Observaciones a la actividad consular de las Provincias Argentinas en el exterior (mediados del siglo XIX)

KLOSTER, MARIANO

Buenos Aires

Jornada; II Jornadas Internacionales: "Historias y Diplomacias: América Latina en perspectiva global"; 2022

Universidad Torcuato Di Tella - Universidad de los Andes

El inicio de la Revolución de Mayo, que produjo la terminación del Virreinato del Río de la Plata y la atomización de las ciudades que lo integraban, se produjo en 1810. Dos décadas después, hacia comienzos de 1830, el territorio rioplatense se encontraba fragmentado en las unidades políticas que resultaron viables en ese contexto convulsionado: las Provincias Argentinas. Esos trece Estados Provinciales, en su mayoría emergidos entre 1820 y 1821, ejercieron desde su origen todas sus facultades soberanas. Para 1831 y por medio de la firma del Pacto Federal, las Provincias conformaron una unión confederal con una estructura simple, que delegó la atribución de relaciones exteriores, paz y guerra en el gobierno de una de ellas: Buenos Aires. En la práctica y durante más de veinte años, la política externa del conjunto estuvo dirigida por el gobernador bonaerense Juan Manuel de Rosas, quien obtuvo el título de representante de las relaciones exteriores por parte del resto de Provincias. El período tuvo numerosos momentos de cuestionamiento por parte de los estados provinciales al manejo que hacía Rosas de dicha atribución. Sin embargo, este sorteó exitosamente desafíos internos y externos. Así, con la colaboración de su ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Arana, lideró los asuntos internacionales del conjunto hasta febrero de 1852, cuando las fuerzas rosistas fueron derrotadas en la batalla de Caseros por el Ejército Grande de Justo José de Urquiza. Como resultado, el final de la dinámica confederal trajo consigo el comienzo de una nueva etapa caracterizada por la construcción del Estado Federal Argentino.En nuestro proyecto doctoral -actualmente en etapa de escritura- sostenemos que desde mediados de la década de 1820 y hasta comienzos de la de 1850, las Provincias Argentinas construyeron, desarrollaron y consolidaron su representación externa en distintos puntos de Occidente. Esta presencia se materializó a través de tratados de reconocimiento y también con la ejecución de misiones diplomáticas y consulares. Focalizando en estas últimas, aquí proponemos observar de manera general la representación consular a comienzos de la década de 1850. Los cónsules y vicecónsules fueron personas que frecuentemente no eran naturales de las Provincias pero que se constituyeron como ejecutores importantes de algunas facetas de los asuntos exteriores, por dos motivos. Por un lado, porque fueron agentes comerciales de la Confederación. En segundo lugar, porque regularmente proveían información –económica y política- del lugar que habitaban al Ministerio de Relaciones Exteriores en Buenos Aires. Es por ello que en este trabajo proponemos observar la red consular que se encontraba activa en el año 1850. Por medio de la identificación y mapeo de las representaciones consulares en detalle para ese año específico, daremos cuenta del entramado comercial entre las Provincias y el Exterior. Además, el estudio de algunas comunicaciones entre los actores consulares, tanto con los ministros plenipotenciarios designados por Buenos Aires, así como con el ministro Arana, nos posibilitará visualizar simples pero concretas estructuras jerárquicas. Consideramos que estas nos proveen una imagen que nos permiten reflexionar acerca del grado de complejización de la actividad externa de las Provincias, hacia mediados del siglo XIX.El fenómeno de la actividad consular al que proponemos aproximarnos ha sido escasamente atendido dentro de la historiografía diplomática argentina para ese período de estudio. Por ello, consideramos que el presente trabajo puede constituirse en un primer abordaje que muestre esta faceta específica del despliegue internacional de la Confederación. La visualización del “momento consular” de 1850 se torna aún más relevante si tenemos en cuenta que la actividad fue uno de los ejes que consolidó la política de las Provincias Argentinas en el espacio supra-provincial.Por último, señalaremos que la imagen que emerge de las representaciones consulares en el año 1850 es clave en dos sentidos. Primero, porque nos mostrará una de las facetas de la política externa rosista en su último período. Además, porque nos permite visualizar una estructura diplomática básica que pudo haber sido la misma que continuó en la nueva etapa política e institucional inaugurada luego de febrero de 1852, con la organización institucional del Estado Argentino.