INVESTIGADORES
CASTELLO DUBRA Julio Antonio
congresos y reuniones científicas
Título:
Apuntes para una historia de la noción de causa eficiente: de Aristóteles a Tomás de Aquino.
Autor/es:
CASTELLO DUBRA, JULIO ANTONIO
Lugar:
Rosario
Reunión:
Jornada; Jornadas de Filosofía Patrística y Medieval: “Cristianismo y helenismo en la filosofía tardo-antigua y medieval”; 2007
Institución organizadora:
Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario
Resumen:
Es un lugar común decir que el único de los cuatro sentidos aristotélicos de causa que nos resulta más accesible o identificable con la actual concepción de causa es el de la llamada causa eficiente. Según ello, pareciera que es el sentido que merece menor aclaración o explicación. Sin embargo, la caracterización genérica de la causa eficiente como “arkhé kinéseos” no logra dar cuenta acabadamente de la especificidad de este tipo de causa. Aristóteles parece entender por tal al motor próximo, externo, que actúa por contacto y a la vez padece. Sin embargo, hay también otro tipo de principio del movimiento que es un motor “no físico”, que no padece ni es movido por aquello sobre lo cual actúa, porque “mueve como lo amado”. En este sentido, es imposible entender al primer motor inmóvil como una causa eficiente. Ya en el neoplatonismo tardío parece verificarse un proceso interpretativo que tiende a convertir al primer principio en una causa productora, efectiva. Es Avicena quien en el mundo islámico aporta una distinción fundamental entre el “agente físico”, que obra por movimiento y cambio, y el “agente divino”, que es causa del ser. Esta distinción abre el camino para conceptualizar la causalidad eficiente que le corresponde a una metafísica creacionista. Tomás de Aquino hará pleno uso de esta distinción –aunque a veces la haga valer contra la propia doctrina de Avicena–, así como hará un pleno uso de la distinción igualmente avicencia entre el ser (esse) y la esencia en los seres creados. El alcance de la influencia de Avicena en la metafísica de Tomás de Aquino ha sido objeto de ardua discusión y sigue planteando discrepancias. En todo caso, una revisión de dicha influencia permite mostrar cómo la metafísica creacionista de Tomás de Aquino está mucho más enraizada en la ontología antigua de lo que a primera vista parece, o de lo que muchas veces se pretende.