INVESTIGADORES
MARTEL Alvaro Rodrigo
congresos y reuniones científicas
Título:
CARACHIPAMPA: TIEMPO Y ESPACIO DE UN INTERNODO PUNEÑO
Autor/es:
ALVARO MARTEL; DIEGO ZAMORA
Lugar:
San Fernando del Valle de Catamarca
Reunión:
Jornada; 1ras Jornadas de Arqueología de Antofagasta de la Sierra; 2023
Institución organizadora:
EDA-UNCa, IRES-CONICET, SAA
Resumen:
Se presentan los resultados de diversas prospecciones realizadas en la planicie de Carachipampa, Antofagasta de la Sierra, Puna catamarqueña. Los mismos se llevaron a cabo desde la perspectiva de la Arqueología Internodal, con el fin de dar cuenta de las prácticas de movilidad y estrategias de interacción social entre las poblaciones puneñas y regiones vecinas, en un marco temporal amplio, desde momentos prehispánicos a históricos recientes. La planicie de Carachipampa -con una altura promedio de 3100 msnm- comprende una extensa llanura aluvional (450 km2) limitada, hacia el oeste, por la Sierra de Los Colorados y, hacia el este, por las estribaciones que conforman la vertiente sud-occidental del volcán Galán. El límite norte está dado por la colada del complejo volcánico Los Negros y, al sur, por el volcán y laguna de Carachipampa y el Campo de PiedraPómez. Su eje mayor (NO-SE) alcanza unos 33 km de longitud -en línea recta- y marca la distancia que separa los nodos de Antofagasta de la Sierra (ANS), al norte, y de El Peñón (EP), al sur. El eje menor (E-O), que corresponde al ancho máximo de la planicie, de aproximadamente 16 km de longitud, coincide en su extremo este con la desembocadura de la quebrada de Pirica, próxima al volcán El Jote, único sector con disponibilidad de agua y reparo entre ANS y EP. Los trabajos de campo nos permitieron registrar, al menos, cinco ramales que se desarrollan sobre ejes N-S,y que se presentan como rastrilladas o conjuntos de decenas de senderos. Dos de estos ramales se encuentran sobre la banda este de la planicie, configurando vías de circulación directas entre ANS y EP. Otros dos, sobre la banda central, nos permiten inferir vías de circulación entre ANS y los pasos que conectan con los valles de Fiambalá y Abaucán. Y, por último, un ramal sobre la banda oeste que pareciera confluir con los ramales del centro a la altura de la laguna de Carachipampa.El registro material asociado a los senderos corresponde a estructuras de reparo (parapetos), posible demarcación (mojones, acumulaciones de rocas) y materiales de cronología diversa, desde cerámica y lítico prehispánico a objetos de data histórica. Esto nos permite postular la profundidad cronológica de estos caminos y la continuidad de ciertas prácticas de interacción y estrategias de movilidad a través del tiempo. Por último, a partir del registro de una singular alineación de numerosas acumulaciones circulares de rocas, discutiremos el rol de Carachipampa en los sucesivos litigios fronterizos y territoriales que se sucedieron durante el siglo XIX y comienzos del XX en la Puna de Atacama.