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La trata de niñas, mujeres y personas feminizadas con fines de explotación sexual, ha sido denunciada como una de las preocupaciones centrales de los movimientos de mujeres y feministas a nivel mundial. Es una violación a los derechos humanos que no sólo implica desigualdades de géneros, raza y clase, sino que también constituye el tercer negocio ilegal más lucrativo del mundo. En este marco, los varones son los principales consumidores y beneficiarios de las ganancias económicas y simbólicas, constituyendo una forma de violencia de género donde confluyen modalidades que van desde lo emocional y psicológico hasta lo sexual y patrimonial. Para comprender el fenómeno de la trata con fines de explotación sexual, es importante enmarcar su existencia y funcionamiento en el capitalismo patriarcal extractivista. Esta configuración mundial nace a partir de la expoliación, el despojo, y la explotación de cuerpos y territorios, configurando una matriz ecológico-geográfica como forma de ordenar el mundo. De este modo, se establecen cuerpos-territorios de sacrificio, explotación, apropiación y por el otro, cuerpos-territorios de consumo y acumulación.Respondiendo a esta matriz estructural, el sistema prostibulario globalizado establece una enorme cantidad de mujeres y personas feminizadas como "sacrificables" para la acumulación irrestricta de capital. Según el informe mundial sobre trata de personas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) del año 2014, los países ricos de Oriente Medio, Europa Occidental y América del Norte, se configuran como países de destino de víctimas de trata. En los países enriquecidos se encuentran víctimas de diversos orígenes, incluso de otros continentes, mientras que en los países empobrecidos se identifican mayormente corrientes de trata interna (nacionales) o de la misma región.A nivel internacional, Argentina se configura como país de origen, tránsito y destino de víctimas de trata. Asimismo, diversos informes de organismos internacionales y nacionales han señalado que nuestro país posee altos niveles de trata dentro de las fronteras nacionales. De esta manera se establecen -al igual que en la escala global-, zonas de captación y zonas de explotación/consumo, asociadas generalmente a circuitos prostibularios cercanos a espacios de concentración y tránsito de población masculina. Tal es el caso de actividades productivas extractivas, eventos deportivos masculinizados, convenciones empresariales, bases militares, eventos políticos, entre otras. Estas articulaciones entre dinámicas de la economía emergida y de la economía sumergida, y los circuitos que surgen producto de ellas, son lo que Saskia Sassen ha denominado contrageografías de la globalización.En el siguiente trabajo elaboramos un mapeo nacional que reconstruye las rutas y circuitos de explotación sexual, a partir del análisis de las sentencias (condenatorias y absolutorias) de trata con fines de explotación sexual en Argentina, desde la sanción de la Ley 26.364 de Prevención y sanción de la Trata de Personas y asistencia a sus víctimas en el año 2008 hasta el año 2021 inclusive. Asimismo, abordaremos dos estudios de caso que dan cuenta de esta matriz ecológico-geográfica, visibilizando cómo las actividades productivas de carácter extractivo se vinculan con la instalación y el desarrollo del sistema prostibulario: el de Santiago del Estero y el de Bahía Blanca. Esto opera como contrapunto, para comprender la dimensión micro del fenómeno, que se pierde en el análisis global.En Santiago del Estero, en el año 2009 se construyó una planta de biodiesel en la localidad de Frías, que producía combustible a partir de granos de soja cultivada en la región. La instalación de la planta afectó directamente las dinámicas prostibularias y de explotación sexual, incrementándose la demanda, tras una permanente circulación de camiones que transportaban el cereal, y personal masculino que trabajaba en la fábrica. Por su parte, la localidad de Bahía Blanca cuenta con una ubicación geográfica que aporta al dinamismo que la explotación sexual requiere: se relaciona con la costa atlántica, el sur petrolero y la frontera andina, se puede llegar a ella por medio de tendido ferroviario y vial y es lugar de residencia de una gran cantidad de mano de obra calificada y masculinizada. Además, es una plataforma del comercio y la industria con injerencia nacional y global. En 2016 se conoció un caso de trata que implicó a reconocidos actores de la localidad y puso en evidencia un negociado que facilitaba la llegada de mujeres menores de edad desde distintas regiones en camiones de cereal para ser explotadas sexualmente en White.