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Desde el año 2010 desarrollo mi trabajo en una localidad de la provincia de Buenos Aires habitado en una proporción significativa por migrantes procedentes de Bolivia y sus descendientes.En la localidad los jóvenes bolivianos e hijos (y también nietos) de bolivianos aparecen interpelados por mandatos adultos en tensión entre la expectativa de distinción y de inclusión. Se espera que sigan siendo (bolivianos), ya la vez que sean alguien en la vida. Esto último aparece asociado a la expectativa de que superen las biografías de pobreza y discriminacion familiar y realicen una inclusión exitosa en Argentina. Los llamados "bolivianos de segunda generación", "hijos de bolivianos", "descendientes" aparecen así interpelados por mandatos adultos que muestran la tensión entre la distinción y la inclusión.La ponencia se sostiene en numerosas charlas con adultos y con jóvenes en contextos familiares y comunitarios. En la reconstrucción de sus trayectorias se destaca la alternancia de situaciones donde son interpelados y se asumen como sucesores de las anteriores generaciones de migrantes y otras donde construyen nuevas identidades en un nuevo lugar.Luego de presentar la situación del barrio expongo desarrollos de la teoría social y antropológica clásica y contemporánea que aportan elementos para comprender más acabadamente la formación e identificación de los descendientes; atiendo asimismo a autores que han reflexionado sobre la situación de las segundas generaciones en contextos de migración. Advierto la necesidad de presentar más atención a los múltiples sentidos que se juegan en los proyectos de continuidad identitaria que atraviesan las relaciones entre generaciones. Me interesa detenerme en particular en los contenidos de tradicionalismo y resistencia en clave nacional que las apuestas por la continuidad generacional expresan en situaciones de movilidad y desposesión.

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