INVESTIGADORES
PONCINI Carolina Veronica
congresos y reuniones científicas
Título:
LA ACTIVACIÓN DE NK EN LA INFECCIÓN POR T. CRUZI ESTÁ RELACIONADO CON LA CAPACIDAD REPLICATIVA DE LA CEPA INFECTANTE.
Autor/es:
BATALLA E; PONCINI C.; GONZÁLEZ CAPPA SM; ALBA SOTO C.
Reunión:
Otro; XXIV Reunión Científica Anual Sociedad Argentina Protozoología; 2010
Resumen:
Las células NK son linfocitos del sistema inmune innato cuyas funciones principales son producción de IFN-
y citotoxicidad de células tumorales o infectadas con microorganismos intracelulares. Actualmente se sabe
que poseen otras funciones, como maduración de células dendríticas (CD) inmaduras, o su apoptosis para
favorecer el aumento de CD maduras. También se ha descripto que la activación de las NK (CD69+),
además de estar en relación directa con su citotoxicidad, se relaciona con la replicación y producción de
citoquinas. Se ha reportado que en la infección por T. cruzi las NK están involucradas en protección
que poseen otras funciones, como maduración de células dendríticas (CD) inmaduras, o su apoptosis para
favorecer el aumento de CD maduras. También se ha descripto que la activación de las NK (CD69+),
además de estar en relación directa con su citotoxicidad, se relaciona con la replicación y producción de
citoquinas. Se ha reportado que en la infección por T. cruzi las NK están involucradas en protección
y citotoxicidad de células tumorales o infectadas con microorganismos intracelulares. Actualmente se sabe
que poseen otras funciones, como maduración de células dendríticas (CD) inmaduras, o su apoptosis para
favorecer el aumento de CD maduras. También se ha descripto que la activación de las NK (CD69+),
además de estar en relación directa con su citotoxicidad, se relaciona con la replicación y producción de
citoquinas. Se ha reportado que en la infección por T. cruzi las NK están involucradas en protecciónT. cruzi las NK están involucradas en protección
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mediante citotoxicidad y producción de citoquinas, principalmente proinflamatorias, como IFN-γ. En nuestros
modelos (T. cruzi RA-alta, y K98-baja virulencia, vía idp) a las 18 hpi encontramos que NK de sangre
presentan diferentes niveles de activación y potencial citotóxico, proporcionales a la virulencia de la cepa
infectante. Sin embargo, además de IFN-γ, observamos que estas NK producen grandes cantidades de IL-
10. Esto, sumado a que anteriormente demostramos alteraciones funcionales en las CD de bazo de ratones
infectados con RA pero no con K98, nos llevó a pensar que las alteraciones en las CD podrían modificar la
activación y/o funcionalidad de las NK de bazo, así como que estas NK podrían influir en la maduración de
las CD. Para comenzar este análisis estudiamos el estado de activación de las NK en el bazo de ratones
infectados y controles a las 18 y 72 hpi (citometría de flujo) (n=3-5 cada grupo). La infección con RA
disminuye el porcentaje de NK en este órgano a las 18 hpi (RA: 3,7±0,82; K98: 4,4± 0,1; N: 4,03±0,41)
(p<0,01, RA vs K98) y aumenta el porcentaje de NK activadas (NK CD69+) (RA: 54,70±23,01; N:
16,77±3,65; K98: 21,85±4,17). A las 72 hpi, la disminución de NK observada con RA se mantiene y además,
K98 iguala estos valores (RA: 2,77±1,96 vs. K98:2,25±0,54 y N: 3,95±0,94); simultáneamente, K98 alcanza
el porcentaje de NK CD69 presente en ratones infectados con RA (RA: 56,45±6,483; N: 18,40±7,351;
K98:57,03±7,636) (p<0,001, RA y K98 vs N). En relación a citotoxicidad, las NK de bazos de ratones
infectados con RA presentan menor actividad que K98 sobre las CD inmaduras en todas las relaciones de
NK-CD analizadas (1/1 hasta 20/1). El porcentaje de NK en bazo y su estado de activación podrían estar
relacionados con la capacidad replicativa de la cepa infectante, debido a que a las 72hpi K98, que no
duplica por lo menos en 30h de observación, alcanza valores similares a los de RA, que duplica en 6-8 h.
10. Esto, sumado a que anteriormente demostramos alteraciones funcionales en las CD de bazo de ratones
infectados con RA pero no con K98, nos llevó a pensar que las alteraciones en las CD podrían modificar la
activación y/o funcionalidad de las NK de bazo, así como que estas NK podrían influir en la maduración de
las CD. Para comenzar este análisis estudiamos el estado de activación de las NK en el bazo de ratones
infectados y controles a las 18 y 72 hpi (citometría de flujo) (n=3-5 cada grupo). La infección con RA
disminuye el porcentaje de NK en este órgano a las 18 hpi (RA: 3,7±0,82; K98: 4,4± 0,1; N: 4,03±0,41)
(p<0,01, RA vs K98) y aumenta el porcentaje de NK activadas (NK CD69+) (RA: 54,70±23,01; N:
16,77±3,65; K98: 21,85±4,17). A las 72 hpi, la disminución de NK observada con RA se mantiene y además,
K98 iguala estos valores (RA: 2,77±1,96 vs. K98:2,25±0,54 y N: 3,95±0,94); simultáneamente, K98 alcanza
el porcentaje de NK CD69 presente en ratones infectados con RA (RA: 56,45±6,483; N: 18,40±7,351;
K98:57,03±7,636) (p<0,001, RA y K98 vs N). En relación a citotoxicidad, las NK de bazos de ratones
infectados con RA presentan menor actividad que K98 sobre las CD inmaduras en todas las relaciones de
NK-CD analizadas (1/1 hasta 20/1). El porcentaje de NK en bazo y su estado de activación podrían estar
relacionados con la capacidad replicativa de la cepa infectante, debido a que a las 72hpi K98, que no
duplica por lo menos en 30h de observación, alcanza valores similares a los de RA, que duplica en 6-8 h.
presentan diferentes niveles de activación y potencial citotóxico, proporcionales a la virulencia de la cepa
infectante. Sin embargo, además de IFN-γ, observamos que estas NK producen grandes cantidades de IL-
10. Esto, sumado a que anteriormente demostramos alteraciones funcionales en las CD de bazo de ratones
infectados con RA pero no con K98, nos llevó a pensar que las alteraciones en las CD podrían modificar la
activación y/o funcionalidad de las NK de bazo, así como que estas NK podrían influir en la maduración de
las CD. Para comenzar este análisis estudiamos el estado de activación de las NK en el bazo de ratones
infectados y controles a las 18 y 72 hpi (citometría de flujo) (n=3-5 cada grupo). La infección con RA
disminuye el porcentaje de NK en este órgano a las 18 hpi (RA: 3,7±0,82; K98: 4,4± 0,1; N: 4,03±0,41)
(p<0,01, RA vs K98) y aumenta el porcentaje de NK activadas (NK CD69+) (RA: 54,70±23,01; N:
16,77±3,65; K98: 21,85±4,17). A las 72 hpi, la disminución de NK observada con RA se mantiene y además,
K98 iguala estos valores (RA: 2,77±1,96 vs. K98:2,25±0,54 y N: 3,95±0,94); simultáneamente, K98 alcanza
el porcentaje de NK CD69 presente en ratones infectados con RA (RA: 56,45±6,483; N: 18,40±7,351;
K98:57,03±7,636) (p<0,001, RA y K98 vs N). En relación a citotoxicidad, las NK de bazos de ratones
infectados con RA presentan menor actividad que K98 sobre las CD inmaduras en todas las relaciones de
NK-CD analizadas (1/1 hasta 20/1). El porcentaje de NK en bazo y su estado de activación podrían estar
relacionados con la capacidad replicativa de la cepa infectante, debido a que a las 72hpi K98, que no
duplica por lo menos en 30h de observación, alcanza valores similares a los de RA, que duplica en 6-8 h.
10. Esto, sumado a que anteriormente demostramos alteraciones funcionales en las CD de bazo de ratones
infectados con RA pero no con K98, nos llevó a pensar que las alteraciones en las CD podrían modificar la
activación y/o funcionalidad de las NK de bazo, así como que estas NK podrían influir en la maduración de
las CD. Para comenzar este análisis estudiamos el estado de activación de las NK en el bazo de ratones
infectados y controles a las 18 y 72 hpi (citometría de flujo) (n=3-5 cada grupo). La infección con RA
disminuye el porcentaje de NK en este órgano a las 18 hpi (RA: 3,7±0,82; K98: 4,4± 0,1; N: 4,03±0,41)
(p<0,01, RA vs K98) y aumenta el porcentaje de NK activadas (NK CD69+) (RA: 54,70±23,01; N:
16,77±3,65; K98: 21,85±4,17). A las 72 hpi, la disminución de NK observada con RA se mantiene y además,
K98 iguala estos valores (RA: 2,77±1,96 vs. K98:2,25±0,54 y N: 3,95±0,94); simultáneamente, K98 alcanza
el porcentaje de NK CD69 presente en ratones infectados con RA (RA: 56,45±6,483; N: 18,40±7,351;
K98:57,03±7,636) (p<0,001, RA y K98 vs N). En relación a citotoxicidad, las NK de bazos de ratones
infectados con RA presentan menor actividad que K98 sobre las CD inmaduras en todas las relaciones de
NK-CD analizadas (1/1 hasta 20/1). El porcentaje de NK en bazo y su estado de activación podrían estar
relacionados con la capacidad replicativa de la cepa infectante, debido a que a las 72hpi K98, que no
duplica por lo menos en 30h de observación, alcanza valores similares a los de RA, que duplica en 6-8 h.
modelos (T. cruzi RA-alta, y K98-baja virulencia, vía idp) a las 18 hpi encontramos que NK de sangre
presentan diferentes niveles de activación y potencial citotóxico, proporcionales a la virulencia de la cepa
infectante. Sin embargo, además de IFN-γ, observamos que estas NK producen grandes cantidades de IL-
10. Esto, sumado a que anteriormente demostramos alteraciones funcionales en las CD de bazo de ratones
infectados con RA pero no con K98, nos llevó a pensar que las alteraciones en las CD podrían modificar la
activación y/o funcionalidad de las NK de bazo, así como que estas NK podrían influir en la maduración de
las CD. Para comenzar este análisis estudiamos el estado de activación de las NK en el bazo de ratones
infectados y controles a las 18 y 72 hpi (citometría de flujo) (n=3-5 cada grupo). La infección con RA
disminuye el porcentaje de NK en este órgano a las 18 hpi (RA: 3,7±0,82; K98: 4,4± 0,1; N: 4,03±0,41)
(p<0,01, RA vs K98) y aumenta el porcentaje de NK activadas (NK CD69+) (RA: 54,70±23,01; N:
16,77±3,65; K98: 21,85±4,17). A las 72 hpi, la disminución de NK observada con RA se mantiene y además,
K98 iguala estos valores (RA: 2,77±1,96 vs. K98:2,25±0,54 y N: 3,95±0,94); simultáneamente, K98 alcanza
el porcentaje de NK CD69 presente en ratones infectados con RA (RA: 56,45±6,483; N: 18,40±7,351;
K98:57,03±7,636) (p<0,001, RA y K98 vs N). En relación a citotoxicidad, las NK de bazos de ratones
infectados con RA presentan menor actividad que K98 sobre las CD inmaduras en todas las relaciones de
NK-CD analizadas (1/1 hasta 20/1). El porcentaje de NK en bazo y su estado de activación podrían estar
relacionados con la capacidad replicativa de la cepa infectante, debido a que a las 72hpi K98, que no
duplica por lo menos en 30h de observación, alcanza valores similares a los de RA, que duplica en 6-8 h.
10. Esto, sumado a que anteriormente demostramos alteraciones funcionales en las CD de bazo de ratones
infectados con RA pero no con K98, nos llevó a pensar que las alteraciones en las CD podrían modificar la
activación y/o funcionalidad de las NK de bazo, así como que estas NK podrían influir en la maduración de
las CD. Para comenzar este análisis estudiamos el estado de activación de las NK en el bazo de ratones
infectados y controles a las 18 y 72 hpi (citometría de flujo) (n=3-5 cada grupo). La infección con RA
disminuye el porcentaje de NK en este órgano a las 18 hpi (RA: 3,7±0,82; K98: 4,4± 0,1; N: 4,03±0,41)
(p<0,01, RA vs K98) y aumenta el porcentaje de NK activadas (NK CD69+) (RA: 54,70±23,01; N:
16,77±3,65; K98: 21,85±4,17). A las 72 hpi, la disminución de NK observada con RA se mantiene y además,
K98 iguala estos valores (RA: 2,77±1,96 vs. K98:2,25±0,54 y N: 3,95±0,94); simultáneamente, K98 alcanza
el porcentaje de NK CD69 presente en ratones infectados con RA (RA: 56,45±6,483; N: 18,40±7,351;
K98:57,03±7,636) (p<0,001, RA y K98 vs N). En relación a citotoxicidad, las NK de bazos de ratones
infectados con RA presentan menor actividad que K98 sobre las CD inmaduras en todas las relaciones de
NK-CD analizadas (1/1 hasta 20/1). El porcentaje de NK en bazo y su estado de activación podrían estar
relacionados con la capacidad replicativa de la cepa infectante, debido a que a las 72hpi K98, que no
duplica por lo menos en 30h de observación, alcanza valores similares a los de RA, que duplica en 6-8 h.
presentan diferentes niveles de activación y potencial citotóxico, proporcionales a la virulencia de la cepa
infectante. Sin embargo, además de IFN-γ, observamos que estas NK producen grandes cantidades de IL-
10. Esto, sumado a que anteriormente demostramos alteraciones funcionales en las CD de bazo de ratones
infectados con RA pero no con K98, nos llevó a pensar que las alteraciones en las CD podrían modificar la
activación y/o funcionalidad de las NK de bazo, así como que estas NK podrían influir en la maduración de
las CD. Para comenzar este análisis estudiamos el estado de activación de las NK en el bazo de ratones
infectados y controles a las 18 y 72 hpi (citometría de flujo) (n=3-5 cada grupo). La infección con RA
disminuye el porcentaje de NK en este órgano a las 18 hpi (RA: 3,7±0,82; K98: 4,4± 0,1; N: 4,03±0,41)
(p<0,01, RA vs K98) y aumenta el porcentaje de NK activadas (NK CD69+) (RA: 54,70±23,01; N:
16,77±3,65; K98: 21,85±4,17). A las 72 hpi, la disminución de NK observada con RA se mantiene y además,
K98 iguala estos valores (RA: 2,77±1,96 vs. K98:2,25±0,54 y N: 3,95±0,94); simultáneamente, K98 alcanza
el porcentaje de NK CD69 presente en ratones infectados con RA (RA: 56,45±6,483; N: 18,40±7,351;
K98:57,03±7,636) (p<0,001, RA y K98 vs N). En relación a citotoxicidad, las NK de bazos de ratones
infectados con RA presentan menor actividad que K98 sobre las CD inmaduras en todas las relaciones de
NK-CD analizadas (1/1 hasta 20/1). El porcentaje de NK en bazo y su estado de activación podrían estar
relacionados con la capacidad replicativa de la cepa infectante, debido a que a las 72hpi K98, que no
duplica por lo menos en 30h de observación, alcanza valores similares a los de RA, que duplica en 6-8 h.
10. Esto, sumado a que anteriormente demostramos alteraciones funcionales en las CD de bazo de ratones
infectados con RA pero no con K98, nos llevó a pensar que las alteraciones en las CD podrían modificar la
activación y/o funcionalidad de las NK de bazo, así como que estas NK podrían influir en la maduración de
las CD. Para comenzar este análisis estudiamos el estado de activación de las NK en el bazo de ratones
infectados y controles a las 18 y 72 hpi (citometría de flujo) (n=3-5 cada grupo). La infección con RA
disminuye el porcentaje de NK en este órgano a las 18 hpi (RA: 3,7±0,82; K98: 4,4± 0,1; N: 4,03±0,41)
(p<0,01, RA vs K98) y aumenta el porcentaje de NK activadas (NK CD69+) (RA: 54,70±23,01; N:
16,77±3,65; K98: 21,85±4,17). A las 72 hpi, la disminución de NK observada con RA se mantiene y además,
K98 iguala estos valores (RA: 2,77±1,96 vs. K98:2,25±0,54 y N: 3,95±0,94); simultáneamente, K98 alcanza
el porcentaje de NK CD69 presente en ratones infectados con RA (RA: 56,45±6,483; N: 18,40±7,351;
K98:57,03±7,636) (p<0,001, RA y K98 vs N). En relación a citotoxicidad, las NK de bazos de ratones
infectados con RA presentan menor actividad que K98 sobre las CD inmaduras en todas las relaciones de
NK-CD analizadas (1/1 hasta 20/1). El porcentaje de NK en bazo y su estado de activación podrían estar
relacionados con la capacidad replicativa de la cepa infectante, debido a que a las 72hpi K98, que no
duplica por lo menos en 30h de observación, alcanza valores similares a los de RA, que duplica en 6-8 h.
γ. En nuestros
modelos (T. cruzi RA-alta, y K98-baja virulencia, vía idp) a las 18 hpi encontramos que NK de sangre
presentan diferentes niveles de activación y potencial citotóxico, proporcionales a la virulencia de la cepa
infectante. Sin embargo, además de IFN-γ, observamos que estas NK producen grandes cantidades de IL-
10. Esto, sumado a que anteriormente demostramos alteraciones funcionales en las CD de bazo de ratones
infectados con RA pero no con K98, nos llevó a pensar que las alteraciones en las CD podrían modificar la
activación y/o funcionalidad de las NK de bazo, así como que estas NK podrían influir en la maduración de
las CD. Para comenzar este análisis estudiamos el estado de activación de las NK en el bazo de ratones
infectados y controles a las 18 y 72 hpi (citometría de flujo) (n=3-5 cada grupo). La infección con RA
disminuye el porcentaje de NK en este órgano a las 18 hpi (RA: 3,7±0,82; K98: 4,4± 0,1; N: 4,03±0,41)
(p<0,01, RA vs K98) y aumenta el porcentaje de NK activadas (NK CD69+) (RA: 54,70±23,01; N:
16,77±3,65; K98: 21,85±4,17). A las 72 hpi, la disminución de NK observada con RA se mantiene y además,
K98 iguala estos valores (RA: 2,77±1,96 vs. K98:2,25±0,54 y N: 3,95±0,94); simultáneamente, K98 alcanza
el porcentaje de NK CD69 presente en ratones infectados con RA (RA: 56,45±6,483; N: 18,40±7,351;
K98:57,03±7,636) (p<0,001, RA y K98 vs N). En relación a citotoxicidad, las NK de bazos de ratones
infectados con RA presentan menor actividad que K98 sobre las CD inmaduras en todas las relaciones de
NK-CD analizadas (1/1 hasta 20/1). El porcentaje de NK en bazo y su estado de activación podrían estar
relacionados con la capacidad replicativa de la cepa infectante, debido a que a las 72hpi K98, que no
duplica por lo menos en 30h de observación, alcanza valores similares a los de RA, que duplica en 6-8 h.
10. Esto, sumado a que anteriormente demostramos alteraciones funcionales en las CD de bazo de ratones
infectados con RA pero no con K98, nos llevó a pensar que las alteraciones en las CD podrían modificar la
activación y/o funcionalidad de las NK de bazo, así como que estas NK podrían influir en la maduración de
las CD. Para comenzar este análisis estudiamos el estado de activación de las NK en el bazo de ratones
infectados y controles a las 18 y 72 hpi (citometría de flujo) (n=3-5 cada grupo). La infección con RA
disminuye el porcentaje de NK en este órgano a las 18 hpi (RA: 3,7±0,82; K98: 4,4± 0,1; N: 4,03±0,41)
(p<0,01, RA vs K98) y aumenta el porcentaje de NK activadas (NK CD69+) (RA: 54,70±23,01; N:
16,77±3,65; K98: 21,85±4,17). A las 72 hpi, la disminución de NK observada con RA se mantiene y además,
K98 iguala estos valores (RA: 2,77±1,96 vs. K98:2,25±0,54 y N: 3,95±0,94); simultáneamente, K98 alcanza
el porcentaje de NK CD69 presente en ratones infectados con RA (RA: 56,45±6,483; N: 18,40±7,351;
K98:57,03±7,636) (p<0,001, RA y K98 vs N). En relación a citotoxicidad, las NK de bazos de ratones
infectados con RA presentan menor actividad que K98 sobre las CD inmaduras en todas las relaciones de
NK-CD analizadas (1/1 hasta 20/1). El porcentaje de NK en bazo y su estado de activación podrían estar
relacionados con la capacidad replicativa de la cepa infectante, debido a que a las 72hpi K98, que no
duplica por lo menos en 30h de observación, alcanza valores similares a los de RA, que duplica en 6-8 h.
presentan diferentes niveles de activación y potencial citotóxico, proporcionales a la virulencia de la cepa
infectante. Sin embargo, además de IFN-γ, observamos que estas NK producen grandes cantidades de IL-
10. Esto, sumado a que anteriormente demostramos alteraciones funcionales en las CD de bazo de ratones
infectados con RA pero no con K98, nos llevó a pensar que las alteraciones en las CD podrían modificar la
activación y/o funcionalidad de las NK de bazo, así como que estas NK podrían influir en la maduración de
las CD. Para comenzar este análisis estudiamos el estado de activación de las NK en el bazo de ratones
infectados y controles a las 18 y 72 hpi (citometría de flujo) (n=3-5 cada grupo). La infección con RA
disminuye el porcentaje de NK en este órgano a las 18 hpi (RA: 3,7±0,82; K98: 4,4± 0,1; N: 4,03±0,41)
(p<0,01, RA vs K98) y aumenta el porcentaje de NK activadas (NK CD69+) (RA: 54,70±23,01; N:
16,77±3,65; K98: 21,85±4,17). A las 72 hpi, la disminución de NK observada con RA se mantiene y además,
K98 iguala estos valores (RA: 2,77±1,96 vs. K98:2,25±0,54 y N: 3,95±0,94); simultáneamente, K98 alcanza
el porcentaje de NK CD69 presente en ratones infectados con RA (RA: 56,45±6,483; N: 18,40±7,351;
K98:57,03±7,636) (p<0,001, RA y K98 vs N). En relación a citotoxicidad, las NK de bazos de ratones
infectados con RA presentan menor actividad que K98 sobre las CD inmaduras en todas las relaciones de
NK-CD analizadas (1/1 hasta 20/1). El porcentaje de NK en bazo y su estado de activación podrían estar
relacionados con la capacidad replicativa de la cepa infectante, debido a que a las 72hpi K98, que no
duplica por lo menos en 30h de observación, alcanza valores similares a los de RA, que duplica en 6-8 h.
10. Esto, sumado a que anteriormente demostramos alteraciones funcionales en las CD de bazo de ratones
infectados con RA pero no con K98, nos llevó a pensar que las alteraciones en las CD podrían modificar la
activación y/o funcionalidad de las NK de bazo, así como que estas NK podrían influir en la maduración de
las CD. Para comenzar este análisis estudiamos el estado de activación de las NK en el bazo de ratones
infectados y controles a las 18 y 72 hpi (citometría de flujo) (n=3-5 cada grupo). La infección con RA
disminuye el porcentaje de NK en este órgano a las 18 hpi (RA: 3,7±0,82; K98: 4,4± 0,1; N: 4,03±0,41)
(p<0,01, RA vs K98) y aumenta el porcentaje de NK activadas (NK CD69+) (RA: 54,70±23,01; N:
16,77±3,65; K98: 21,85±4,17). A las 72 hpi, la disminución de NK observada con RA se mantiene y además,
K98 iguala estos valores (RA: 2,77±1,96 vs. K98:2,25±0,54 y N: 3,95±0,94); simultáneamente, K98 alcanza
el porcentaje de NK CD69 presente en ratones infectados con RA (RA: 56,45±6,483; N: 18,40±7,351;
K98:57,03±7,636) (p<0,001, RA y K98 vs N). En relación a citotoxicidad, las NK de bazos de ratones
infectados con RA presentan menor actividad que K98 sobre las CD inmaduras en todas las relaciones de
NK-CD analizadas (1/1 hasta 20/1). El porcentaje de NK en bazo y su estado de activación podrían estar
relacionados con la capacidad replicativa de la cepa infectante, debido a que a las 72hpi K98, que no
duplica por lo menos en 30h de observación, alcanza valores similares a los de RA, que duplica en 6-8 h.
T. cruzi RA-alta, y K98-baja virulencia, vía idp) a las 18 hpi encontramos que NK de sangre
presentan diferentes niveles de activación y potencial citotóxico, proporcionales a la virulencia de la cepa
infectante. Sin embargo, además de IFN-γ, observamos que estas NK producen grandes cantidades de IL-
10. Esto, sumado a que anteriormente demostramos alteraciones funcionales en las CD de bazo de ratones
infectados con RA pero no con K98, nos llevó a pensar que las alteraciones en las CD podrían modificar la
activación y/o funcionalidad de las NK de bazo, así como que estas NK podrían influir en la maduración de
las CD. Para comenzar este análisis estudiamos el estado de activación de las NK en el bazo de ratones
infectados y controles a las 18 y 72 hpi (citometría de flujo) (n=3-5 cada grupo). La infección con RA
disminuye el porcentaje de NK en este órgano a las 18 hpi (RA: 3,7±0,82; K98: 4,4± 0,1; N: 4,03±0,41)
(p<0,01, RA vs K98) y aumenta el porcentaje de NK activadas (NK CD69+) (RA: 54,70±23,01; N:
16,77±3,65; K98: 21,85±4,17). A las 72 hpi, la disminución de NK observada con RA se mantiene y además,
K98 iguala estos valores (RA: 2,77±1,96 vs. K98:2,25±0,54 y N: 3,95±0,94); simultáneamente, K98 alcanza
el porcentaje de NK CD69 presente en ratones infectados con RA (RA: 56,45±6,483; N: 18,40±7,351;
K98:57,03±7,636) (p<0,001, RA y K98 vs N). En relación a citotoxicidad, las NK de bazos de ratones
infectados con RA presentan menor actividad que K98 sobre las CD inmaduras en todas las relaciones de
NK-CD analizadas (1/1 hasta 20/1). El porcentaje de NK en bazo y su estado de activación podrían estar
relacionados con la capacidad replicativa de la cepa infectante, debido a que a las 72hpi K98, que no
duplica por lo menos en 30h de observación, alcanza valores similares a los de RA, que duplica en 6-8 h.
10. Esto, sumado a que anteriormente demostramos alteraciones funcionales en las CD de bazo de ratones
infectados con RA pero no con K98, nos llevó a pensar que las alteraciones en las CD podrían modificar la
activación y/o funcionalidad de las NK de bazo, así como que estas NK podrían influir en la maduración de
las CD. Para comenzar este análisis estudiamos el estado de activación de las NK en el bazo de ratones
infectados y controles a las 18 y 72 hpi (citometría de flujo) (n=3-5 cada grupo). La infección con RA
disminuye el porcentaje de NK en este órgano a las 18 hpi (RA: 3,7±0,82; K98: 4,4± 0,1; N: 4,03±0,41)
(p<0,01, RA vs K98) y aumenta el porcentaje de NK activadas (NK CD69+) (RA: 54,70±23,01; N:
16,77±3,65; K98: 21,85±4,17). A las 72 hpi, la disminución de NK observada con RA se mantiene y además,
K98 iguala estos valores (RA: 2,77±1,96 vs. K98:2,25±0,54 y N: 3,95±0,94); simultáneamente, K98 alcanza
el porcentaje de NK CD69 presente en ratones infectados con RA (RA: 56,45±6,483; N: 18,40±7,351;
K98:57,03±7,636) (p<0,001, RA y K98 vs N). En relación a citotoxicidad, las NK de bazos de ratones
infectados con RA presentan menor actividad que K98 sobre las CD inmaduras en todas las relaciones de
NK-CD analizadas (1/1 hasta 20/1). El porcentaje de NK en bazo y su estado de activación podrían estar
relacionados con la capacidad replicativa de la cepa infectante, debido a que a las 72hpi K98, que no
duplica por lo menos en 30h de observación, alcanza valores similares a los de RA, que duplica en 6-8 h.
γ, observamos que estas NK producen grandes cantidades de IL-
10. Esto, sumado a que anteriormente demostramos alteraciones funcionales en las CD de bazo de ratones
infectados con RA pero no con K98, nos llevó a pensar que las alteraciones en las CD podrían modificar la
activación y/o funcionalidad de las NK de bazo, así como que estas NK podrían influir en la maduración de
las CD. Para comenzar este análisis estudiamos el estado de activación de las NK en el bazo de ratones
infectados y controles a las 18 y 72 hpi (citometría de flujo) (n=3-5 cada grupo). La infección con RA
disminuye el porcentaje de NK en este órgano a las 18 hpi (RA: 3,7±0,82; K98: 4,4± 0,1; N: 4,03±0,41)
(p<0,01, RA vs K98) y aumenta el porcentaje de NK activadas (NK CD69+) (RA: 54,70±23,01; N:
16,77±3,65; K98: 21,85±4,17). A las 72 hpi, la disminución de NK observada con RA se mantiene y además,
K98 iguala estos valores (RA: 2,77±1,96 vs. K98:2,25±0,54 y N: 3,95±0,94); simultáneamente, K98 alcanza
el porcentaje de NK CD69 presente en ratones infectados con RA (RA: 56,45±6,483; N: 18,40±7,351;
K98:57,03±7,636) (p<0,001, RA y K98 vs N). En relación a citotoxicidad, las NK de bazos de ratones
infectados con RA presentan menor actividad que K98 sobre las CD inmaduras en todas las relaciones de
NK-CD analizadas (1/1 hasta 20/1). El porcentaje de NK en bazo y su estado de activación podrían estar
relacionados con la capacidad replicativa de la cepa infectante, debido a que a las 72hpi K98, que no
duplica por lo menos en 30h de observación, alcanza valores similares a los de RA, que duplica en 6-8 h.