BECAS
MONDACA SofÍa Natalia
congresos y reuniones científicas
Título:
Acción no reflexiva: una crítica a la posición de Dreyfus
Autor/es:
MONDACA, SOFÍA
Lugar:
CABA, Buenos Aires
Reunión:
Encuentro; XI Encuentro de la Asociación de Filosofía e Historia de la Ciencia del Cono Sur (AFHIC); 2018
Institución organizadora:
Asociación de Filosofía e Historia de la Ciencia del Cono Sur (AFHIC)
Resumen:
En el marco de la discusión más general acerca de la naturaleza de nuestras habilidades prácticas básicas y del contenido de la experiencia perceptiva, se encuentra el reconocido debate entre McDowell (principal defensor del conceptualismo en teorías del contenido perceptivo) y Dreyfus (uno de los más enconados defensores del no conceptualismo). Dicho debate concierne, no sólo al contenido de la experiencia y su carácter conceptual o no conceptual, sino también, y de modo más general, a nuestro trato práctico con el mundo. Aquí, la noción de know-how (Ryle, 1949) toma relevancia y nos permite analizar con mayor profundidad a qué nos referimos cuando hablamos de habilidades prácticas básicas.McDowell y Dreyfus (2013) han discutido acerca del contenido de las experiencias perceptivas y la naturaleza de ciertas habilidades humanas básicas tales como andar en bicicleta, guardar distancia en una conversación, abrir una puerta, etc. Dreyfus acusa a McDowell de caer en el ?Mito de lo Mental?, al sostener que las capacidades conceptuales autocríticas operan siempre en nuestra percepción y en las acciones que llevamos a cabo generando una distancia entre el sujeto y el mundo. Este enfoque es rechazado por Dreyfus, quien lo clasifica como una posición ?intelectualista? y, a diferencia de McDowell, defiende la presencia de contenido de carácter no conceptual en la experiencia perceptiva y en nuestras habilidades prácticas básicas. En el presente trabajo me propongo, en primer, lugar, hacer una exposición acerca de cuáles son las principales criticas de Dreyfus señalando que McDowell tiene respuestas atendibles a dichas objeciones. En segundo lugar, me propongo elaborar algunas objeciones propias en contra de la posición de Dreyfus y su caracterización del fenómeno de las ´habilidades básicas´, sugiriendo la necesidad de defender una variante del conceptualismo no estricta, que si bien no se reconoce en la posición McDowelliana, discutiría con la idea de un no conceptualismo radical y antirepresentacional tal como el propuesto por Dreyfus. En principio, siguiendo la bibliografía propia de la discusión, podemos encontrar una distinción recurrente entre dos clases de habilidades: por un lado, se encuentran las habilidades que requieren explícitamente el uso de capacidades conceptuales -como cuando se juzga o reflexiona-, y por el otro lado, las habilidades que en principio no parecen expresar tal necesidad. De tal modo, podemos distinguir la habilidad para escribir un trabajo de filosofía como una habilidad de tipo reflexiva, mientras que podemos afirmar que la actividad de tejer, en algún momento y dada la suficiente práctica, puede ser considerada como una habilidad no reflexiva que, para desarrollarse con normalidad, no requiere un uso recurrente de representaciones y juicios reflexivos. Dreyfus argumenta, desde una posición fenomenológica (que encuentra predecesores en Merleau Ponty, Heidegger, Sartre), a favor de la existencia de contenidos no conceptuales en la experiencia perceptual que guían la práctica de muchas de nuestras habilidades cotidianas. Para el autor, las habilidades prácticas básicas sólo pueden explicarse cuando existe una relación donde sujeto y mundo se encuentran fusionados. Dreyfus discute la tesis mcdowelliana de que nuestro trato con el mundo se encuentra mediado por una relación cognitiva. Por el contrario, intenta defender que se trata de una relación práctica. El mundo se nos ofrece un plexo de oportunidades para actuar. Sin embargo, McDowell sostiene lo contrario y afirma que en toda acción humana están presentes las habilidades conceptuales. Una vez que adquirimos el lenguaje, la experiencia perceptiva se vuelve posible, y nuestras capacidades conceptuales surgen permitiéndonos entrar en el juego de "dar y pedir razones". Desde dicho momento, las habilidades conceptuales están presentes constantemente ya que son constitutivas del contenido de la experiencia y de las acciones. Considero que a la hora de dar una explicación acerca del contenido de nuestra experiencia perceptiva y la naturaleza de nuestras habilidades prácticas básicas, resulta fundamental, en primer lugar, (i) dar una explicación que muestre la relevancia cognitiva de dichos fenómenos, ya que es porque tienen un valor cognitivo que la disputa aquí cobra sentido, y en segundo lugar, pero íntimamente ligado, (ii) reconocer que es necesario introducir al menos una noción deflacionada de conceptos y representaciones, y el rol que cumplen como mediadores de la relación entre el sujeto y su entorno a la hora de explicar cómo nos desenvolvemos y actuamos en el mundo.