INVESTIGADORES
ZAPATA Maria Cecilia
congresos y reuniones científicas
Título:
Territorios ambientalmente excluyentes: características de la autoproducción popular de ciudad en el Conurbano Sur.
Autor/es:
ZAPATA, M. CECILIA; DAVENPORT O.; BIDINOST AGUSTÍN
Lugar:
San Miguel de Tucumán
Reunión:
Congreso; III ENCUENTRO NACIONAL DE LA RED DE ASENTAMIENTOS POPULARES. Emergentes y debates en torno al hábitat popular; 2023
Institución organizadora:
Red de Asentamientos Populares
Resumen:
Según el RENABAP (2022), en la Provincia de Buenos Aires se concentra la mayor cantidad de barrios populares del país: 1993 de 5687 (34%). Dentro del Conurbano Bonaerense, en Quilmes existen 70 barrios populares, de los cuales 25 (37%) se encuentran ubicados en los márgenes del Arroyo Las Piedras, un curso de agua con altos niveles de contaminación.El Arroyo Las Piedras constituye un drenaje natural de aproximadamente 15.000 hectáreas, que atraviesa 4 municipios (entre ellos Quilmes). A partir de los ‘80, sobre este curso de agua se conformaron villas, asentamientos y barrios populares producto de diferentes prácticas de autoproducción y de producción social del hábitat: tomas planificadas y no planificadas de tierras e inmuebles, autoconstrucción de vivienda e infraestructura, autogestión de los distintos componentes del hábitat, entre otros. A pesar de sus diversos orígenes, en la actualidad estos territorios tienen como características comunes la precariedad en las condiciones de vida, la informalidad urbana y la negligencia estatal (Bidinost y Davenport, 2019a y 2019b). Durante 2019-2022, a partir de una articulación entre un equipo de investigación del CONICET , organizaciones sociales y población organizada y dispersa, fueron relevadas y analizadas las características socio-habitacionales, socio-ambientales y socio-cognitivas de dos de estos barrios: Barrio Arroyo Las Piedras I y Los Pinos. Teniendo en cuenta las particularidades de cada barrio, se construyó un andamiaje metodológico mixto en el que se combinaron diversas fuentes de información (encuestas y entrevistas en profundidad a los habitantes de los barrios y funcionarios municipales, relevamiento fotográfico y georeferenciación de datos) a partir de un abordaje anclado en la investigación-acción.A partir del relevamiento, identificamos que el Barrio Arroyo Las Piedras I, asentado sobre la vera del arroyo, surgió a partir de la toma espontánea, individual y por goteo de su población. En cambio, el Barrio Los Pinos, trata de un enclave radicado a unos 200 mts de este mismo arroyo, sobre suelo nomenclado de uso industrial y rodeado por 16 industrias, que surgió a partir de un loteo promovido por una de las empresas radicadas en la zona (ante la inminente toma de los terrenos por sus trabajadores) y entregados a los mismos mediante ventas/alquileres informales. Arroyo Las Piedras I es habitado por una población en condiciones de pobreza e indigencia por ingresos, informalidad laboral y un bajo nivel educativo que inhibe el acceso a puestos formales de trabajo. Esta situación no se repite en Los Pinos, donde nos encontramos con una población más heterogénea económicamente, con salarios bajos en general, pero sin el nivel de indigencia que verificamos en el primer barrio. Habitacionalmente, ambos barrios se caracterizan por contener construcciones edilicias muy precarias (producto de los materiales con los que fueron construidas), situaciones irregulares de tenencia, y acceso inadecuado/informal a servicios públicos y privados (sistemas cloacales, desagües pluviales, canastos para la recolección de residuos, calles asfaltadas, etc.). Ambientalmente, se trata de dos barrios contaminados por residuos fabriles, domésticos y cloacales. La cuenca de agua cumple un rol fundamental en la reproducción cotidiana de estos barrios: ante la falta de infraestructura urbana, funciona como cloaca natural en uno y como vertedero de desechos industriales en el otro. Los problemas socio-ambientales de estos barrios pueden sintetizarse en dos grandes dimensiones: I.Inundaciones: por ser terrenos bajos, por obstrucción de los drenajes, por crecidas de cursos de agua cercanos.II.Contaminación ambiental: por cercanía a micro-basurales, por usos residenciales contaminantes, por fábricas contaminantes, por cursos de agua contaminados. El asentamiento de poblaciones de bajos recursos en las cercanías de cursos de agua no se trata de un hecho contingente en las últimas décadas. El advenimiento del neoliberalismo, la prohibición de loteamientos sin servicios, el colateral aumento de costo del suelo urbano y la ausencia de políticas estatales de acceso al suelo urbano, consolidó a la toma de tierra como una forma estructural de producción de suelo y acceso a la ciudad de sectores populares, propio de este municipio, del conurbano bonaerense, y también, de los países latinoamericanos durante los años ‘80 y ‘90 (Izaguirre y Aristizábal, 1988; Merklen, 1991; Abramo, 2012; Clichevsky, 2000; Di Virgilio, 2015; Cravino y Vommaro, 2018). Pero el rápido agotamiento del suelo urbanizado disponible en las periferias de las ciudades y transformaciones en las formas organizativas de las tomas de las últimas décadas (Nardín, 2020), fue generando que áreas intersticiales ambientalmente comprometidas se configuren como las únicas disponibles para el habitar de los sectores populares.Al mismo tiempo, se registraron una serie de características de estas urbanizaciones populares que tienden a reproducir las condiciones de exclusión social de sus habitantes (Zapata et al., 2021) y configuran a estas localizaciones como ambientalmente excluyentes:I.Deficiencia habitacional: malas condiciones de habitabilidad como consecuencia de procesos individuales de autoproducción de vivienda, sin asistencia técnica ni de materiales de calidad. II.Deficiencia de infraestructura urbana: ausencia de redes de distribución de servicios domiciliarios (agua de red, electricidad, gas, cloacas), ausencia de servicio de recolección de residuos.III.Falta de tecnologías de organización comunitaria: organizaciones de base, cooperativas, mutuales, centros culturales. Teniendo en cuenta los problemas ambientales y habitacionales que presentan estos barrios, esta ponencia busca identificar y analizar los factores urbanos/territoriales que hacen a estas localizaciones ambientalmente excluyentes, pero habitables para los sectores populares. El interrogante que ordena esta ponencia es ¿por qué los sectores populares autoproducen urbanizaciones en territorios ambientalmente excluyentes? El trabajo de campo identificó que estos territorios cuentan con ciertas características que viabilizan su “habitabilidad” para los sectores sin recursos:I.Disponibilidad de suelo: por emplazarse sobre el camino de sirga o en zonas industriales, estos terrenos se encuentran disponibles y no son mercantilizables formalmente para uso residencial. Son terrenos con un bajo grado de disputa, en términos de mercancías, por sus condiciones ambientales y por el uso establecido por la normativa urbana. No obstante, implican una barrera al acceso formal a servicios y a la normalización de la tenencia de las viviendas.II.Capital locacional: cercanía a centros urbanos y los servicios/externalidades urbanas que ofrece la zona (transportes, centros de salud y educativos, polos industriales que demandan trabajadores, entre otros).III.Cercanía a cursos de agua: los cuales se constituyen en una solución al problema de los residuos sólidos, industriales y cloacales. En los Pinos I, una importante cantidad de viviendas vierten directamente sus desechos al arroyo a través de sistemas cloacales autoproducidos y en Los Pinos, muchas de las industrias allí radicadas, también de manera autoproducidas, vierten allí sus desechos industriales.Más allá de estos aspectos que “facilitarían” el habitar en estos barrios, se trata de terrenos no regularizables a futuro. Sin embargo, tras un cambio en el paradigma de la intervención estatal hacia los barrios populares (se pasó de un paradigma erradicatorio a uno radicatorio), se identificaron algunos indicios de nuevas respuestas estatales (la construcción de vivienda estatal sobre el camino de sirga, programas de “obras tempranas”, mejoramientos de núcleos húmedos, etc.) que no hacen más que legitimar y reproducir la situación de exclusión social existente.