Balance de nutrientes en sistemas agrícolas de Argentina - Mesa redonda: Impacto de la Intensificación de la Agricultura

DÍAZ-ZORITA, MARTÍN

Salta-Jujuy

Congreso; XX Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo y I Reunión de Suelos de la Región Andina; 2006

AACS

La producción agrícola argentina muestra crecimiento tanto en extensión como en rendimientos unitarios como respuesta a la incorporación de modernas prácticas de manejo. Entre estas se destaca la incorporación de la cero labranza, uso de genotipos de alta producción, aumento en el uso de fertilizantes y aplicación de sistemas integrados de control de plagas y enfermedades. En esta exposición se resumirán y discutirán algunos de los elementos que hacen el estado actual de manejo de la nutrición de cultivos de cosecha en Argentina, principalmente en el área pampeana. Aproximadamente el 85% del área con trigo o con maíz es fertilizada mientras menos del 30% de la superficie con girasol o con soja. Los aportes aparentes de nutrientes resultan en balances negativos y en el caso de fósforo (P) la extracción anual de P en los granos es sólo compensada en un 40% con la aplicación de fertilizantes. Se observan reducciones en los contenidos de P extractable de los suelos con aumentos en las áreas con niveles potencialmente deficientes en P. En el caso del N, los criterios más difundidos de diagnóstico y fertilización contemplan las aplicaciones de suficiencia en cultivos de cereales y el uso de inoculantes con cepas seleccionadas para la eficiente fijación biológica en soja. Aún considerando una alta eficiencia de este último proceso los balances aparentes de N son negativos en secuencias con soja y parcialmente balanceados en el caso de los cereales. En general, las recomendaciones de fertilización contemplan en parte suficiencia de las necesidades de los cultivos y con menor frecuencia la reposición de la extracción en granos para el mantenimiento de la oferta de los suelos. El desafío en el manejo de la fertilidad de los suelos pampeanos es el ajuste permanente en los modelos de diagnóstico y fertilización considerando las presentes condiciones de producción (régimen de tenencia de la tierra, rotaciones, manejos por ambientes, etc.) y contemplando no sólo sus aportes a los rendimientos de los cultivos sino también su contribución al desarrollo de sistemas sustentables de producción.