Impacto de sistemas de labranza sobre la distribución de fragmentos en suelos con diferente manejo previo

DÍAZ-ZORITA, MARTÍN; ALVAREZ, C; BARRACO, MIRIAN; SCIANCA, C

Salta-Jujuy

Congreso; XX Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo y I Reunión de Suelos de la Región Andina; 2006

AACS

Las labranzas rompen los fragmentos, compactan los suelos y disturban comunidades de animales y plantas que contribuyen a la agregación. La cero labranza permitiría mejorar las propiedades edáficas de los suelos según condiciones iniciales de manejo. Nuestro objetivo es evaluar el impacto de la introducción de sistemas de cero labranza sobre la estructura de los suelos bajo condiciones contrastantes de manejo. El estudio se desarrolló sobre un suelo Hapludol Típico. En 2001 se instalaron tratamientos de cero labranza de maíz (Zea mays L.) y soja (Glycine max (L.) Merrill) en rotación según 3 condiciones de manejo previo: (a) arado de rejas durante 10 años (AR), (b) bajo cero labranza durante 10 años (CL) y (c) Pastura de festuca 15 años (PF). En 2003 y  2005 se tomaron muestras intactas de los suelos (0-10 cm) que  luego de secas al aire fueron fragmentadas aplicando 5 niveles de energía específica. Se calculó la distribución media de fragmentos por tamizado en seco  según el diámetro medio ponderado (DMP), El DMP de los fragmentos varió entre 32.8 y 11.8 mm y fue disminuyendo a medida que se aumentó el nivel de energía aplicado. Estas diferencias fueron de mayor magnitud en el tratamientos AR donde las prácticas posteriores de no remoción durante  3 años lograron aumentos en el tamaño medio de los fragmentos y modificaciones en la tasa de fragmentado ante incrementos en la energía aplicada. La tasa de reducción en el tamaño de fragmentos, evaluada según el exponente de la relación entre energía de ruptura y DMP tendió a describir una mayor estabilidad de los suelos bajo prácticas sin remoción de mayor duración (CL o PF). Al comparar esta variable entre fechas de muestreo se detecta que la incorporación de prácticas de cero labranza tendió a reducir la tasa de ruptura de los fragmentos independientemente del manejo previo de los suelos. En las condiciones de estudio se observa que el mantenimiento de prácticas de cero labranza tienden a incrementar el tamaño medio de fragmentos y a reducir su tasa de fragmentado al aplicarse niveles crecientes de energía de ruptura. Este comportamiento podría explicarse en parte por acumulación de materia orgánica facilitando la agregación de los suelos en ausencia de remoción. Estudios en desarrollo procuran caracterizar el impacto de estos cambios en relación con otros procesos edáficos vinculados con el movimiento y la captación de agua.