INVESTIGADORES
KIETZMANN Diego Alejandro
congresos y reuniones científicas
Título:
HOLOESTRATIGRAFÍA DEL LÍMITE JURÁSICO-CRETÁCICO EN LA CUENCA NEUQUINA
Autor/es:
KIETZMANN, D.A.; IGLESIA-LLANOS, M.P.; CAPELLI, I.; SCASSO, R.A.; ENCINAS, A.
Reunión:
Simposio; VIII Simposio Argentino del Jurásico; 2023
Resumen:
En esta contribución se presentan los avances en la construcción de un esquema holoestrátigráfico para el Titoniano-Berriasiano en la Cuenca Neuquina. El Titoniano-Berriasiano está representado en la cuenca por la Formación Vaca Muerta y sus equivalentes laterales: formaciones Carrín Curá, Picún Leufú, Quintuco, Bajada Colorada, Lindero de Piedra y Chachao, del lado argentino, y formaciones Baños del Flaco, Lo Valdés y Lo Prado, del lado chileno. La Formación Vaca Muerta está conformada por una sucesión rítmica de margas, calizas y tobas (100 a 1250 m de espesor) y representa las facies distales de distintos sistemas de rampas carbonáticas y mixtas. La síntesis aquí presentada es el resultado del estudio de más de 40 secciones de afloramiento y subsuelo, tanto del lado argentino como del lado chileno, entre las que se seleccionaron las siete secciones más completas, que cuentan además con bioestratigrafía de amonites (identificados por el Dr. Alberto Riccardi). Sobre estas secciones se están realizando estudios de facies, microfacies, paleomagnéticos, cicloestratigráficos y bioestratigráficos sobre los macro- y microfósiles, entre otros (Fig. 1). Los estudios paleomagnéticos permitieron obtener 11 polaridades reversas y 10 polaridades normales, que una vez correlacionadas con la última Escala de Tiempo de Polaridad Geomagnética (GPTS) pudieron ser correlacionadas con los subcrones M22r.2r a M15r (Iglesia Llanos y Kietzmann 2020). Los estudios cicloestratigráficos permitieron identificar hasta 600 pares litológicos o ciclos elementales asignable a variaciones de la precesión del eje terrestre (21 ka) que, analizados mediante análisis de series temporales, permitieron reconocer 120 ciclos de excentricidad de la órbita terrestre de alta frecuencia (90-120 ka) y 24 ciclos de excentricidad de baja frecuencia (406 ka), lo que permite tener una calibración de la sucesión con un detalle de 10 ka (Kietzmann et al. 2018). El estudio de microfósiles calcáreos en más de 700 láminas delgadas permitió la identificación de 26 especies de calpionélidos y 29 especies de calciesferas (quistes de dinoflagellados calcáreos), que permitieron reconocer cuatro biozonas estándar de calpionélidos (Chitinoidella, Crassicollaria, Calpionella y Calpionellopsis) con ocho subzonas (Slovenica, Boneti, Remanei, Massutiniana, Alpina, Elliptica, Simplex y Oblonga), y ocho biozonas de calciesferas (C. pulla, P. malmica, C. tenuis, C. fortis, S. proxima, S. wanneri, C. vogleri y C. conferta). Por último, el estudio de isótopos estables de carbono (Capelli et al. 2021, Weger et al. 2022) muestra una curva con un patrón bien característico, con una leve tendencia decreciente durante el Titoniano y una tendencia estable durante el Berriasiano, así como una leve excursión negativa propuesta recientemente como marcador del límite J/K (Košťák et al. 2023). Los valores de δ13Corg no se modifican sustancialmente durante la diagénesis, como ocurre con el C de los carbonatos, por lo que estas tendencias son confiables para correlaciones quimioestratigráficas globales. Si bien se han observado algunas diferencias menores con las escalas internacionales (e.g., Subcron M16r.1n o la aparición más temprana de los chitinoidélidos), la correlación entre las distintas subdisciplinas estudiadas es consistente entre sí, por lo que permite una muy buena correlación cronoestratigráfica con las escalas de referencia internacionales generadas para el Tethys y aporta datos importantes para la calibración temporal de este intervalo de tiempo, aún muy discutido a nivel global.