INVESTIGADORES
MIE fabian Gustavo
congresos y reuniones científicas
Título:
Interpretación y verdad en la hermenéutica de textos filosóficos antiguos (Platón y Aristóteles)”,
Autor/es:
FABIÁN MIÉ
Lugar:
San Martín (Prov. de Buenos Aires)
Reunión:
Otro; Ciclo de conferencias “¿Cómo leer un texto de la antigüedad?”,; 2008
Institución organizadora:
Universidad Nacional de San Martín
Resumen:
Hay un enfoque sobre la relación entre interpretación y verdad en la hermenéutica o, sencillamente, en la tarea profesional de comentar textos filosóficos antiguos que pone en estrecha vinculación tal relación con la de la actualidad y el sentido que tiene estudiar filosofía antigua para el presente y para nuestras propias preocupaciones contemporáneas. Enfocada la primera relación (interpretación-verdad) de esta manera, la discusión acerca de un tópico clásico como el de la incidencia y tensión entre un comentario filológico y la aclaración y hasta utilización filosófica de un documento antiguo[1] toma ribetes muy peculiares, según los que controvertidos problemas, como el de la fidelidad histórica de la interpretación y el de la aparente imposibilidad de prescindir de nuestros propios esquemas conceptuales del presente para aclarar un texto antiguo, se ven como indisolublemente ligados al problema de la determinación de aquello en que consiste la específica mediación histórica que caracteriza a la elaboración de los conceptos filosóficos. Pues ya Aristóteles delimitaba la epistéme filosófica como una investigación de carácter conceptual, consistente en el análisis de conceptos, y aplicada a usos lingüísticos provistos de una efectiva capacidad descriptiva de la realidad[2]. La materia a través de la cual la filosofía aborda su propio objeto, no como si tal materia fuese una superficie de impresión contingente o reemplazable, es el lenguaje; y, por cierto, ese peculiar desempeño cognitivo que elaboramos mediante los conceptos. Epistémicamente considerados, los conceptos representan, ya para Platón y Aristóteles y para muchos filósofos posteriores hasta la actualidad, procedimientos cognitivamente diseñados para apresar la estructura de las cosas. Pero el caso es que las “cosas” de que trata la filosofía a través de su despliegue histórico son, precisamente, o bien conceptos o bien items extra-lingüísticos (la naturaleza, el ser, la mente, el conocimiento perceptivo, el comportamiento moral, la organización política, el razonamiento, el lenguaje mismo) que, empero, sólo son filosóficamente tratables a través de los conceptos que los iluminaron. Ahora bien, una de las tesis que aquí presentaré es que la naturaleza de los conceptos filosóficos es intrínsecamente histórica, lo que entraña que los conceptos de que disponemos y que utilizamos para examinar un texto antiguo se hallan sometidos a lo que por ahora llamaré vagamente desarrollo histórico, es decir, a un cambio histórico en su mismo contenido. Si dicho cambio conforma la manera específica y única en que pueden transmitirse los conceptos filosóficos, ello implicaría evidentemente que esta clase de conceptos posee un contenido indisolublemente ligado a su historia, a su génesis y desarrollo. Aquí trataré de mostrar que la historia del desarrollo de los conceptos es la manera específica en que se fija el contenido de los conceptos filosóficos. Si éste es un diagnóstico elementalmente correcto acerca del contenido de los conceptos filosóficos, y dicho diagnóstico conlleva cierta evaluación sobre la capacidad específica que a la filosofía corresponde viabilizar recogiendo nuestra humana intención de establecer un anclaje en el mundo, más particularmente, viabilizando esa intención humana mediante el tratamiento filosófico de ciertos temas, entonces surgirán álgidas controversias acerca de los parámetros de corrección y relevancia en la tarea profesional de interpretación de textos filosóficos. Tales controversias se hallan atravesadas por dos ejes: por un lado, el histórico, concerniente a la naturaleza histórica de los conceptos, un aspecto que involucra la dimensión histórica de la interpretación de los textos abarcando la situación histórica del documento interpretado y la del intérprete. Por el otro lado, hay que considerar el eje representado por la verdad o corrección, que se halla presente en la pretensión, intrínseca a toda interpretación de un texto, de ser una interpretación válida o justificada. A menudo, estos últimos términos, “verdad”, “corrección”, “validez” y “justificación”, se usan casi sinónimamente, lo que tal vez delata un descuido o una insuficiente reflexión hermenéutica por parte del los especialistas. [1] Kurt von Fritz, “Philologische und philosophische Interpretation philosophischer Texte”, en sus Kleine Schriften zur griechischen Philosophie Bd. 1: Logik und Erkenntnistheorie, Stuttgart-Bad Cannstatt, 1978 : 11-22. [2] Sobre la naturaleza conceptual y la metodología de análisis conceptual características de la filosofía cf. Ernst Tugendhat, “Überlegungen zur Methode aus analytischer Sicht”, en sus Philosophische Aufsätze, Frankfurt am Main : 261-272.