BECAS
ARRABAL Juan Pablo
congresos y reuniones científicas
Título:
Leishmaniasis visceral canina: factores asociados y análisis espacial en una zona endémica de Argentina
Autor/es:
LAMATTINA, DANIELA; MARIA ROMINA RIVERO; COSTA, SEBASTIÁN ANDRÉS; ARRABAL, JUAN PABLO; NATALIA CASAS; O. D. SALOMÓN
Reunión:
Congreso; XXIV Congreso Latinoamericano de Parasitología; 2017
Resumen:
Resumen: Los perros domésticos son el principal reservorio urbano de Leishmania infantum (Kinetoplastida: Trypanosomatidae), agente causal de la leishmaniasis visceral humana (LVH) y canina (LVC) en las Américas. La prevalencia, distribución espacial y factores asociados a LVC se evaluaron en Puerto Iguazú, Misiones, en 2014 y 2018. La ciudad se dividió en celdas de 400x400m y en cada celda se muestrearon cinco perros. Todos los cuadrantes se muestrearon en 2014 y se desarrolló un submuestreo aleatorio representativo en 2018. Se utilizó una tira reactiva para detectar anticuerpos contra L. infantum, confirmando mediante observación de frotis de ganglios linfáticos y PCR. Se construyeron diferentes GLMs considerando variables ambientales, clínicas y de manejo del perro. Se obtuvieron salidas cartográficas y se calcularon Índices de Moran como indicadores de autocorrelación espacial. La prevalencia de LVC fue del 26,18% en 2014 y 17,50% en 2018. No se establecieron asociaciones en los modelos ambientales, pero la edad del perro y el uso de repelente fueron significativos en 2014. Se encontraron asociaciones significativas entre perros seropositivos y signos oftalmológicos, dérmicos y onicogrifosis en 2014. En 2018 solo se asoció adenomegalia. Los resultados del I de Moran global no fueron significativos, mientras que a nivel local seis sitios en 2014 y uno en 2018 presentaron autocorrelación con sitios vecinos. La disminución en la prevalencia de LVC sin intervenciones sistemáticas puede deberse a la estabilización de la transmisión y explicaría la falta de asociaciones con las variables de manejo del perro en 2018. La distribución espacial de la LVC es poca evidencia para el diseño de medidas de control de la transmisión, pero podría ser útil en caso de circulación intensiva de parásitos o de aparición de los primeros casos autóctonos. Para el éxito del control, la sensibilidad de los métodos diagnósticos, la voluntad política y los recursos materiales siguen siendo críticos.