BECAS
GURMENDI Maria Noelia
congresos y reuniones científicas
Título:
La terciarización del empleo en regiones periféricas. Santiago del Estero 1994-2007
Autor/es:
GURMENDI NOELIA; SALVATIERRA RITA; VARGAS FABRICIO
Lugar:
SGO DEL ESTERO
Reunión:
Encuentro; Encuentro de Jóvenes Investigadores/15; 2019
Institución organizadora:
INDES Y EL COLEGIO DE SGO
Resumen:
La problemática del empleo ha visto renovado su protagonismo en el debate académico, debido principalmente a su fuerte vinculación con la heterogeneidad estructural en los países periféricos, en relación a la inquietante escasez de oportunidades laborales y la creciente desigualdad. La provincia de Santiago del Estero constituye dentro del país, una región con un peso marginal en la economía nacional (0,8% del PBI del país). Se caracteriza por un secular rezago productivo, con una estructura productiva con escasa participación industrial, lo que se traduce en un débil mercado de trabajo y en un deterioro social que afecta a un porcentaje importante de la población. En esta ocasión, se analiza el mercado de trabajo de los sectores productores de bienes y de servicios, los cuales exhiben particularidades y relaciones que ameritan una explicación científica. Nuestro propósito reposa en develar los vínculos que estos mismos establecen, utilizando el PBG (Producto Bruto Geográfico) para Santiago del Estero, como indicador macroeconómico principal, explicando la lógica y dinámica con que se movilizan los recursos entre los sectores a la luz de la teoría. Cabe destacar que el mercado de trabajo ha sufrido la fuerte volatilidad de la economía en los últimos decenios. El proceso de globalización produjo impactos diversos de acuerdo a las regiones. En Latinoamérica, el neoliberalismo impuso cambios estructurales en las distintas economías (apertura económica, desregulación de los mercados y liberalización financiera, reducción del rol del Estado en la economía, entre otros), los que provocaron la quiebra de un número creciente de pequeños y medianos productores, comercios e industrias, ocasionando a su vez un incremento de la desocupación y subocupación, al igual que de la precariedad laboral y el empleo informal. La Argentina fue una delas naciones más afectadas por estos procesos. El período de los ´90 produjo un proceso de desinstitucionalización del mercado de trabajo, que agravó su heterogeneidad. El derrumbe de la economía en los años de la última gran recesión económica (1998-2002), llevó a niveles históricos las cifras de precariedad laboral, desempleo y subocupación. El período siguiente, de la post-convertibilidad, implicó una intensa recuperación de diferentes sectores productivos, en el marco de una estabilidad macroeconómica que se extiende hasta 2007. Si bien la mega devaluación del año 2002, generó una notoria transferencia de recursos del sector servicios al sector de bienes transables, en pocos años las actividades servicios volvieron a tener un crecimiento importante. A su vez, esta dinámica económica permitió una relativa mejora del salario real y una gradual tendencia a la institucionalización del empleo. Sin embargo, en el balance de la década se observa la persistencia de serios problemas en el mercado de trabajo, con una marcada heterogeneidad estructural entre e intra sectores y una recurrente segmentación de las categorías ocupacionales de la fuerza de trabajo. La provincia de Santiago del Estero constituye dentro del país, como una región marginal del capitalismo periférico, la cual se caracteriza por frágil sector industrial que nunca ha alcanzado niveles, ni cualidades adecuadas para propiciar el aumento sostenido de la productividad y el empleo, lo que se traduce en un débil mercado de trabajo, y en un deterioro social que afecta a un porcentaje importante de la población. En este contexto, ciertos rasgos han caracterizado el mercado de trabajo en la provincia, tales como: 1)bajas tasas de participación laboral, 2) desde el punto de vista de la distribución sectorial del empleo, concentración de la ocupación en el sector agropecuario y en actividades de escaso dinamismo del sector terciario, con acento en los sectores de la administración pública, enseñanza, salud y comercio,3) baja asalarización de la fuerza de trabajo y significativa importancia de la categoría del trabajo familiar en la agricultura, 4) relevancia en el nivel urbano del sector informal, el sobreempleo público209y el servicio doméstico, 5) ocupación en el nivel rural en actividades de subsistencia y/o de muy baja productividad, 6) una mínima productividad en los sectores transables respecto a los valores medios del país, y 7) una insuficiente participación del sector industrial como generador de empleo (Forni,1979 y 1981; Zurita, 2000 y Tasso y Zurita, 2012, Silveti, 2017). Por lo expuesto, es menester resaltar que el mercado de trabajo santiagueño posee una considerable segmentación básicamente en términos diferenciales de ingreso, productividad y niveles de ocupación que por supuesto conllevan a generar grandes diferencias en la estructura y funcionamiento del empleo. Las evidencias empíricas del mercado de trabajo santiagueño nos develan que el territorio provincial puede caracterizarse como una región dual y económicamente deprimida, con sectores productores de bienes que se retraen y expulsan trabajadores, contrariamente a los sectores de servicios donde se advierte un engrosamiento de mano obra que no ha sido absorbida por el sector industrial. Desde la etapa del proceso de industrialización por sustitución de importaciones (ISI) iniciada en el país durante la crisis del capitalismo en el S. XX (1929), las producciones agropecuarias se mantuvieron al margen del dinamismo productivo interno, mientras que la industria sustitutiva se afianzaba como el motor dela economía nacional. Cuando este proceso de industrialización se vio estancado (a mediados del siglo XX), indefectiblemente se produjo una terciarización sustitutiva. Frente a este contexto la provincia reproduce el comportamiento expansivo del empleo público y de un relativo aislamiento de la economía local, advirtiéndose un sector agrícola expulsor de mano de obra, un sector industrial que no alcanzó niveles adecuados de crecimiento para impulsar el aumento sostenido de la productividad y generación de puestos de trabajo, y un sector terciario que se instauró como un receptor de empleos de muy baja productividad y formalidad