BECAS
BLANCO AVILA Ana MarÍa
congresos y reuniones científicas
Título:
La participación comunitaria en los proyectos de recuperación urbana
Autor/es:
BLANCO AVILA, ANA MARÍA; ROMERO, MIRTA BEATRIZ
Lugar:
San Juan
Reunión:
Congreso; I Congreso Binacional de Investigación Científica y IV Encuentro de Jóvenes Investigadores "Ciencia para la Integración como estrategia de futuro"; 2017
Institución organizadora:
Universidad Nacional de San Juan, Universidad Católica de Cuyo y Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación
Resumen:
A lo largo de la historia la ciudad ha sido expresión colectiva. El desarrollo del capitalismo, parcializando el suelo urbano determino la efectiva privatización de la ciudad, hasta entonces pública e indivisa. Esto, se observa en la primacía del mercado y el poder que éste ejerce en la vida cotidiana y en la virtualidad, tanto mediática como informacional, que reduce la espacialidad a una exposición pública del “ex ciudadano”.Según Roberto Fernández: “La complejidad del espacio público también fracasa por una especie de crisis de identidad del usuario/propietario (…) esos espacios inciertos se transforman en tierra de nadie y serán profundamente devaluados (…)” (Fernández, 2001).La crisis identitaria a la que se hace referencia, se observa en el desplazamiento de ciertos espacios y modos de vida urbanos. La idea de la plaza varía por la idea del shopping, el cine lugar se cambia por el video, la presencia real en un sitio se descarta por la filmación y la informática que “tele-transportan”, haciéndonos sentir en todos lados y a la vez en ninguno. Se deja de lado el binomio “ser-estar” por el “tener-circular” y se cambia la “acción” por el “espectáculo”. Ello se traduce en el abandono, vaciamiento y posterior disolución de los espacios públicos tradicionales, generando un incremento en la inseguridad y el deterioro de los mismos, haciendo además que las actividades sociales se vuelquen hacia ámbitos privados. La ciudad pública, es reemplazada por una ciudad privatizada y privatizable.En este marco, se hace notar la pérdida de ámbitos en los que la democracia y la participación son protagonistas de las dinámicas urbanas, donde la población se convoca para opinar, discutir y organizar sus actividades. Aunque la práctica social no se produce sin la voluntad de llevarla a cabo, su éxito depende también de la existencia de una espacialidad que promueva el encuentro y facilite la reunión.A esta situación, han contribuido también las políticas habitacionales llevadas adelante por el estado, que en el caso del área metropolitana de la ciudad de San Juan (AM-GSJ), como en el de otras ciudades argentinas, ha sido un actor importante en la gestión del suelo urbano. Los programas estatales han estado centrados netamente en la problemática de la vivienda, pero no pensados desde una mirada integral. Esto hace que, más allá de los problemas específicos de habitabilidad de las viviendas aparezcan problemas vinculados con una ausencia de confianza e identidad barrial.El barrio como unidad socio-espacial única, guarda una fuerte relación entre contenidos sociales y espaciales que se dan en medio de procesos históricos constructivos, donde a medida que la sociedad va desarrollando su actividad transformadora manifiesta la necesidad de afirmarse culturalmente. De allí la importancia que posee este ámbito de la cotidianidad como espacio vital. La noción de espacio vivido es puesta en el centro de la comprensión de la ciudad, permitiendo el reconocimiento de la unidad histórico-cultural entre grupos sociales heterogéneos, sus actividades y sus modos de apropiación del espacio y los ámbitos donde éstas se desarrollan.Esta pérdida de sentido de la que se hizo referencia anteriormente, queda en evidencia en los ámbitos académico al momento de encarar un proyecto donde en general el estudio del “contexto” se remite a aspectos físico-técnicos, quedando las dinámicas sociales, los usos y las apropiaciones de los espacios públicos invisibles a los ojos del proyectista. Por ello, se cree necesario poner sobre la mesa algunas cuestiones fundamentales si se anhela superar la instancia del actual “hombre light”, poniendo especial atención a la apropiación social del espacio, entendiendo ésta como un proceso psicosocial que involucra tanto acciones física como construcciones simbólica que los sujetos realizan con un lugar. (Proshansky, 1976). La ponencia realizada expone conclusiones a partir de una reflexión crítica sobre la formación de grado en la carrera Arquitectura y Urbanismo en relación a la temática y presenta aspectos parciales de una beca de estímulo a las vocaciones científicas (EVC) para alumnos avanzados, bajo el nombre “La Participación y la Gestión Colectiva en los Procesos de Diseño de los Espacios Públicos en Áreas Residenciales Vulnerables”, aún en ejecución, otorgada por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), a partir de la cual se plantea la necesidad de reflexionar sobre los modelos de pensamiento, proyección y gestión de lo urbano. Se presentan las primeras reflexiones críticas extraídas del estudio de experiencias desarrolladas en diversos contextos latinoamericanos sobre la importancia del abordaje de las dinámicas y lógicas que se dan en las áreas residenciales a través del incentivo, la generación de metas e intereses comunes que incrementen la asociatividad vecinal. Así mismo, a partir del estudio teórico y su aplicación a un caso de estudio local: la Villa San Damián, en el Dpto. Rawson, se pretende demostrar la influencia positiva que ejercen los espacios públicos en un conjunto barrial cuando éstos son pensados y diseñados desde, para y por la comunidad misma, contribuyendo así al fortalecimiento de su identidad cultural, a partir de la experiencia desarrollada en el contexto local.