BECAS
GARZO Pedro AndrÉs
congresos y reuniones científicas
Título:
Playas y pluviales: la erosión que ataca por la espalda
Autor/es:
GARZO, P.A.; ISLA, F.I.
Lugar:
Mar del Plata
Reunión:
Congreso; III Congreso Iberoamericano de Gestión Integrada de Áreas Litorales; 2023
Institución organizadora:
Red Iberoamericana de Manejo Costero Integrado, Universidad Nacional de Mar del Plata
Resumen:
ResumenIntroducciónEl aumento de las precipitaciones (Cionchi y Redín, 2004; Magrin et al., 2014) y del nivel del mar (Oppenheimer et al., 2019) previstos por el IPCC para el SE de Sudamérica conllevan un inexorable incremento de la erosión costera. A su vez el aumento en la intensidad y recurrencia de eventos El Niño fuertes requerirán extremar los esfuerzos para minimizar aumentos del escurrimiento superficial y de los anegamientos en zonas costeras.En el litoral atlántico argentino, muchas villas balnearias se desarrollaron hasta convertirse en ciudades costeras, con tasas de crecimiento urbano récord ante la masiva demanda del turismo de sol y playa. Los procesos de urbanización de esas localidades emplazadas sobre barreras de dunas no contemplaron originalmente el drenaje de los excesos hídricos; en muchos casos se confiaba en que la infiltración natural del sustrato arenoso dominara sobre el escurrimiento superficial. Las depresiones intermedanosas fueron impermeabilizadas y drenadas hacia la costa. Esto aumentó los procesos de erosión de playas a la vez que disminuyó la recarga natural de los acuíferos costeros, principal fuente de acceso al agua de estas ciudades.ObjetivoEl objetivo de este trabajo es analizar el drenaje de excesos hídricos superficiales en villas balnearias desarrolladas sobre campos de dunas. Tomando diversos ejemplos del litoral atlántico argentino, se busca detallar los impactos de la falta de manejo y planeamiento en la concepción original de estas urbanizaciones, en vistas de incorporar estas experiencias en la planificación futura de las villas balnearias.Área de estudioDe manera general, las barreras templadas se encuentran conformadas por arenas (Hayes, 1980) y son más abundantes bajo regímenes micromareales. Este es el caso del sector septentrional del litoral atlántico argentino, donde se disponen barreras de dunas principalmente de arenas finas. La Barrera Medanosa Oriental de Buenos Aires se emplazó condicionada por la evolución Holocena del nivel del mar sobre antiguas lagunas costeras. Actualmente presenta un régimen pluvial de 800 mm/año donde la escorrentía superficial representa menos del 1% de la precipitación total, indicando la importancia del flujo subterráneo (Glock Galli et al., 2014). La Barrera Medanosa Austral, en cambio, se emplazó por encima de viejos acantilados, presentando actualmente un régimen de 760 mm/año. El principal recurso de estos campos de dunas son los acuíferos costeros superficiales, con disponibilidad de agua para alimentar a las villas balnearias sobre ellos desarrolladas. Las barreras de la Bahía de San Antonio, en la provincia de Rio Negro, se disponen bajo un régimen mesomareal y con precipitaciones de tan sólo 250 mm/año. Esto ha llevado a la necesidad de abastecerse de agua por fuentes artificiales.Metodología propuestaPara esta revisión de dispuso de registros históricos de perfiles de playa y mapas de erosión-depositación generados a partir de trabajos de campo. Asimismo, se han identificado sitios críticos de evacuación de excesos hídricos en diversas localidades. Los perfiles de playa fueron realizados desde la década del ’90 hasta la actualidad por medio de instrumental topográfico como teodolitos ópticos y digitales. Se identificaron puntos fijos en los sitios de estudio, a partir de los cuales se trazaron transectas de control perpendiculares a la línea de costa. Recientemente se implementaron monitoreos con equipamiento GPS/GNSS y comparaciones entre imágenes satelitales, así como otras herramientas de teledetección aplicada.ResultadosLa fijación de las barreras medanosas con especies exóticas de crecimiento rápido fue el puntapié inicial para la posterior urbanización de estos sectores costeros. En algunos casos, el diseño de la trama urbana buscó respetar el paisaje original de las dunas, utilizando las depresiones intermedanosas como sitios para el trazado de calles y avenidas. El intenso crecimiento de algunas de estas localidades durante la década del ’70, llegando a representar las tasas de crecimiento urbano más altas del país, promovió la implantación de superficies urbanas impermeables que impidieron totalmente la infiltración. Esto generó que los excesos hídricos fueran canalizados por las calles asfaltadas directamente hacia las playas buscando los desniveles topográficos. La revisión de los registros históricos permite presentar evidencias de la erosión de playas inducidas por pluviales en el Partido de la Costa y en las localidades de Pinamar y Villa Gesell. Por otro lado, también se presentan ejemplos de pluviales en sectores acantilados del Partido de General Pueyrredón, y en las localidades de Claromecó y Balneario Las Grutas. En Villa Gesell y San Clemente del Tuyú, se construyeron durante la década del ‘90 disipadores pluviales que captaban el agua 100 m antes del mar y la volcaban directamente en las playas; sin embargo estos no fueron suficientes para subsanar el incremento de la escorrentía superficial por la urbanización del cordón medanoso y el asfaltado de las calles perpendiculares al mar.En costas acantiladas, los excesos hídricos han sido canalizados hacia desembocaduras de cursos de agua perfectamente definidos. Sin embargo, estos están sujetos a episódicas crecidas y drenan sus excedentes hacia zonas no deseadas como por ejemplo sitios de disposición de residuos sólidos urbanos. En Claromecó, el diseño de las calles oblicuas a la costa origina concentraciones de los excesos que erosionan localmente las playas a la vez de transportar residuos y sólidos en suspensión. Por otra parte, el aumento del consumo en pozos domiciliarios promueve vertientes naturales hacia las playas (Isla et al., 2018) y compromete la calidad sanitaria de zonas de baño.El Balneario Las Grutas fue desarrollado sobre acantilados naturales promoviendo la construcción de bajadas peatonales hacia la playa. Las escasas precipitaciones provocaron que el abastecimiento hídrico sea indirectamente a través del Canal Pomona-San Antonio y por medio de camiones de agua. Los excedentes hídricos han originado incrementos del escurrimiento superficial hacia la playa. Al mismo tiempo, se han identificado sitios donde el agua percola en las arenas hasta un sustrato impermeable y aflora como vertientes en acantilados de interés turístico.Consideraciones finalesEl aumento del escurrimiento superficial en áreas medanosas o localidades balnearias ha originado mayores caudales hacia zonas de playas promoviendo la erosión. Estos efectos episódicos se suman a los inducidos por el oleaje y mareas extraordinarias de tormentas. El problema de la canalización de los excesos hídricos a zonas de playa es conocido en otros países de Sudamérica: los “sangradouros” en Rio Grande do Sul, Brasil (Calliari et al., 1998) son un caso de ello. También ocurren vertientes en algunas playas de Uruguay como en La Paloma (Kruk et al., 2019).Las barreras de dunas de la provincia de Buenos Aires están compuestas por arenas finas, siendo altamente vulnerables y erosionables. A la vez, el incremento en la recurrencia de tormentas sudestadas (Isla et al., 2022) para el litoral bonaerense incrementará los ritmos de erosión actuales. En Mar del Plata no sólo han aumentado los promedios de precipitación decadales sino también la recurrencia de eventos que superan los 50 mm (Pontrelli Albisetti, 2017).La falta de planificación de las villas balnearias obligó a improvisaciones sin siquiera un control topográfico regional, esencial para manejar excesos hídricos, y ampliar redes pluviales y cloacales. Hoy, urge mejorar estas redes mientras que nuevas villas balnearias se planifican cometiendo los mismos errores. Modelos como el Storm Water Management Model (SWMM) deben implementarse y validarse de modo de minimizar los consabidos impactos. Es menester promover estrategias de gestión integrada costera que busquen promover la infiltración natural de los excedentes hídricos a fin de abastecer los acuíferos costeros sin alterar los perfiles de playa.