INVESTIGADORES
FINQUELIEVICH Susana
congresos y reuniones científicas
Título:
Gobierno electrónico y sociedad civil: ¿qué interacciones son necesarias?
Autor/es:
SUSANA FINQUELIEVICH; ALEJANDRO PRINCE
Lugar:
Villa La Angostura
Reunión:
Seminario; II Seminario Taller: El fenómeno de las TICS en las provincias: Politicas e iniciativas para el gobierno digital; 2003
Resumen:
En general, se acepta el gobierno electrónico como un elemento de gobernabilidad deseable y progresista. ¿Cómo es percibido por el ciudadano? ¿Cómo incorporarlo a la vida cotidiana y a sus prácticas? ¿Cómo se integra el gobierno electrónico a los cambios culturales de nuestra sociedad? Las transformaciones en las formas de administrar la res publica son también cambios culturales, y no existe una correspondencia simple entre la emergencia de nuevas tecnologías y la emergencia de nuevas formas culturales. El historiador Stephen Kern (1983) sugiere que algunos cambios culturales pueden ser vistos como “inspirados directamente por la tecnología”, mientras que otros ocurren de formas relativamente independientes de la tecnología, y otros aún emergen de las nuevas “metáforas y analogías” que sólo alteran indirectamente las estructuras de pensamiento y vida perceptiva. Más aún, como constata Vivian Sobchack (1996), nuestra inserción como ciudadanos, en un mundo crecientemente tecnologizado y digitalizado ocurre dentro de modalidades que son a la vez tecnológicamente transparentes (la tecnología se incorpora a nuestras formas de hacer y hasta de ser, de una manera relativamente fácil y rápida, sobre todo si se compara la velocidad de incorporación social de la tecnología informática con otras tecnologías previas) y hermenéuticas (la tecnología es vista como algo externo a nosotros, y por lo tanto, necesitada de interpretación). En tanto en que la tecnología informática sea “habilitadora”1 -es decir, que el ciudadano posee acceso a una computadora y sabe cómo utilizarla- permite un acceso relativamente fácil a la información y a los otros, y puede usarse como una extensión del individuo, incorporándola. Sin embargo, si la tecnología no es habilitadora –el ciudadano no posee acceso a una computadora ni sabe cómo utilizarla, o si no le proporciona la información que desea o necesita- entonces obstaculiza el acceso a la información y a los otros, y el ciudadano percibe a la tecnología como un problema, en vez de como una solución. Sin embargo, aún una relación de incorporación transparente de la tecnología, para usar el término de Sobchack, no conduce per se un menor pensamiento o acción política por parte de los usuarios, ni por el contrario, una incorporación hermenéutica no necesariamente garantiza acciones y reflexiones políticas más progresistas. En general, tanto los gobiernos locales como los ciudadanos tienden a oscilar entre ambas formas de relación con la tecnología, cualquiera sea su agenda política. La tendencia general es percibir a las “nuevas” tecnologías de manera hermenéutica, (no se han incorporado todavía), y a verlas en diversos grados, más como un problema que como una fuente de soluciones.