BECAS
ARIAS Valentina
congresos y reuniones científicas
Título:
La práctica del sexting en mujeres jóvenes: violencias sexuales y contradicciones feministas
Autor/es:
VALENTINA ARIAS
Lugar:
Mendoza
Reunión:
Encuentro; XVIII Encuentro Nacional de Carreras de Comunicación (ENACOM); 2021
Institución organizadora:
FADECCOS
Resumen:
La palabra “sexting” es un neologismo conformado por la contracción delas palabras en inglés sex (sexo) y texting (textear, enviar mensaje de texto);se trata de una expresión novedosa que da cuenta de una práctica específica:usar la cámara de fotos del teléfono para fotografiarse o filmarse ensituaciones eróticas y después compartir estas imágenes a través de unaplataforma digital, generalmente Whatsapp y en menor medida, otras redessociales como Instagram, Facebook o similares.El fenómeno del sexting es objetode investigaciones desde hace varios años, juntamente con el aumento de suprevalencia entre las prácticas digitales contemporáneas. Hay por lo menos tresgrandes líneas académicas que lo estudian: desde las ciencias jurídicas(poniendo el acento en el eventual costado criminal de la práctica), desde lapsiquiatría o psicología conductual (relacionando el sexting con otras“prácticas sexuales de riesgo”, con rasgos “patológicos” de la personalidad ocon otras conductas “peligrosas” como el consumo de sustancias) y una terceralínea donde podemos ubicar a todos aquellos estudios que hacen pie en la teoríasocial (la sociología, las ciencias de la comunicación, los estudios de género,los estudios culturales y los estudios visuales). Dentro de esta línea, hay unaserie de trabajos que analizan el sexting y la sexualización de la culturadesde una perspectiva de género (Ringrose 2011, 2012; Gill 2003, 2008, 2009;Attwood 2006) y que funcionan como antecedentes directos de esta investigaciónya que, tal como postula Jessica Ringrose (2012), el sexting no es una prácticaneutral sino que está formateada por la dinámica que el género imprime en losvínculos sociales.En este sentido, una de lashipótesis centrales de esta ponencia es que, en una época de “sexualización dela cultura” (Attwood, 2006) las mujeres son invitadas a mostrar su cuerpo y avivir su sexualidad de manera plena y libre; sin embargo, las prácticas como elsexting siguen estando atravesadas por la violencia de género y el sexismo. En estecontexto, los límites entre el sexting como una práctica consensuada ydisfrutable y una coactiva y poco placentera pueden aparecer eventualmentedifusos. En este artículo, presentaré testimonios de 25 mujeres mendocinas de18 a 25 años practicantes de sexting que ilustran algunas problemáticas degénero y ciertas “contradicciones feministas” que surgen con la práctica. Lamuestra de mujeres entrevistadas está conformada por jóvenes que sereconocieron como mujeres cisgénero y que relataron historias que lasvinculaban con varones.En principio, y contrariamente alo puede pensarse desde el sentido común, para la mayoría de las jóvenesentrevistadas el sexting es una actividad trabajosa. Sucede que las fotosproducidas nunca son espontáneas; por el contrario, se requiere de una serie depreparaciones previas vinculadas con preparar el cuerpo y el espacio, ensayardiversas posiciones, tomar muchas fotografías, seleccionarlas y finalmente,editarlas. Esto da cuenta del funcionamiento de ciertos estándares estéticos yactitudinales que se debe alcanzar a fin de producir imágenes satisfactorias.Hay un tiempo que deben invertir para fotografiarse “adecuadamente”, lo queimplica necesariamente estar dispuestas y con ganas de embarcarse en lapráctica. En este contexto, puede ocurrir que el pedido de fotos por parte delos varones sea una inconveniencia en tanto les implica una inversión de tiempoy esfuerzo. Ahora bien, negociar los pedidos de fotos no siempre es unasituación sencilla. Para quienes están en el marco de una relación, ladenegación o el aplazo de los pedidos de las parejas viene eventualmenteacompañado de una serie de afectos negativos: ansiedad, miedo, preocupación.Por otro lado, aquellas jóvenes que sextean por fuera del marco de una pareja, sibien tienen mayores libertades para negociar el envío de fotos, también puedensentirse compelidas a responder satisfactoriamente a las demandas del varón. Ysi no lo hicieran, pueden encontrarse frente a escenarios desagradables: lainsistencia puede volverse más pertinaz, y ésta puede incluir amenazas oinsultos, lo que suele resultar en la necesidad de “bloquear” a ese varón desus redes sociales.Dicho lo anterior, queda demanifiesto que la decisión de practicar sexting puede no estar basada única yexclusivamente en el deseo de las jóvenes: no siempre sextean cuando quierensino que, en estos casos, la decisión de embarcarse en la práctica se configuraa partir de motivos diversos, como la necesidad de complacer al partenaire, elmiedo a las repercusiones no deseadas si no lo hacen, la sensación de no estara la altura de lo que se espera de ellas, entre otras. En estos escenarios,emergen interrogantes acerca del consentimiento y son las mismas jóvenesquienes introducen la idea de “sentirse presionadas” a enviar sus fotografías.En relación a esto, aparece también un tipo de nueva violencia sexual, ligada arecibir imágenes de pene sin pedirlas y en muchos casos, por fuera de cualquierconversación de índole sexual.Finalmente, entre aquellas jóvenesque se consideran feministas, aparecieron de manera nítida una serie detensiones entre los discursos feministas de aceptación del propio cuerpo y delejercicio libre de la sexualidad con sus propias prácticas de sexting. Así,muchas se preguntan si este tipo de prácticas no implican un sometimiento alpatriarcado, una sujeción a modelos estéticos determinadoas, una objetivaciónde su cuerpo y su sexualidad o incluso una impostura de seguridad y sensualidadque sería necesaria para darse a ver a los ojos del varón. Este tipo decontradicciones internas quedan manifestadas aunque las jóvenes no encuentrenmayores vías para su resolución: se trata de tensiones que acompañan ycomplejizan estas nuevas prácticas. @font-face{font-family:"MS Mincho";panose-1:2 2 6 9 4 2 5 8 3 4;mso-font-alt:"MS 明朝";mso-font-charset:128;mso-generic-font-family:modern;mso-font-pitch:fixed;mso-font-signature:-536870145 1791491579 134217746 0 131231 0;}@font-face{font-family:"Cambria Math";panose-1:2 4 5 3 5 4 6 3 2 4;mso-font-charset:0;mso-generic-font-family:roman;mso-font-pitch:variable;mso-font-signature:-536870145 1107305727 0 0 415 0;}@font-face{font-family:Calibri;panose-1:2 15 5 2 2 2 4 3 2 4;mso-font-charset:0;mso-generic-font-family:swiss;mso-font-pitch:variable;mso-font-signature:-536859905 -1073732485 9 0 511 0;}@font-face{font-family:Cambria;panose-1:2 4 5 3 5 4 6 3 2 4;mso-font-charset:0;mso-generic-font-family:roman;mso-font-pitch:variable;mso-font-signature:-536870145 1073743103 0 0 415 0;}@font-face{font-family:"Times Roman";panose-1:0 0 5 0 0 0 0 2 0 0;mso-font-alt:"Times New Roman";mso-font-charset:0;mso-generic-font-family:auto;mso-font-pitch:variable;mso-font-signature:-536870145 1342185562 0 0 415 0;}@font-face{font-family:"\@MS Mincho";panose-1:2 2 6 9 4 2 5 8 3 4;mso-font-charset:128;mso-generic-font-family:modern;mso-font-pitch:fixed;mso-font-signature:-536870145 1791491579 134217746 0 131231 0;}p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal{mso-style-unhide:no;mso-style-qformat:yes;mso-style-parent:"";margin:0cm;text-align:justify;text-justify:inter-ideograph;line-height:150%;mso-pagination:widow-orphan;font-size:12.0pt;font-family:"Times Roman";mso-fareast-font-family:"MS Mincho";mso-fareast-theme-font:minor-fareast;mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;color:black;mso-themecolor:text1;mso-ansi-language:ES-TRAD;mso-fareast-language:EN-US;mso-no-proof:yes;}p.MsoBodyText, li.MsoBodyText, div.MsoBodyText{mso-style-unhide:no;mso-style-link:"Texto independiente Car";margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom:6.0pt;margin-left:0cm;text-align:center;mso-pagination:none;font-size:18.0pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;font-family:"Times New Roman",serif;mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES-MX;mso-fareast-language:ES-MX;font-weight:bold;}span.TextoindependienteCar{mso-style-name:"Texto independiente Car";mso-style-unhide:no;mso-style-locked:yes;mso-style-link:"Texto independiente";mso-ansi-font-size:18.0pt;mso-bidi-font-size:10.0pt;font-family:"Times New Roman",serif;mso-ascii-font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-hansi-font-family:"Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES-MX;mso-fareast-language:ES-MX;font-weight:bold;}.MsoChpDefault{mso-style-type:export-only;mso-default-props:yes;font-family:"Cambria",serif;mso-ascii-font-family:Cambria;mso-ascii-theme-font:minor-latin;mso-fareast-font-family:"MS Mincho";mso-fareast-theme-font:minor-fareast;mso-hansi-font-family:Cambria;mso-hansi-theme-font:minor-latin;mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ES-TRAD;mso-fareast-language:EN-US;}div.WordSection1{page:WordSection1;}