INVESTIGADORES
CANET JURIC Lorena
congresos y reuniones científicas
Título:
Intolerancia a la incertidumbre generada por la pandemia de COVID-19 y niveles de depresión y ansiedad
Autor/es:
DEL VALLE, MACARENA VERÓNICA; LÓPEZ-MORALES, HERNÁN; ANDRÉS, MARÍA LAURA; CANET JURIC, LORENA; YERRO AVICENTTO, MATÍAS; URQUIJO, SEBASTIÁN
Lugar:
VIRTUAL
Reunión:
Congreso; Congreso Virtual SIP Aportes de la Psicología ante el COVID-19; 2020
Institución organizadora:
Sociedad Interamericana de Psicología
Resumen:
La Intolerancia a la Incertidumbre (II) es una predisposición a sobreestimar las amenazas y tener dificultades para lidiar con el malestar generado por las situaciones inciertas. En la actualidad, la pandemia por COVID-19 a nivel mundial representa una situación incierta sin precedentes. Las personas han experimentado cambios sustanciales en sus modos de vida y de relacionarse con los demás, sin certezas sobre qué sucederá a continuación a nivel político, social, económico o salugénico. Esta incertidumbre parece ser una nueva condición de vida, pero es posible que aquellas personas que posean mayores niveles de II, vean afectada su salud mental en mayor medida. Por tanto, el objetivo del estudio fue determinar el efecto de la II generada por la pandemia, sobre los síntomas de ansiedad y depresión experimentados en este contexto. Participaron voluntariamente del estudio 3805 argentinos, quienes completaron el Inventario de Depresión Beck-II, el Inventario Ansiedad Estado-Rasgo y una versión modificada de la Escala de Intolerancia a la Incertidumbre (EII). Las encuestas fueron cargadas en la plataforma Google Forms y diseminadas por redes sociales (muestreo no probabilístico). Se realizaron análisis psicométricos preliminares sobre la EII (dadas las modificaciones introducidas) con resultados satisfactorios (varianza explicada = 53.6%; cargas factoriales entre .46 y .84; α = .93). En las mujeres, se hallaron mayores niveles de ansiedad (t = 6.40; p < .01; d = .28), depresión (t = 8.20; p < .01; d = .34) e II (t = 5.93; p < .01; d = .25), con tamaños del efecto pequeños. También se hallaron correlaciones inversas bajas entre la edad y los niveles de ansiedad (r = -.19; p < .01), depresión (r = - .28; p < .01) e II (r = -.12; p < .01). Luego, se aplicaron dos modelos de regresión donde las variables dependientes fueron ansiedad y depresión respectivamente, y las variables independientes fueron edad, género e II. Para ansiedad, el modelo resultó significativo (F(3,3801) = 1603.04; p < .01; r2 = .56), siendo la II el mayor predictor (β = .73; p < .01), seguido por la edad (β = -.10; p < .01) y el género (β = -.03; p < .01). El modelo para depresión también resultó significativo (F(3,3801) = 951.99; p < .01; r2 = .43), siendo la II el mayor predictor (β = .58; p < .01), seguido por la edad (β = -.21; p < .01) y el género (β = -.06; p < .01). En general, la fuerza de las relaciones halladas fue mayor que en estudios previos, indicando, al menos de forma exploratoria, la importancia de la II en este contexto. Aunque la incertidumbre es una reacción comprensible ante la pandemia, la intolerancia a la misma parece predisponer a mayor malestar psicológico. Estos efectos psicológicos deben ser monitoreados.