aristotélica –el hilemorfismo, la anterioridad del acto respecto de la potencia, la distinción entre generación substancial y accidental, etc.– a fin de mostrar que en los cuerpos hay principios que pueden dar cuenta de su actuar propio.Muy probablemente, en una primera aproximación al problema, el lector podría imaginar que el aspecto que debería concentrar la mayor atención es el caso de la voluntad humana. Una vez allí despejadas las dificultades que comprometerían la libertad del hombre, podría considerarse la acción de las creaturas irracionales donde la influencia divina puede descontarse sin mayores problemas. Tomás parece, por momentos, seguir un orden inverso. Una vez garantizado que en la creatura corporal la acción de Dios no anula su capacidad causal, con mayor razón queda garantizada la acción propia de la creatura que se conduce libremente. Así encontramos algunos pasajes en los que Tomás de Aquino toma el caso de los entes naturales como punto de comparación para descontar que la voluntad sigue siendo libre, aunque movida por Dios