INVESTIGADORES
KIETZMANN Diego Alejandro
congresos y reuniones científicas
Título:
DINÁMICA DE LOS SISTEMAS SEDIMENTARIOS TITHONIANOS DE LA CUENCA NEUQUINA: EL PRELUDIO PARA LA GENERACIÓN DE UN SISTEMA NO CONVENCIONAL EXCEPCIONAL
Autor/es:
KIETZMANN, D.A.
Reunión:
Simposio; VIII Simposio Argentino del Jurásico; 2023
Resumen:
Durante el Jurásico Tardío la Cuenca Neuquina constituía una cuenca de retroarco parcialmente cerrada que estuvo sometida a un régimen de subsidencia termal con eventos tectónicos extensionales localizados. El contexto global muestra una intensa actividad volcánica-hidrotermal en las dorsales centro-oceánicas, que produjeron la emisión de grandes volúmenes de sulfuros y CO2, lo que promovió el calentamiento global y la estratificación de los océanos. El evento anóxico oceánico titoniano quedó registrado en numerosas cuencas como una excursión positiva de δ13C y la depositación generalizada de rocas madre de hidrocarburos. La combinación del colapso extensional en el arco volcánico andino, sumado a la acelerada tasa de generación de fondo oceánico a nivel global, confluyeron en una rápida inundación marina durante el Tithoniano temprano, que permitió el establecimiento de amplios sistemas marinos de rampas carbonáticas y mixtas con características excepcionales a nivel mundial, como grandes espesores sedimentarios (cientos a miles de metros), alto contenido de materia orgánica (hasta 21% TOC), excelente control bioestratigráfico y baja diversidad de organismo productores de carbonato. Sus características convierten a estos sistemas en rocas madres de hidrocarburos excepcionales de clase mundial y conforman a su vez algunos de los reservorios de hidrocarburos no convencionales más importantes a nivel mundial.Las rampas tithonianas de la Cuenca Neuquina constituyen sistemas de bajo gradiente topográfico, que estuvieron mayormente controlados por las estructuras precedentes, factores hidrodinámicos y forzantes climáticos. Los depocentros principales (Picún Leufú, Añelo, Chos Malal y Malargüe) estuvieron delimitados por una serie de altos estructurales, entre los cuales algunos de ellos fueron activos durante la depositación. En el área del engolfamiento neuquino las marcadas topografías previas permitieron el desarrollo de un sistema de clinoformas dominadas por acomodación física, con una fuerte componente de exportación hacia el offshore; por el contrario, el depocentro de Malargüe se caracterizó por el desarrollo de sistemas homoclinales.Durante el Tithoniano temprano prevalecieron condiciones húmedas a estacionales al sur de la cuenca, provocando importantes descargas de sedimentos clásticos que se acumularon como deltas dominados por mareas y planicies mareales, especialmente en el depocentro de Picún Leufú y sur del depocentro de Chos Malal, representados en las formaciones Carrín Curá, Picún Leufú y Bajada Colorada, mientras que en el sector mendocino, este tipo de facies está representado en la Formación Lindero de Piedra.Hacia el Tithoniano medio, la instalación de condiciones áridas permitió el desarrollo de sistemas carbonáticos de aguas templadas que perduraron hasta el Berriasiano tardío. Las facies perimareales de estos sistemas estaban caracterizadas por planicies de mareas fangosas atravesadas por canales de marea. Las facies submarelaes presentaban albuferas someras con desarrollo de arrecifes en parche y extensas áreas colonizadas por crustáceos que promovieron un intenso proceso de pelletización. Hacia el “quiebre de plataforma” y hasta la rampa media, se desarrollaron biostromas de grifeidos que se asociaron a complejos barras oolíticas en los sectores someros y depósitos de tormenta en los sectores distales. En el engolfamiento, el foreset de las clinoformas desarrolló facies de talud de bajo gradiente, caracterizados por facies fangosas y la instalación localizada de corrientes de contorno asociadas, probablemente, a celdas de “circulación estuarina” debido a las altas tasas de evaporación en las aguas someras. Las facies de rampa externa (bottomset) permanecieron en condiciones deficientes en oxígeno, con altas tasas de sedimentación (10-60 m/Ma) asociadas a la fuerte exportación offshore y la alta productividad superficial, lo que generó el balance ideal para la acumulación y preservación excepcional de materia orgánica.Las latitudes medias en las que se encontraba la cuenca condicionaron la asociación heterótrofa de organismos productores, desarrollados en coexistencia constante con el arco volcánico andino y el desarrollo de una zona de upwelling en el océano Pacífico. Si bien estos factores condicionaron la diversidad de los organismos, también generaron un continuo aporte de nutrientes y, consecuentemente, altas tasas de productividad superficial. Estas características hicieron del sistema Vaca Muerta/Quintuco, y Vaca Muerta/Chachao, un sistema excepcional que no posee análogos actuales. La comparación con otros sistemas no convencionales tipo shale con características paleoambientales similares, como Eagle Ford, Marcellus o Haynesville/Bossier, muestran que la coexistencia entre el aporte de nutrientes aportados por el volcánico y/o las zonas de surgencia, junto con la dinámica depositacional, es una condición necesaria para la formación de estos reservorios de clase mundial.