INVESTIGADORES
NAVARRETE GRANZOTTO CÉsar Rodrigo
congresos y reuniones científicas
Título:
VOLCANISMO JURÁSICO CALDÉRICO CONTROLADO POR EXTENSIÓN CORTICAL EN EL NORESTE MACIZO DEL DESEADO: LA GRABEN CALDERA DEL DESEADO
Autor/es:
CÉSAR NAVARRETE; MARCELO MÁRQUEZ; GABRIELA MASSAFERRO
Reunión:
Congreso; V Jornadas de las Ciencias de la Tierra "Dr. Eduardo Mussacchio"; 2017
Resumen:
El intenso volcanismo que afectó al sur de Gondwana en el Jurásico Inferior-Medio y cuyo origen está íntimamente relacionado con su desmembramiento, representa uno de los procesos geológicos más importante del extremo sur de Sudamérica. Durante este episodio magmático extensional, la región sur de la República Argentina fue cubierta por rocas volcánicas que habrían sido generadas por anatexis cortical producto de la anomalía térmica (pluma?) del Karoo. Estas volcanitas conforman una de las provincias ígneas silíceas (SLIPs) más grandes del mundo (Pankhurst et al. 1998) y en la Patagonia Argentina los afloramientos de ellas se concentran a modo de una franja paralela a la cordillera, en el Macizo de Somún Cura y en el Macizo del Deseado (Fig. 1). En este último, las volcanitas conforman el Complejo Volcánico Bahía Laura (Sruoga et al. 2008) que se inicia con rocas de composiciones básicas y continua luego con litologías esencialmente rioliticas.Se han postulado en la región al menos cinco (5) calderas jurásicas de morfologías sub-circulares sin relación evidente con la tectónica extensional que afecto a la región durante el jurásico, basándose en la identificación de rasgos circulares visibles en imágenes satelitales, sin contar con evidencias de terreno suficientes que las respalden, como ser asociaciones litológicas que evidencien el colapso o bien grandes variaciones entre los espesores de las facies de intra y extracladera (Lipman 2000, entre otros). Cabe mencionar que en contextos extensionales, las calderas tienden a tomar morfologías elongadas (Holohan et al. 2005 entre otros) e incluso a colapsar siguiendo las anisotropías corticales producidas por las fallas distensivas, originando estructuras de tipo graben llamadas ?Graben Caldera? (Aguirre-Díaz et al. 2008 y citas incluidas).Mediante el mapeo geológico detallado y el levantamiento de perfiles con discriminación litofacial en un área de 1200 km2 del sector nororiental del Macizo del Deseado, se ha logrado determinar la existencia de una estructura de colapso volcano-tectónica (caldera) de geometría elongada de rumbo NO-SE, delimitada por estructuras distensivas (Falla El Triunfo y Zona de Fallas El Caburé) (Fig. 1), que controlaron el colapso. Como parte del relleno de intracaldera se han identificado numerosas secuencias de brechas co-ignimbríticas con clastos métricos, clasto a matriz sostén, que pueden alcanzar los 200 metros de potencia continua y que evidencian incrementos en la energía eruptiva vinculados a colapsos de la estructura caldérica, en momentos en los que los conductos eruptivos son fuertemente erosionados. En tanto que múltiples depósitos de corrientes de densidad piroclástica (ignimbritas) fueron identificados con altos a muy altos grados de soldamiento (ignimbritas soldadas, reomórficas y lava-like) y con espesores variables que colmataron depocentros independientes limitados por fallas internas producidas por el colapso (colapso no coherente-piecemeal). En ocasiones el pasaje de brechas co-ignimbriticas a ignimbritas es gradual tanto en la vertical como en la lateral, aunque por sectores es neto. Los espesores máximos de estas sumados a los de brechas co-ignimbriticas se ubican en el sector centro-occidental del área y rondan aproximadamente los 800 metros, conformando las litologías más representadas en el área. En sectores se han logrado identificar megaclástos de dimensiones que pueden alcanzar los 500 metros de largo y que conformarían trozos del sustrato pre-caldera que provendrían ya sea del piso de la caldera que se fragmento durante el colapso, o bien desde las paredes (collar de colapso) y que han quedado inmersos en los depósitos piroclásticos. Estos depósitos, brechas e ignimbritas, que conforman el principal relleno de intracaldera, se encuentran divididos en dos grandes paquetes, entre los que se ubica una sucesión de depósitos volcano-sedimentarios depositados en ambientes lagunares o de pequeños lagos, fluviales y menores depósitos de caída de ceniza subaérea, con depósitos laháricos e ignimbritas no soldadas intercaladas. Estos indican la presencia de lapsos inter-eruptivos, definiendo el carácter multiepisódico de los colapsos. Por otro lado se han identificado diques piroclásticos conformados por rocas de similares características a ignimbritas soldadas con claras geometrías tabulares, contactos intrusivos y con rumbos paralelos a las fallas mayores. Estos corresponderían a los conductos eruptivos fisurales por donde fueron eruptadas las rocas piroclásticas del área. Intruyendo a la secuencia mencionada hasta aquí se encuentran numerosos cuerpos dómicos elongados en las direcciones de las estructuras y que obran de verdaderos ?tapones? de los conductos. Estos en conjunto con los diques reconocidos se encuentran conformados por magma anhidro de alta viscosidad y representan el estadio de resurgencia de la caldera marcando la finalización del volcanismo en el área. Suprayaciendo se encuentran escasos depósitos piroclasticos de caída de ceniza en ambientes lagunares y subaéreos. Teniendo en contexto tectónico extensional jurásico que afecto a la región y que genero la apertura de múltiples sistemas de grabens y hemigrabens mediante anisotropías corticales ?rectas?, consideramos que la generación de erupciones caldéricas de tipo graben caldera conforma el escenario más probable como mecanismo eruptivo para el Complejo Volcánico Bahía Laura.