INVESTIGADORES
KIETZMANN Diego Alejandro
congresos y reuniones científicas
Título:
Microcoprolitos de crustáceos del Jurásico Superior y Cretácico Inferior de la Cuenca Neuquina
Autor/es:
KIETZMANN, D.A.; PALMA, R.M.
Lugar:
Neuquén
Reunión:
Congreso; XVIII Congreso Geológico Argentino; 2011
Resumen:
Los pellets fecales (microcoprolitos) de crustáceos son partículas carbonáticas sumamente comunes en las plataformas carbonáticas mesozoicas. Si bien los pellets pueden ser producidos también por gastrópodos, bivalvos y anélidos, los microcoprolitos de crustáceos se diferencian por estar estructurados internamente debido a la presencia de repliegues internos del intestino. Estas estructuras consisten en canales que atraviesan la partícula longitudinalmente y, en sección transversal, su arreglo, número y forma permite la subdivisión taxonómica (Brönnimann, 1972). El registro de microcoprolitos de crustáceos en Sudamérica es fragmentario y estaba mayormente restringido al Triásico Superior y Cretácico Superior (e.g., Senowbari-Daryan y Stanley, 1986; Blau et al., 1993, 1994, 1995). En este sentido, los depósitos que comprenden el límite Jurásico-Cretácico de la Cuenca Neuquina son especialmente interesantes, dado que el registro de estos icnofósiles es particularmente escaso para este intervalo, incluso a nivel mundial. Este registro se ha incrementado recientemente con material proveniente de la Formación Vaca Muerta, que ha demostrado tener además una notable distribución estratigráfica (Kietzmann y Palma, 2010a, b; Kietzmann et al., 2010). El registro de microcoprolitos de crustáceos del Jurásico Superior y Cretácico Inferior de la Cuenca Neuquina incluye material proveniente de las Formaciones La Manga (Calloviano-Oxfordiano), Vaca Muerta (Tithoniano-Valanginiano inferior), Chachao (Valanginiano inferior) y Mulichinco (Valanginiano inferior), aunque solamente la primera unidad ha podido ser estudiada en detalle. Las Formaciones La Manga y Chachao contienen microcoprolitos del icnogénero Palaxius Brönnimann y Norton, pero su preservación hasta el momento no ha permitido su clasificación a nivel de especie. El Tithoniano-Valanginiano de la Formación Vaca Muerta contiene tres asociaciones de microcoprolitos. La asociación 1 comprende el Tithoniano superior - Berriasiano inferior e incluye Palaxius caracuraensis Kietzmann, Palaxius decaochetarius Palik y Palaxius spp. La asociación 2 abarca el Berriasiano medio al Valanginiano inferior y contiene Palaxius mendozaensis Kietzmann, Palaxius malarguensis Kietzmann, Palaxius rahuensis Kietzmann, Palaxius spp., Favreina cf. salevensis (Parejas), Favreina sp. y Helicerina isp. aff. H. siciliana Senowbari-Daryan, Schäfer y Catalano. Por último, la asociación 3 del Valanginiano inferior incluye Palaxius azulensis Kietzmann, Palaxius rahuensis Kietzmann, Helicerina isp. A aff. H. siciliana Senowbari-Daryan, Schäfer y Catalano, y Helicerina isp. B n. isp. Finalmente, los depósitos del Valanginiano inferior alto, comprendidos dentro de la Formación Mulichinco, contienen en su base Palaxius cf. caucaensis Blau, Moreno y Sneff. Además de esta interesante distribución estratigráfica, una característica peculiar es el cambio observado en el arreglo interno de las icnoespecies del género Palaxius entre las asociaciones jurásicas y las cretácicas (Kietzmann y Palma, 2010b). En las icnoespecies tithonianas el lado cóncavo de los canales centrales apuntan hacia el exterior del coprolito, mientras que en las especies berriasianas y valanginianas se orienta hacia el interior. Aunque el valor bioestratigráfico de esta característica deberá ser contrastada en futuros estudios a nivel global y especialmente en cuencas sedimentarias sudamericanas, podría ser un buen indicador de la transición jurásica-cretácica, al menos localmente. Si bien cada icnoespecie de microcoprolitos podría representar una especie diferente de crustáceo, es probable que la diferencia en la orientación de los canales internos se deba a la presencia de dos especies diferentes (o grupos de especies cercanas) en cada asociación, y las diferencias dentro de cada asociación de microcoprolitos podría representar diferentes estadios ontogenéticos de la misma especie de crustáceo (e.g., Schweigert et al., 1997). La diferencia entre Palaxius mendozaensis, P. malarguensis y P. rahuensis se encuentra principalmente en el número de canales, por lo que podrían ser estadíos ontogenéticos del mismo productor o grupo de productores. La misma situación ocurre entre Palaxius caracuraensis y P. decaochetarius, ya que el arreglo interno es el mismo, pero se diferencian por el tamaño y fundamentalmente por la morfología de algunos de sus canales (ver Kietzmann et al., 2010). Los microcoprolitos de crustáceos permiten diferenciar los productores a nivel de familia (Schweigert et al., 1997), aunque la asignación a nivel de género y especie se vuelve especialmente dificil si no hay fósiles corpóreos asociados. Actualmente el icnogénero Palaxius es producido por crutáceos callianássidos, y su asociación se conoce también en el registro (Peckmann et al., 2007). De acuerdo con Blau et al. (1993) los icnogéneros Payandea y Thoronetia pueden ser asociados a Galatheidae, mientras que Favreina, Parafavreina y Palaxius se asocian con Thalassinidae. Por último, Schweigert et al. (1997) reportan la asociación entre Helicerina y el género Proballaya (Potamidae). La presencia de Palaxius y Favreina en el Tithoniano-Berriasiano de la Formación Vaca Muerta coincide con la el registro de calliánassidos, que fueron reconocidos en el Tithoniano medio por Leanza y Zeiss (1990), así como en el Berriasiano tardío y Valanginiano temprano por Aguirre-Urreta (1989; 2003). En contraposición, el género Helicerina podría estar asociado a los astacideos que fueron reconocidos para el Berriasiano y Valanginiano (e.g., Aguirre-Urreta et al., 2008). Futuros estudios sobre microcoprolitos de crustáceos en las cuencas sudamericanas mesozoicas podrían ser de gran utilidad en estudios paleobiogeográficos, para establecer los patrones de distribución de los crustáceos en Sudamérica. Finalmente, la presencia de estas partículas abre un interesante campo de investigación respecto de su comportamiento hidrodinámico en las plataformas carbonáticas de la cuenca.