INVESTIGADORES
RODRIGUEZ Maria Florencia
congresos y reuniones científicas
Título:
Mujeres y formas autogestivas de habitar
Autor/es:
RODRIGUEZ MARIA FLORENCIA
Lugar:
Tandil
Reunión:
Congreso; III Congreso Nacional de Economía Social y Solidaria. Mesa temática 9: Las mujeres y diversidades sexuales en la construcción de la economía social, solidaria, popular y feminista. La cuestión del hábitat.; 2023
Institución organizadora:
Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN) y Red Universitaria de Economía Social y Solidaria (RUESS).
Resumen:
Esta ponencia analiza desde una perspectiva de género, el rol de las mujeres en los procesos de producción de hábitat desde un abordaje teórico-conceptual. Concretamente se propone comprender el papel constante y dinámico que las mujeres despliegan en los procesos comunitarios y autogestivos de construcción de espacios habitables como parte constitutiva de la reproducción ampliada de la vida. Las mujeres desempeñan históricamente un rol importante en los procesos de autoconstrucción de vivienda a través del trabajo comunitario, tal como sucede en muchas urbanizaciones latinoamericanas. Estas dinámicas responden a cuestiones estructurales centradas en la división sexual del trabajo, junto con la concentración de actividades domésticas y trabajos no remunerados, que se suceden en la casa, ámbito cotidiano desde el cual además organizan la vida familiar (Gil y de Anso y Ramos, 2011). En este marco, las mujeres y diversidades desempeñan un rol clave respecto a la participación e involucramiento sobre las problemáticas barriales y habitacionales (Czytajlo, 2012). Esta territorialidad de la vida cotidiana que atraviesan las mujeres en las dinámicas de conformación de asentamientos y barrios populares dan cuenta de “la interacción y experiencia que vincula al género con el proceso de urbanización” (Massolo, 1999, p. 79). De acuerdo a la autora, los roles genéricos predeterminados socialmente de madre-esposa-ama de casa resultaron ser tan restrictivos como -paradójicamente- habilitantes de una activa participación femenina en el entorno inmediato y en la gestión de asuntos públicos cotidianos. El barrio, la comunidad vecinal y el hábitat donde se despliega la vida cotidiana, constituyen los escenarios en que las mujeres y diversidades se involucran y despliegan roles, estrategias, habilidades y luchas (Massolo, 1999). A la vez se evidencian marcadas diferencias en la distribución de responsabilidades entre los hombres y las mujeres. En el polisémico rol de maternar, cuidar y velar por el bienestar de quienes residen en el lugar (casa, barrio), se produce una sobrecarga de tareas y funciones que recaen fuertemente y de manera exclusiva en las mujeres. En este proceso de uso, producción y re producción desigual de la ciudad, el género tiene un valor analítico relevante para la comprensión de estas diferencias entre lo femenino y masculino en las distintas escalas del espacio geográfico (Soto Villagran, 2016).Los procesos colectivos de mujeres y autogestivos del hábitat contribuyen a repensar otras formas de vivir la cotidianidad, con tendencias despatriarcalizadoras de las relaciones sociales, capaces de potenciar transformaciones subjetivas e intersubjetivas a partir de la resignificación cultural (Rodríguez, 2009). Bajo experiencias autogestivas, muchas mujeres pudieron empoderarse, adquirir nuevos saberes, incluso desempeñar un rol activo en el proceso constructivo, junto con la creación de espacios educativos, culturales y de emprendimientos productivos de la mano de la economía social. Estas dinámicas organizativas invitan a comprender el hábitat y el habitar como práctica social, cultural, propias del Ser, y también como proceso, camino y devenir, a través de la construcción de espacios vitales, sentidos, subjetividades y tramas vinculares, con fuertes componentes de co-creación y de transformación, propia y del entorno, y en la relación socio-espacial con otros/as.