INVESTIGADORES
TRILLO Cecilia
congresos y reuniones científicas
Título:
QUÉ “VEMOS” CUANDO ANALIZAMOS UNA MONTAÑA? APORTES DE LA ETNOBOTÁNICA AL ABORDAJE DE LOS COMPLEJOS BIOCULTURALES DE MONTAÑA Y SUS RELACIONES CON EL LLANO.
Autor/es:
TRILLO CECILIA; FURQUE VIRGINIA
Reunión:
Jornada; LXXXX JORNADASARGENTINAS DE BOTANICA; 2023
Resumen:
Desde una perspectiva botánica, biogeográfica yetnográfica las zonas montañosas son consideradaszonas de refugio, y dependiendo de las condicionesgeográficas específicas, domina la ganadería, no sedesarrolla agricultura y se encuentran los ambientesnaturales medianamente conservados. En sus quebradasviven comunidades humanas tradicionalescon diferentes grados de mestizaje que han moldeadoo construido paisajes con miles de años demanejo cargados de recursos biológicos y subjetividades:todo ello documentado por restos arqueológicos,históricos y registros etnográficos. Laetnobotánica actual nos permite visualizar unmosaico de paisajes o “lugares donde se vive”: la“cumbre alta” es un espacio básicamente ganaderoya que dominan las hierbas y los arbustos que cubrenmúltiples necesidades forrajeras, medicinalesy veterinarias. Con peligros como los ataques delcóndor y puma o las bajas temperaturas, pero de innegableimportancia por ser la naciente de los ríos.Las “sierras” o “cumbres bajas” que poseen más diversidadde plantas forrajeras respecto a zonas másbajas, debido a condiciones hidrológicas y diversidadde nichos ecológicos permite la instalación depotreros. Ambos son componentes clave en la construcciónde la Identidad de criollos serranos y permitela conexión espiritual con algo superior querelaja y llena de una particular exaltación a los quelas escalan. Los paisajes vividos y construídos porsiglos no son solamente fuente de bienes o servicios,nos vinculamos a ellos para vivir otras experiencias.Desde la cosmovisión andina, la inteligenciareflexiva, los sentimientos o la capacidad de elegir,eran compartidas en alguna medida por innumerablesseres del mundo: no solo humanos, animalesy plantas, sino también montañas, rocas, objetosy lugares; y desde esa concepción, los fenómenoscomo el clima, la salud o la producción losenglobamos bajo el concepto de “naturaleza” y obedecena procesos sociales similares a los que gobiernanlas relaciones humanas, que involucransubjetividades, comunicación y negociaciones,dando significado de sacralidad religiosidad a losambientes de alturas. Esta compleja “cultura demontaña” tiene influencia y es influenciada porotros territorios “llanos” e intercambia plantas, productoselaborados, personas, ideas y servicios, generalmentede manera desigual, pero que enriquecela vida de los pobladores de ambos paisajes. El“llano” como espacio de instalación de la vivienda,huertas, cultivo de forraje, desarrollo de bosquesque brindan leña, frutos alimenticios, y el acceso aservicios: justicia, bancarios, educativos, salud yrecreativos. Desde miradas asociadas a la modernidadlos estudios etnobotánicos urbanos registran alos pobladores de las montañas como los que conservany resguardan los conocimientos sobre plantasmedicinales sosteniendo la idea de refugio. Asícomo el efecto de los móviles religiosos, deportivosy recreativos en la construcción social y en el usode los espacios de altura. Los humanos hemos tenido tenidoagencia en el pasado, tenemos en la actualidady seguiremos subiendo y habitando las montañasen busca de un lugar para vivir, transitar y venerarla naturaleza y los recursos materiales e inmaterialesque en ellas viven. Comprender las implicanciasculturales de la montaña nos permitirá conservar elpatrimonio biocultural que ellas albergan