INVESTIGADORES
ACEÑOLAZA Guillermo Federico
congresos y reuniones científicas
Título:
Explotaciones Mineras en el Nevado de Acay durante la Época Colonial
Autor/es:
NIEVA S.M., ACEÑOLAZA, G., Y LÓPEZ, V.
Lugar:
San Miguel de Tucumán
Reunión:
Congreso; Actas VI Congreso Argentino y I Latam de Historia de la Geología; 2023
Institución organizadora:
INSUGEO
Resumen:
Durante la época colonial, y en particular a finales del siglo XVIII el territorio nacional fue profusamente explorado en la búsqueda esencialmente de metales preciosos. Numerosas áreas serranas fueron abordadas explotándose minas metalíferas subterráneas, así como numerosos lavaderos de oro.Entre los diferentes distritos desarrollados en esos tiempos, destacamos al Nevado de Acay, el cual no posee profusos registros escritos, pero sí noticias de su existencia y algunas viejas labores de explotación de plata con rastros de fundiciones llevadas a cabo artesanalmente y de forma inconstante. En las márgenes de casi todos los arroyos que nacen del nevado, se observan vestigios de labores mineras temporalmente muy remotas. Ceruti y Vitry (2000), Ceruti (2007) y Mignone (2014) señalan que el Acay constituye un santuario incaico de alta montaña caracterizado por la presencia de complejos mineros, e incluyendo evidencia de actividades de caza, paso de arrieros históricos y rituales pastoriles entre otras actividades sociales. En este sentido, poco se conoce sobre los primeros descubrimientos y trabajos de las vetas metalíferas del Nevado de Acay, pero sin lugar a dudas las labores más antiguas fueron llevadas a cabo por indígenas.Documentación del Archivo Histórico de la Provincia de Salta consigna que en el año 1655, el Gobernador del Tucumán Alonso de Mercado y Villacorta, convocó al Cabildo y a algunos de los notables para discutir el mejor medio de construir establecimientos destinados a la molienda y fundición de los minerales extraídos de las minas de plata situado en el ingenio minero llamado indistintamente San Bernardo de Acay, San Francisco de Asis, Peña de la Verdadera Cruz o Cerro de Acay (Mignone, 2014, con referencias). Las antiguas máquinas que se utilizaban para la trituración mineral consistían en ruedas hidráulicas unidas a piedras circulares que giraban como las de un molino, las cuales generaban la molienda con la obtención de un material bastante fino (Cabral Font y Cia., 1910).En el año 1656, los establecimientos que se habían construido fueron destruidos por los calchaquíes, los cuales, encabezado por Pedro Bohórquez, se habían levantado (Torreblanca, 1696). Recién durante el transcurso del año 1692 se reiniciaron nuevamente los trabajos de extracción, molienda y fundición, desarrollados con distinta intensidad hasta su abandono definitivo a mediados del siglo XIX. La vertiente Norte del Acay registra lo que en la literatura geológica se conoce como “antigua mina de hierro” o “mina Fundiciones”, la cual tiene un breve apogeo a principios del siglo XX (Mignone, 2014).La explotación minera colonial era esencialmente artesanal, realizada exclusivamente con herramientas de mano y dispositivos mecánicos sencillos y de bajo costo. Las vetas se trabajaban en sus partes más ricas y en forma selectiva, mediante laboreos superficiales o poco profundos que se abandonaban ante los primeros contratiempos generados por la invasión de las aguas subterráneas y la falta de luz o aire en los pozos y galerías (Catalano, 2004).Los españoles no tenían por costumbre construir socavones para cortar las vetas a profundidades convenientes, sino que buscaban los puntos más altos de los filones y luego hacían las excavaciones en el rumbo de la inclinación que estos tenían. Los trabajos mineros españoles eran superficiales, no penetraban nunca a gran profundidad, y jamás pasaban los 40 o 50 metros en sentido perpendicular (Cabral Font y Cia., 1910).Con esta metodología de laboreos, los mineros coloniales arriesgaban poco capital en sus proyectos, con una muy escasa inversión en maquinaria y personal, transporte a lomo de mula y sin necesidad de apertura de costosos caminos. En general los métodos de concentración del mineral eran también esencialmente manuales, con baja recuperación del producto (Catalano, 2004). Los restos arqueológicos encontrados en las minas, caseríos y caminos datan de la época incaica y periodo Formacional Tardío. En el caso de las minas hay desarrollo cultural que perduró en el tiempo, siendo reactivadas durante las fases exploratorias de Dirección General de Fabricaciones Militares.La explotación minera no solo contribuyó significativamente a la economía colonial al proporcionar metales preciosos para el comercio y el tesoro real, sino que también generó un impacto profundo en la sociedad y la estructura política de la región. Los conflictos entre etnias indígenas eran abordados a través del trabajo en las minas como un modo de sosegar dichos conflictos (Mignone 2019)Las minas del Acay -por más escasas y poco significativas desde sus aspectos de riqueza regional-, atrajeron a pobladores locales y algunos aventureros, probablemente generando interacción cultural entre colonizadores y comunidades originarias, situación que modeló de alguna manera la rica historia minera colonial en la región.