INVESTIGADORES
GUELMAN Laura Ruth
congresos y reuniones científicas
Título:
GAMMA RADIATION EFFECTS ON CEREBELLAR OXIDATIVE STATUS IN RATS IRRADIATED AT BIRTH.
Autor/es:
DI TORO, C. G; PAGOTTO, R. M. L; DI TORO, P. G; ZIEHER LM; GUELMAN LR
Lugar:
Buenos Aires, Argentina
Reunión:
Jornada; V Jornadas Multidisciplinarias de la Sociedad Argentina de Biología; 2004
Institución organizadora:
Sociedad Argentina de Biología
Resumen:
La exposición de ratas a dosis moderadas de radiaciones ionizantes genera daño celular en el sistema nervioso central, siendo especialmente sensible el cerebelo (CE) en desarrollo. La inducción del daño se debe principalmente a la generación de especies reactivas de oxígeno (ROS), las cuales pueden ser eliminadas por el glutatión (GSH), un detoxificante endógeno. Si este sistema no es eficiente, diferentes blancos celulares pueden sufrir daño oxidativo (por ejemplo, peroxidación lipídica en la membrana plasmática). Ratas recién nacidas fueron expuestas a radiación g en la extremidad cefálica (5 Gy) y a distintos tiempos post-irradiación (pi) el cerebelo fue disecado y los niveles de ROS, GSH y TBARS (índice de peroxidación lipídica) fueron determinados. Los niveles de GSH en los primeros 10 días posteriores a la injuria se encuentran disminuidos en los CE irradiados con respecto a los controles (77.8±4), observándose un aumento a los 30 días pi (150.4±23). Los niveles de ROS están aumentados en períodos tempranos (155±13) y disminuyen con la edad, para retornar a los valores controles hacia los 6 meses de vida (88±18). Finalmente, el nivel de peroxidación lipídica no varía en el CE irradiado en etapas tempranas( 99.3±3) y aún hasta los 6 meses de vida (93.4±8). Estos resultados sugieren que una disminución inicial en los niveles de GSH podría ser responsable de compensar el exceso de ROS generado por la radiación ionizante. La falta de signos de estrés oxidativo en las membranas apoya la hipótesis de una acción protectora del GSH en este modelo. Por último, los niveles persistentemente altos de ROS hallados en las primeras etapas del desarrollo inducirían, a los 30 días, un aumento compensatorio de GSH que ejerce un efecto protector de las membranas que se extiende aún hasta los 6 meses de vida.