BECAS
KIEFER Renata
congresos y reuniones científicas
Título:
Género, colonialidad y modernidad. Debates en torno a las nociones de colonialidad del poder y la colonialidad de género en las sociedades contemporáneas
Autor/es:
RENATA KIEFER
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; 6to Congreso Género y Sociedad; 2022
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Cordoba, Facultad de Ciencias Sociales, Facultad de FIlosofía y Humanidades, Porgrama y Doctorado de Estudios de Género
Resumen:
Cuando la sociedad cambia, los temas y categorías de las ciencias sociales también lo hacen por lo que es preciso mirar esas transformaciones desde mapas cognitivos y esquemas conceptuales que puedan, de alguna manera, explicarlas. En este trabajo1 se pone el foco en los marcos explicativos que se han construido para pensar el poder y el género en nuestras sociedades actuales. La cuestión del poder es de larga data en los debates de las ciencias sociales, la cuestión de género también. Sin embargo, es recién a partir de la década del 70 que esta categoría comienza a instalarse con más fuerza en las ciencias sociales como herramienta analítica para explicar las desigualdades entre varones, mujeres e identidades sexo-genéricas, desigualdades que han configurado otros vectores de opresiones en nuestras sociedades y que, hasta el momento, no habían podido explicarse y nombrarse como tales. En este sentido, presentamos algunas reflexiones acerca de cómo se han explicado teóricamente ciertos procesos sociales latinoamericanos desde ópticas occidentales y patriarcales (como la conformación de sus Estados y sociedades modernas), adentrándonos en las contribuciones que las teorías feministas decoloniales han hecho para pensar desde marcos explicativos que no dejen por fuera el lugar de las mujeres y otras identidades sexo-genéricas en esos procesos, recuperando lo que entienden principalmente como colonialidad de género. Los estudios feministas decoloniales han combinado tanto la crítica al paradigma androcéntrico como al enfoque occidental dominante para explicar los procesos propios de las sociedades latinoamericanas incorporando la mirada de las experiencias de las mujeres e identidades sexo-genéricas disidentes intersectadas por vectores de opresiones que se entrecruzan con la sexualidad, la pertenencia etnica y la clase, entre otras. En este sentido, se revisan aportes teóricos para introducir al debate de nuestras sociedades actuales elementos analíticos feministas que brindan una mirada diferente de estos procesos sociales que históricamente, han sido explicados desde la perspectiva y experiencias de los varones occidentales2. Recuperamos principalmente a Rita Segato y a María Lugones, aunque si bien existen algunas diferencias teóricas y analíticas entre estas autoras (como por ejemplo que para Lugones no existía el patriarcado antes de la conquista sino que es una invención colonial y para Segato sí, aunque de baja intensidad) nos detendremos en algunos puntos compartidos que nos permiten pensar en términos de lo que denominan como colonialidad de género. Nos preguntamos qué papel tuvieron y tienen las relaciones de género en estos procesos bajo la premisa de que existe un cruce entre colonialidad y patriarcado que persiste a nuestros dias, que ha configurado lo que estas autoras llaman el patriarcado colonial-moderno y la colonialidad de género (Lugones, 2008; Segato, 2011).Como señala Lugones, las marcas y heridas en cuerpos femenizados producto de la colonialidad del género y la colonialidad del poder están excluídas o marginalizadas dentro de las historias sociales oficiales cuyos ?protagonistas? se hacen eco de ciertos conflictos, heridas y triunfos: la de quienes logran ocupar el centro del saber, del Estado, del capital (Lugones, 2008). Por último, hacemos nuestras las palabras de Segato cuando dice que ?no se trata de introducir meramente al género como uno entre los temas de la crítica descolonial o como uno de los aspectos de la dominación en el patrón de la colonialidad, sino de darle un real estatuto teórico y epistémico al examinarlo como categoría central capaz de iluminar todos los otros aspectos de la transformación impuesta a la vida de las comunidades al ser captadas por el nuevo orden colonial moderno? (2011: 30-31). Tal vez, la conquista hubiera sido imposible sin un orden de género que permitiera la captura del hombre no-blanco por la lógica del hombre blanco; siendo que el patriarcado se ha cristalizado en la especie humana a lo largo del tiempo, la posición de prestigio de la masculinidad le permitió al hombre criollo asociarse a la mirada del hombre blanco sobre el mundo y sobre las mujeres. A lo largo del trabajo se plantean interrogantes con respecto a qué sucede cuando incorporamos al género y a la interseccionalidad como categorías analíticas, qué cuestiones podemos mirar a través de esas categorías que, desde otros esquemas explicativos hegemónicos dentro de las ciencias sociales, se encuentran ausentes o sesgados. Coincidimos con Segato y con Lugones cuando reflexionan sobre un inminente derrumbe del cannnon político patriarcal que hasta el momento ha explicado las sociedades y configurado modos de constituirlas (Lugones, 2008; Segato, 2011, 2018). Por esto, consideramos elocuente incorporar estas miradas que ofrecen una perspectiva que contempla al género, no como un elemento accidental sino como estructurador de nuestras vidas sociales y políticas que ha sido históricamente invisibilizado. Quizás estas líneas sirven para seguir profundizando y pensando en horizontes emancipatorios para la sociedad toda, que contribuyan a dar respuesta a los problemas de nuestros tiempos y también, a ampliar las problemáticas que son atendidas desde las ciencias sociales.